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El Barça prolonga la amnesia de títulos del ElPozo

Por Antonio Pulido Casas - Abril 03, 2022

Los catalanes suman su sexta Copa de España desde el punto de penalti en una tanda en la que se tuvieron que repetir hasta tres lanzamientos

No hay palabra que no se haya pronunciado entre el Barça y el ElPozo Murcia, posiblemente el equipo que más títulos ha levantado en la última década y el que más subcampeonatos ha recolectado, respectivamente. Con otro halo esta vez, los charcuteros tenían más argumentos a su favor: la afición presente en el Olivo Arena les apoyaba de forma mayoritaria y el poderío que insuflaba la experiencia (y calidad) de Gadeia, Taynan y Rafa Santos podría ser determinante. Esta vez sí. Para eso se pagó por ellos, aunque la plantilla que se posicionaba enfrente no era precisamente barata.

Los primeros minutos dejaron un cambio en la actitud del ElPozo Murcia. Si el planteamiento en las dos eliminatorias anteriores se basaba en el compromiso defensivo y la solidaridad de todo su plantel, ante el Barça buscó la iniciativa en la parcela de ataque. Ya no le valía esperar el error del adversario, sobre todo porque los que visten de blaugrana no suelen cometerlos.

Sus posibilidades bajaban considerablemente. Los de Jesús Velasco abusaron con mejor criterio la figura de Dídac, que decidió en más ocasiones de lo habitual disparar a puerta, algo de lo que también se contagió Povill con peligro patente. El poderío lo servía el Barça, mientras que la pillería, los murcianos.

El carrusel de oportunidades probó la elasticidad y los reflejos de Juanjo y Dídac, cada uno con su propio estilo, pero con idéntico resultado cuando la bola volaba por sus dominios. Era manifiesta la sensación de que ninguno se veía a merced de su rival. Ambos (se) lo creían.

Por ello, cuando las fuerzas están igualadas, conviene la aparición de las individuales. No hablamos de regates. Hablamos de un desmarque a la espalda del defensor, que es talento invisible. Y Adolfo tiene todo el del mundo. Corrió más que Alberto en banda derecha para llegar como siempre lo hace: desbocado. Consiguió sacar la falta y el gol, además de los colores al cuadro de la Región. Se marcharon al descanso sin más tantos y con la sensación de que el Barça podría manejar el nerviosismo murciano a su favor.

Un punto de mayor intensidad es lo que le faltaba al ElPozo para evitar ser fagocitado. Mordiente, en otras palabras. El cuarteto de las emergencias de Giustozzi permitió dar un paso adelante. Gadeia protagonizó dos disparos lejanos y precisos, mientras que Taynan halló un palo gracias a una volea. No estaban tan distanciados. El problema venía con la segunda unidad charcutera. Sin la Santa Trinidad en cancha el Barça subía líneas y se acercaba a Juanjo. En una ocasión se escuchó tal murmullo en el pabellón cuando Dyego perseguía sin oposición la pelota que se podía entrever que un error podría pesar tanto como un título.

El ElPozo Murcia, a ocho minutos y medio para el final, abrió otro camino de esperanza: el Barça sumaba cinco faltas y se mostraba vulnerable por primera vez. En 20 segundos se volteó el marcador porque los murcianos se asemejaron a un tiburón hambriento con olfato de miedo.

Fue la versión más agresiva de los últimos años, como si recordaran cómo se gana. El rompecabezas que Jesús Velasco tenía por delante pasaba por incorporar a Dyego como quinto hombre. Dio con la clave por casualidad al segundo intento, cuando un rebote dentro del área rebotó en Taynan y el balón lloró dentro de la portería. A la Marea Roja se le encogió el corazón cuando Gadeia sumó otra madera a la estadística jamonera desde los 10 metros. En el horizonte se cumpliría lo que suele ocurrir: prórroga en una gran final.

Con un gran tiempo extra. Pito esperó a los últimos 90 segundos para dejar su impronta. Sonrió cuando tocó la bola y apartó la mirada. Sabía que esa estaba dentro. A la desesperada y con portero-jugador, un canterano del ElPozo desde la cuna evitó un desenlace tan cruel: empató a pocos segundos para estirar la final lo máximo posible. Habría penaltis.

Se extendió la tanda hasta el décimo lanzamiento, con una parada para cada cancerbero. También hubo undécimo, pues Juanjo se adelantó en el anterior y el videoarbitraje permitió a Pito una segunda oportunidad.

En el camino, Taynan quedó expulsado por agredir al árbitro cuando ya estaba sin camiseta celebrando la hipotética victoria en el sector rojo. El 17 blaugrana no perdona dos veces y embocó para seguir alargando la final. Igual le ocurrió a Feixas, que en cambio desvió todo lo que le llegó. Había amarillas de por medio, reproches a los colegiados. Marcenio anotó el definitivo para sumar la sexta Copa de España en la tanda de penales más estrambótica de la Historia.

Como hiciera en la Supercopa de España, al Barça le sonríe este tipo de lanzamientos. Son 11 los subcampeonatos que suma el ElPozo Murcia, más que nadie y más flagelados que ningún otro. De nuevo un final cruel en la trayectoria charcutera, que no gana un gran título desde 2010. Son 12 años de sequía y desilusión viendo como es otro quien levanta el trofeo. La agonía parece eterna.

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