Nuevo reconocimiento al "ritmo y la elegancia" de Javier Valero
El bailaor jiennense triunfa en la gala on-line promovida por la Escuela de Flamenco de Andalucía en la que tomaron parte artistas de todo el mundo
Eso de que bailar es soñar con los pies lo lleva a rajatabla el artista jiennense Javier Valero hace la tira de tiempo, y cada vez que sus tacones golpean tablas cumple sus mejores deseos. No para en su trayectoria ascendente, la televisión lo ha convertido ya en un rostro popular y cuenta por éxitos sus comparecencias.
Ayer mismo volvió a sumar un nuevo triunfo en la Gala Tacones del futuro para jóvenes talentos, una cita virtual promovida por la Escuela de Flamenco de Andalucía que lo mantuvo pegado a la pantalla para saber si su propuesta era seleccionada, o no, de entre la multitud de participantes de todo el mundo: "La selección se ha hecho a lo largo de la semana, tú te enterabas ayer en el mismo momento, cuando ves si sales o no en el vídeo", aclara Valero.
Y vaya si fue seleccionado, ahí está, entre los dieciséis mejores de una lista interminable de artistas jondos, escogidos por un jurado de lo más exigente. "No me lo esperaba, fui de los últimos, estaba con la cosilla de que ya no pero cuando me dijeron que sí fue un sorpresón; se retransmitió mi vídeo y en mi casa nos pusimos como locos, gritando, chillando...", celebra.
Los que se pusieron como locos, pero de verdad, fueron quienes se encargaron de seleccionar a los más brillantes, en cuanto lo vieron, bastón en mano, bailando la seguirilla que le ha valido este nuevo éxito internacional: "Destacaron dos valores importantes de mi baile, el primero es que tengo mucho plante, eso es muy importante para un bailaor, saber estar en el momento antes de bailar, estar preparado, y lo segundo que tengo mucho ritmo y elegancia", recuerda el jiennense, alumno de El Tabanco.
Valero disfrutará de una beca de formación para un curso que, dadas las circunstancias, tendrá que realizarse digitalmente, además de un par de zapatos de baile de la firma Begoña Cervera: "Mi madre ha trabajado siempre con Begoña, y los zapatos que yo gasto son siempre suyos", afirma. Si ellos lo dicen tiene que ser así, porque el calzado no tiene secretos para esta familia que ni se imaginaba que uno de los suyos iba a pisar tan fuerte.
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