Herramientas educativas para 135 menores y a sus familias

Un programa de intervención familiar con infancia en riesgo social ofrece talleres educativos y ayudas de todo tipo a menores en contextos difíciles

Cruz Roja acaba de clausurar en Alcalá el programa de Intervención Familiar con Infancia en Riesgo Social. Arrancó en verano y ha dado cobertura a 135 menores, y sus familias, gracias a talleres educativos y ayudas de todo tipo desarrollada con la implicación de más de una veintena de voluntarios.

María Jiménez, técnica de de intervención social, explica a este diario que la actuación del último semestres ha sido posible con la financiación de IRPF, Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad del Gobierno de España. Además, las concejalías de Servicios Sociales, Educación y Deportes del Ayuntamiento de Alcalá también han colaborado. Al acto de clausura acudieron María del Carmen Rosales, concejala de Deportes; María José Aceituno, edil de Servicios Sociales, Rosa, directora del centro de Estancia Diurna Sierra Sur; Antonio Ureña, presidente de Cruz Roja en la comarca; Soledad González, técnica de Gestión Local y el voluntariado.

CAMPAMENTOS ESTIVALES

El concepto de ayuda está pensado para conseguir que los menores disfruten de oportunidades que les son imposibles en su vida cotidiana debido a barreras de todo tipo, no solo las económicas. En el verano hubo campamentos en el IES Antonio de Mendoza para menores con edades comprendidas entre los cinco y los 16 años. "También hicimos yincanas nocturnas", recuerda la técnica.

ACTIVIDADES ARTÍSTICAS, DEPORTE Y REFUERZO ESCOLAR

La llegada del otoño viró el tipo de actividades propuestas por Cruz Roja. Una de las pretensiones era que los participantes compartiesen momentos con adultos de mayor edad, de manera que los usuarios de la Residencia de Estancia Diurna Sierra Sur se han implicado en talleres de pintura intergeneracional. "Ha sido enriquecedor para los mayores y para los menores", destaca Jiménez.

La cita multideportiva ha sido las más exitosa, celebrada con la ayuda del Colegio Cristo Rey, que ha facilitados sus instalaciones para la diversión de una quincena de participantes.

Y, como no todo es ocio, Cruz Roja ha propiciado clases de refuerzo en el aula verde del Edificio Joven. Casi una decena de alumnos han mejorado sus conocimientos. Los grupos han sido de ocho a 12 años, y de 13 a 16.

El programa ha contemplado la realización de un taller titulado Parentalidad positiva, destinado para las madres. Además, Cruz Roja ha cedido material escolar, ha colaborado con ayudas al transporte escoltar, ha costeado los gastos de una deportista de hockey y ha dado una gafas de óptica a una joven que las precisaba.

La voluntad del colectivo es repetir el programa el año que viene. La disponibilidad de financiación determinará si continúa en 2018. "Agradezco el esfuerzo de todos los voluntarios", concluye Jiménez.