Del taxi al reality

El taxista linarense Javier Ochoa hace de asesor de aspirantes a formatos de televisión después de vivir experiencias en diferentes programas
Es linarense, tiene 49 años y trabaja como taxista. Javier Ochoa sabe que el taxi es su sustento de vida, pero ya conoce nuevos caminos que podrían ser también laborales. Le han seducido especialmente los que desembocan en la televisión. Ochoa ha pasado ya por algunos programas conocidos de la parrilla y se ha convertido en una suerte de asesor de personas que aspiran a participar en formatos de la tele. Si a usted, lector, le suena la cara de Ochoa es porque ya lo ha visto antes. Especialmente viral fue la cita que tuvo con una señora en First Dates emitida hace un año. Todo iba sobre ruedas —valga la expresión— entre el linarense y su acompañante cuando esta confesó que era antitaurina, y él, un aficionado a la tauromaquia. "Hoy día somos amigos. Nos llevamos bien y mantenemos el contact por WhatsApp. Solo fue una anécdota", recapitula el taxista.
PRUEBAS EN GRAN HERMANO Y AHORA CAIGO
Y no solo de First Dates habla el linarense. También hizo el casting para Ahora caigo, concurso presentado por Arturo Valls, y lo intentó también con el padre de todos los realities, Gran Hermano. Fue en la edición denominada Revolution. "Pasé la prueba virtual pero luego en el casting presencial de Málaga no terminé de decidirme", señala. Asegura que aún tiene cuentas pendientes con el concurso del ojo que todo lo ve; no descarta volver a presentare. "Es un programa que da mucho juego", dice. También conoció por dentro un formato de Atresmedia que no vio la luz. Es decir, ha vivido ya hasta un aborto televisivo. ¿Cambiaría de trabajo si le salieran las cuentas? "Hombre, si aparece una buena oportunidad, lo intentaría", señala. Y concluye, como buen concursante con experiencia en la telerrealidad: "En el dinero es en lo que menos piensas. Lo primero es participar, y después, ser el mejor".
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