CUANDO LA MOROSIDAD ASFIXIA
¿Qué hay detrás de una cifra, una estadística o un gráfico? La morosidad, pública y privada, es uno de los mayores problemas que afectan a la supervivencia de las pequeñas y medianas empresas
No es un dicho propiamente, pero podría. Cada vez que hay una crisis económica se escucha a los autónomos repetir: "Tengo la costumbre de comer tres veces al día". Y así es. Con cada recesión, la pequeña y mediana empresa observa cómo es golpeada por los cuatro costados. Si encima tiene como uno de sus principales clientes a una administración local pueden pasarle dos cosas. O que te toque ayuntamientos como el de Santiago-Pontones, por citar un ejemplo, que en menos de una semana abona las facturas presentadas; o que trabajes para el de la capital jiennense, el peor pagador de toda España.
624,07 días es lo que tarda, según la última actualización realizada por el Ministerio de Hacienda, el Ayuntamiento de Jaén en pagar a sus proveedores. Tiene importes de pago pendientes por valor de 61.673.152,52 euros. Quiere decir que un autónomo que realiza un trabajo para el consistorio cobrará, de media, casi dos años después de presentar la factura.
En el último mes abonó 2.230.832,68. Ya hay colectivos que ponen el grito en el cielo ante deudas tan millonarias. No hay que olvidar que en la anterior recesión económica,los impagos de las administraciones en 2008 fue la causa del cierre de una tercera parte de las empresas que desaparecieron.
Es el caso de la Plataforma Multisectorial contra la Morosidad. Tras analizar el último informe del Ministerio de Hacienda relativo a los plazos medios de pago de las Administraciones Públicas, ha alertado que 96 ayuntamientos tardan de media más de un año en pagar, ascendiendo su deuda a casi 213 millones. Encabeza la lista, una vez más, la capital del Santo Reino.
Ante estos datos, el presidente del colectivo, Antoni Cañete, exige que se implementen medidas eficaces para atajar la lacra de la morosidad, tanto en el sector privado como en el público. Recuerda que está sobre la mesa la posible multa que está estudiando imponernos la Unión Europea. La institución europea analiza de manera exhaustiva toda la documentación recibida. "Vemos en los últimos datos publicados por el Ministerio de Hacienda que los ayuntamientos pagan a una media de 69 días, en vez de a un máximo de 30 como marca la ley", denuncia.
LAS CONSECUENCIAS DE LA PANDEMIA
¿Qué supone esto? ¿Qué hay detrás de una cifra, una estadística o un gráfico? La morosidad es uno de los mayores problemas que afectan a la supervivencia de las pequeñas y medianas empresas. Y los problemas tienen nombres y apellidos.
En el primer semestre de 2021 se ha puesto de manifiesto una de las consecuencias de la pandemia: la morosidad y el alto coste que supone para las empresas la financiación del retraso del pago de las facturas. Durante los primeros seis meses de 2021 casi 7 de cada 10 facturas emitidas registraron retraso en su pago, exactamente un 68,7% de las facturas. Y este retraso supuso un coste de financiación para las empresas que, en el primer trimestre del año, último dato registrado, se situó en los 1.472 millones de euros, una cifra un 3,5% por encima del nivel del primer trimestre del ejercicio anterior y la más alta desde 2013, cuando alcanzaba casi los 2.000 millones de euros.
La Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa advertía, esta misma semana, de un incremento de morosidad en los próximos meses ante las dificultades crediticias. Supone un grave deterioro en la cuenta de las empresas sobre todo en un momento como el actual en el que sufren todavía más la falta de liquidez.
Por rama de actividad, la construcción y promoción, junto con el sector textil, se posicionan como las actividades con mayores retrasos en el pago, alcanzando los 101,5 y 88,3 días de periodos medios de pago, respectivamente. El único aumento significativo lo presenta el sector papel y artes gráficas (+1,7 días).
¿SE DA ESTA CIRCUNSTANCIA EN JAÉN?
—En efecto, el tema de la morosidad entre empresas ha sido traído a la junta directiva por el impacto negativo que el alargamiento de los pagos en las operaciones comerciales (plazo máximo de 60 días entre empresas) está teniendo sobre las empresas, en especial, sobre las de menor dimensión, como ocurre en el caso del tejido productivo jienense.
Desde la Confederación de Empresarios de Jaén explican a Lacontradejaén que además de problemas de tesorería, la morosidad tiene un coste financiero agregado que también repercute muy negativamente en el devenir diario de la pyme.
En este sentido, explican que el primer trimestre de 2021 ha sido el peor en años en cuanto a morosidad empresarial, según recoge el estudio trimestral que ofrece CEPYME. En el actual trimestre se ve cierta recuperación de los índices y un fortalecimiento de la cadena de pagos, circunstancia ligada a la recuperación generalizada del consumo y la actividad empresarial.
Sin embargo, cuestiones como la posible finalización de los ERTE el 30 de septiembre de 2021, a expensas de un acuerdo para su prórroga, que la Confederación de Empresarios de Jaén considera imprescindible mínimo hasta el 31 de enero de 2022, y la previsible retirada paulatina del apoyo público a las empresas —flujo de crédito garantizado—, puede suponer un repunte en la evaluación de la morosidad empresarial.
Por otro lado, se espera que durante la recta final de año se empiece a materializar el impacto de los fondos europeos proporcionando un impulso a la actividad, convirtiéndose en un aspecto clave para revitalizar y afianzar el futuro del tejido productivo y fortalecer así la cadena de pagos.
Mientras tanto, pequeños y medianos autónomos levantan cada día la persiana de sus negocios enfrentándose a frases como "la semana que viene te lo ingreso" o "está pendiente de Intervención". Lacontradejaén ha consultado con varios de estos empresarios asfixiados por la rémora en los pagos y prefieren mantener el anonimato. Y es que son muchos los que siguen trabajando con esa administración que tanto les ha dejado a deber y no quieren verse afectados al denunciar su caso.
Las casuísticas son de todo tipo y las soluciones igual. Uno de los principales problemas está en el hecho de tener que adelantar el IVA de unas facturas que, en el caso de Jaén, se cobrarán dos años después. Produce un "agujero negro" en la tesorería de la pyme de la que es difícil resarcirse. Pero se dan otras circunstancias que provocan problemas en compañías, por ejemplo de construcción.
Se está dando el caso, como relatan a este periódico, que para hacer una obra hay que presentar un aval por los posibles desperfectos que se pueda producir en la calle, por ejemplo. La devolución de avales constituidos para garantizar la ejecución de las obras de urbanización puede suponer, así, un auténtico quebradero de cabeza.
Para que el lector lo visualice mejor, sería la fianza de un piso de alquiler. Denuncian que una vez terminada la intervención y demostrado, a través de los técnicos municipales, que todo está en perfecto estado, no se devuelve la fianza. De hecho, pueden pasar años sin que estos empresarios puedan dispone del dinero, amén de los costes financieros que se derivan. Un problema añadido al impago.
Los problemas de demora del periodo medio de pago no son nuevos, ni mucho menos. Hay empresas que han dado un paso al frente y no sólo han reclamado su deuda por la vía judicial, sino que han manifestado a la opinión pública las cosencuencias. Es el caso de Lince Comunicación S.L., con sede en Madrid. Ellos reclaman el pago de la factura 1462-2018, correspondiente al contrato de gestión del Cine de Verano Alameda. Fue el 10 de abril de 2018 cuando se resolvió la adjudicación a la firma, servicio que se prestó los meses de julio, agosto y septiembre. La factura se presentó el 14 de septiembre. El importe, 10.769 euros.
También denunció su situación Andacar 2000. La que fuera empresa adjudicataria del renting de los vehículos policiales denunció, hace dos años, que no le habían abonado ninguna de las cuotas desde el mes de octubre de 2018. Alertó del impago de 22.748 euros.
Estas circunstancias se traducen en un círculo vicioso que, a la postre, lo paga la sociedad. Porque cuando la pyme se asfixia, el resultado es cerrar. Un total de 14.352 empresas andaluzas cerraron entre los meses de febrero y julio de 2020 en Andalucía. De éstas, 294 eran de Jaén. ¿Cómo está la situación ahora? Según el dato de agosto del Instituto Nacional de Estadística, la provincia cuenta con 18.618 empresas, de las que 4.103 pertenecen al sector agrario; 1.956 son industrias, 1.502 de la construcción y 11.057, de servicios. En febrero de 2020, antes e que comenzara la crissi, eran 22.032, una diferencia propiciada por los autónomos del sector agrario dados de alta para la recolección de la aceituna. En agosto de 2020 eran 18.605.
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