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Miguel Induráin, una leyenda en Bernabé Soriano

Por Fran Cano - Febrero 27, 2024
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Miguel Induráin, una leyenda en Bernabé Soriano
Miguel Induráin, en la segunda etapa de la Andalucía Bike Race. Foto: Fran Cano.

El embajador de la Andalucía Bike Race muestra cercanía con competidores, autoridades y público en la segunda etapa de la prueba

Un frío de los que calan ha recibido hoy a los ciclistas en Jaén capital, donde se disputa la segunda etapa de la Andalucía Bike Race by Garmin. Miguel Induráin, leyenda del ciclismo, ha concentrado la mirada de espectadores y por supuesto también de competidores.

Pasan minutos de las nueve de la mañana, y la calle Bernabé Soriano ya tiene las vallas características de la prueba. Por más que la cita acumule más de una década, hoy coge por sorpresa a más de uno cuando se planta en el centro de la capital.

Un chico —siempre risueño, colores llamativos— que pide en la calle advierte el movimiento del día, con ciclistas de un lado a otro, también calentando en los márgenes de la calle.

Si hay deportistas, también llama la atención la cantidad de fotógrafos con los aparatos que acarrean, ningunos tan visibles como los trípodes. Como nada es perfecto, otra vez la calle María de Molina es la elegida por algunos para liberar líquidos.

Carlos Olmedo, 'speaker' de la competición, dirige con maestría los prolegómenos del encuentro. Y entonces aparece Miguel Induráin, leyenda del ciclismo, uno de los deportistas españoles más laureados de todos los tiempos, icono de la España de la década de los 90.

Apeado en una esquina, el naranja reluciente, atiende a cuantos se le acerquen, se hace las fotos que hagan falta rumbo a Instagram, y sale del meollo al momento de cortar la cinta con las autoridades.

Son las diez de mañana, y toca correr. Atrás quedó Bedmar y los ciclistas vuelan hasta el Olivo Arena, meta de la segunda etapa, la que trajo a Induráin a Bernabé Soriano. 

Los casi 600 participantes afrontan un recorrido de 64.79 kilómetros y 2.227 metros de desnivel. Concretamente, han salido de la ciudad con dirección a Pegalajar, han subido hacia el Mirador de las Siete Pilillas y, después, han tomado rumbo a Mancha Real, desde donde han vuelto a la localidad pegalajareña por La Guardia.

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