"¡Nuestra hija también es vuestra hija!"
Familiares de Khawla Elhabia Zeoril esperan durante horas a las puertas del Juzgado y piden la máxima condena para el arrestado
—¡Nuestra hija también es vuestra hija! ¡Esto le podía pasar a cualquiera de vuestras hijas! Khawla, María... ¡A cualquiera!
Los gritos de una mujer, familiar de la víctima Khawla Elhabia Zeroil, a los pies del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2, reflejan la larga mañana de impotencia en Alcalá la Real. N. N. N., el presunto autor del crimen, entró al Juzgado en torno a las 09:30 horas y salió cerca de las 17:00 horas. Se ha acogido a su derecho de no declarar. Tres menores y un testigo han contado su versión de los hechos. Tanto la Fiscalía como la acusación particular han solicitado su ingreso en prisión por los dos presuntos delitos. El juez lo investiga por asesinato y agresión sexual.
—Era una niña de 14 años, por favor. ¡No hay seguridad! ¿Por qué no hacen seguimiento de estos casos? —interpela una vecina, las lágrimas en los ojos junto a la comunidad de mujeres que portan pancartas con fotografías de Khawla.
Los agentes de la Guardia Civil custodian las inmediaciones de la calle y con el paso de las horas la acordonan por los dos lados.
—¡Queremos justicia! —gritan las familiares de la menor. Una de las mujeres coge un niño en brazos, lo levanta y proclama que todos somos iguales; recuerda que la adolescente nació y creció en Alcalá la Real.
—Una pregunta para el asesino: ¿es un humano o es un monstruo? —grita también un vecino de la pequeña.
—Aquí sólo hay dolor. ¿Dónde están el resto de las madres. Yo soy alcalaína y musulmana —proclama una joven.
Paralelamente a las escenas de indignación, medio millar de vecinos respaldan la manifestación impulsada por la Federación de Mujeres Creciendo Unidas.
—Ahora tenemos miedo —lamenta una madre, mientras la familia grita "condena perpetua" para el autor confeso de los hechos. "Exigimos la máxima pena para el delincuente", se lee en una de las pancartas.
"NACIÓ AQUÍ, ESTUDIÓ AQUÍ: SOMOS IGUALES"
Uno de los momentos de tensión del día, antes de la salida del Juzgado de N.N.N, se da cuando un individuo lanza un comentario xenófobo a un grupo de mujeres que gritaba "justicia para Khawla". Le contestan enseguida:
—¡Ella nació aquí, estudió aquí! ¡Somos iguales! No hay más diferencia que la cultura.
La rabia es constante y los gritos de "asesino, asesino" se suceden hasta que por fin sale del Juzgado el autor confeso de los hechos e ingresa en un coche de la Guardia Civil.
—A la niña le han cortado las alas y ya no podrá tener el futuro para el que se estaba preparando —dice, rota de dolor, una amiga.
Vídeo: Fran Cano y Esperanza Calzado.
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