Cuando las redes sí conciencian

Rocío Martín creó en 2014 Alcalaínos Indignados, un grupo de Facebook que canaliza demandas y que comunica a la ciudadanía con la clase política

La era de las redes sociales ha blanqueado las vísceras de una parte de la sociedad que se muestra tal y como es con orgullo pacato: vomita en público. En medio del lodazal también se han colado ejemplos de civismo y colaboración ciudadana. Son los casos de grupos de Facebook promovidos por particulares para señalar deficiencias en los municipios y promover mejoras que influyan en la cosa pública.

Rocío Martín —dependienta, 40 años— fundó en 2014 Alcalaínos Indignados. Ya llevaba tiempo como usuaria de la red social de Michael Zuckerberg. “Me di cuenta de que no había un espacio para que los alcalaínos expresáramos nuestras inquietudes”, recuerda en declaraciones a este periódico. La idea era ser una suerte de buzón de quejas. “Sí, para hablar de cosas que nos interesan a todos. Como un foro. Y sin faltas de respeto”, añade.

El inicio, quizá como todos los comienzos, estuvo sembrado de dudas. No brilló la actividad. Martín admite que pensó en abandonar la iniciativa. Hasta que la cosa evolucionó y tomó vuelo. Hoy son más de 2.500 usuarios. ¿Solo ha crecido el número de miembros por el paso del tiempo? “Pienso que antes había reparo a la hora de opinar en público con nombres y apellidos. Me di cuenta que en el foro de Alcalá se comentaban barbaridades desde el anonimato”, lamenta.

De momento, solo ha tenido que expulsar a dos personas por comportamiento indebido e incluso por amenazas sobre un asunto que nada tenía que ver con la naturaleza de la idea. El resto, que es la mayoría, ya sí comenta sin pseudónimo ni perfiles falsos.

La administradora del grupo señala que en el último año el repunte de la actividad es notable, y el concepto fundacional ya sí tiene sentido: vecinos enfocan mejoras y se hacen eco de quejas ciudadanas, como el funcionamiento de la Línea Verde o los baches en la glorieta del Polígono de El Chaparral.

LA VIGILANCIA DEL PODER… Y EL PODER VIGILANDO AL GRUPO

Hay más grupos reivindicativos que toman el nombre de municipios de Jaén. Son los casos, por ejemplo, de Por un Martos Mejor —casi 8.000 internautas— y Linares Denuncias. Aparte de la esencia crítica y de vigilancia del poder, hay otro común denominador: los grupos son conocidos por los concejales de cada pueblo. “En el mío lo primero que hice fue invitar al líder cada partido”, señala Martín. Es habitual que los ediles entren en los grupos y están al tanto de las quejas vecinales. Los alcaldes tampoco le pierden la pista a los grupos. La agenda pública puede estar condicionada por comentarios en un muro de Facebook.

Otra seña de identidad de grupos de este cariz es que parten de desconocidos que suman a la causa a más vecinos. No emergen, como otras cuentas populares, desde influencers, sino desde ciudadanos que no tienen grandes pretensiones individuales en internet.

Martín entiende que entre tanta queja también es necesario difundir el trabajo de los medios, de manera que en los muros de Alcalaínos Indignados aparecen publicaciones periodísticas de la provincia. La alcalaína sigue como única administradora. Es la guardiana de un espacio en el que, salvo excepciones, reina la cordura y el sentido común. Logros nada despreciables en la Red, nido de tantos haters y comentaristas sin escrúpulos.