Continúa el 15M de la Policía y la Guardia Civil

Justicia Salarial para la Policía reivindica en Subdelegación del Gobierno mejoras salariales para los agentes, 'despiertos' tras años de hartazgo

Más de un centenar de agentes jiennenses de la Policía Nacional y de la Guardia Civil han vuelto a concentrarse frente a la Subdelegación del Gobierno para remarcar el mensaje que extienden por toda España: piden el fin del agravio salarial con respecto a otros Cuerpos autonómicos —la Foral de Navarra o los Mossos de Cataluña, por ejemplo.

“SOMOS LOS MÁS VALORADOS Y LOS PEORES PAGADOS”

La última concentración se celebró ayer en Jaén. La próxima será el 18 de noviembre en Madrid. Se prevé que sea masiva, según señala el agente jiennense de la Policía Nacional Borja Rodríguez. Las citas reivindicativas se dan bajo el amparo del colectivo Justicia Salarial para la Policía (Jusapol). “Somos como el 15M de los agentes”, señala. Explica que ya se ha consumado un cambio generacional en el perfil del policía: ha pasado de ser alguien del mundo rural a profesionales “muy formados”. De esa concepción viene el origen de la protesta. El colectivo ahora sí ha encontrado el apoyo y la empatía de los sindicatos.

La frase que más repiten ahora los agente es que se sienten el Cuerpo más valorado, pero el peor remunerado. Entienden que es desproporcionado que un agente de la Policía Nacional recién salido de la academia cobre 1.600 mientras que un compañero de Cataluña gane 2.400.

Las diferencias de salario afectan, según señalan, a las jerarquías de mando. Hay indignación entre jefes que cobran “lo mismo” que un policía de escala básica de los Mossos.

LA JUBILACIÓN Y OTRAS MEJORAS DESATENDIDAS

Un asunto que también ilustra la diferencia de trato económico entre Cuerpos es la asistencia a juicios por parte de los agentes. “Mientras a nosotros solo nos compensan con descanso, a colegas de otras comunidades sí les pagan”, ejemplifica.

La jubilación es un asunto que pone igualmente en el foco el aspecto salarial que cuestiona la Jusapol. “Perdemos poder adquisitivo”, concluye.