El Señor de Charcales regresa a su ermita de la Fuente de la Peña
El 'Cristo del Arroz' vuelve al paraje tras unos meses de estancia en la iglesia parroquial de La Glorieta, a causa de las obras realizadas en el pequeño santuario
Tres meses, aproximadamente, ha estado el Cristo de Charcales fuera de su ermita a causa de las obras que su cofradía ha realizado en el pequeño templo de la Fuente de la Peña.
Unas intervenciones que comenzaron allá por el mes de octubre del año pasado y que han tenido como principal objeto arreglar el tejado del entrañable santuario, en cuyos alrededores, cada mes de mayo desde tiempos inmemoriales, tiene lugar la popular y populosa romería del 'Cristo del Arroz'.
Impaciente por volver a acogerlo, el entrañable pago jiennense recibió al Crucificado el pasado fin de semana, toda vez que los trabajos de reparación han concluido y, en consecuencia, la imagen abandonó la parroquia de la Inmaculada y San Pedro Pascual, donde ha permanecido durante el proceso.
"Hace unos días se quedó todo terminado en la ermita para recibirlo, y este fin de semana volvió", explica Víctor Lombardo, hermano mayor de la cofradía que encauza la devoción al Cristo de Charcales. Un traslado "discreto", en consonancia con las limitaciones impuestas por la situación sanitaria, que ha devuelto la talla donada por el marqués de Bagnuli a mediados del XX a su casa:
"La ermita se ha quedado muy bien, le hemos dado una vuelta tremenda; se ha arreglado el tejado, se ha enlucido por dentro y se ha quedado de lujo, fenomenal", celebra el máximo responsable de la hermandad.
MALAS PREVISIONES PARA LA ROMERÍA
El escenario de la concurrida romería que cada año reúne en torno a esta advocación a un montón de jiennenses en los pagos de la Fuente de la Peña está a punto, lista para lucir la mejor cara en las fiestas de mayo. Otra cosa es que la pandemia lo permita.
"El Obispado lo dirá, pero al 99,9 por ciento creo que no podremos tener romería con esta situación", aventura Lombardo. Con este horizonte, el hermano mayor apuesta por la celebración de un "triduo, una misa especial el día del Cristo y el repique de campanas" de la ermita.
Sería el segundo año consecutivo que la ciudad y sus alrededores se quedaran sin esta singular fiesta, que hace hervir suculentos arroces en las inmediaciones de uno de los espacios más queridos por los jiennenses y acoge un sencillo programa de actos y cultos entre los que destacan una de las procesiones más concurridas del Santo Reino.
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