DESAFIANDO A LA DESPOBLACIÓN
Diez municipios jiennenses rompen tendencia y logran crecer en población. Los incrementos más significativos son en Carboneros, Aldeaquemada y La Guardia. ¿Cuál es el secreto?
A 1 enero 2021, 436 municipios andaluces aumentaron su población con respecto a 1 enero 2020. Entre los diez primeros que más notaron este incremento no hay ninguno jiennense, pero eso no quiere decir que no haya localidades en el mar de olivos que no estén desafiando a la despoblación.
Los tres pueblos jiennenses con mayor aumento relativo del número de habitantes fueron Carboneros, con un incremento de 2,9%, seguido de Aldeaquemada, con un 2,3, y La Guardia de Jaén, con un aumento de dos puntos. En la lista también aparecen otros como Peal de Becerro, Los Villares, Lupión, Hornos, Jamilena, Frailes o Bédmar y Garcíez. ¿Cuál es el secreto? Cuando sus alcaldes escuchan la pregunta esbozan una sonrisa.
Saben que nadan a contracorriente en medio de un mar de olivos que entra dentro de los territorios de la España Vaciada. Y es que los datos hablan por sí solos. Jaén es la única provincia andaluza que ha perdido población en el último medio siglo. Concretamente, un 6,43% menos. La situación es más preocupante si se observa cómo otras provincias, como es el caso de Málaga, han crecido 97,46% en este mismo periodo de tiempo. Solo en el último año, registra un descenso de 4.191 habitantes, haciendo que la población total empadronada sea de 627.190.
A plataformas ciudadanas como Jaén Merece Más les duele la boca de denunciar esta preocupante situación. Hoy nos fijamos en aquellos que nadan a contracorriente y cuáles son las razones para ello, muy dispares entre sí, por cierto.
LAS CLAVES EN BOCA DE LOS ALCALDES
Carboneros es la localidad jiennense que más ha crecido en un año, concretamente un 2,9 por ciento. Este porcentaje se traduce en 17 vecinos más entre 2020 y 2021 (últimos datos disponibles). Lo que al lector le puede parecer insignificante no lo es para un pueblo de 608 vecinos y cuya política de vivienda es la clave del éxito.
Lo reconoce su alcalde, Domingo Bonillo, que atiende a Lacontradejaén en medio de una protesta de compañeros para demandar una "sanidad pública y de calidad". ¿Cuál es el secreto para crecer en tiempos de despoblación? Se ríe nada más escuchar la pregunta.
—El secreto está en la política que estamos llevando a cabo con la compra de viviendas por parte del Ayuntamiento y facilitarle a las nuevas parejas, tanto las que vienen como las del municipio, un alquiler asequible con opción a compra.
Trabajo en equipo y coordinación es esencial para este regidor que aplaude los buenos resultados de una política que también deposita la mirada en el empleo.
—Es verdad que toda la Corporación teníamos una preocupación importante porque veíamos cómo bajaba la población.
Una comunidad cada vez más envejecida y un descenso de la natalidad era la tormenta perfecta para un municipio que decidió tomar medidas pasando por facilitar vivienda y abaratarla. El cambio de mentalidad que ha traído la pandemia, con el incremento del teletrabajo y el deseo de vivir en espacios menos masificados, también ha contribuido. Y para muestra un botón. Domingo Bonillo anuncia que hay una familia cubana establecida en España que va retornar y vivir en Caborneros haciendo teletrabajo para una empresa francesa.
—Estamos esperando otra familia que él es mexicano, ingeniero industrial, y ella descendiente de pobladores de las Nuevas Poblaciones. Es un matrimonio joven, con dos hijos, que también se van a venir.
Dos ejemplos del éxito de la política de un municipio al que se le suma sus buenas comunicaciones, a los pies de la autovía.
Otro de los secretos de Carboneros es participar en el Proyecto Arraigo, que permitió que en tan solo los tres primeros meses de colaboración recibiera a 12 familias presencialmente, de las cuales dos se acabaron instalando en el municipio. Ellos son María y Manuel con sus hijos. Fue posible como resultado de la colaboración con el Ministerio de Defensa. Él, ejerciendo de carpintero. Ella, iniciando nueva andadura profesional. También se ha asentado Beatriz y Jonathan con sus dos hijos. Él es soldador en una empresa vecina y ella se permite el lujo al alcance de muy pocos: estar plenamente al cuidado de sus pequeños.
Pero, ¿qué es el Proyecto Arraigo? Un puente entre el mundo rural y las personas que viven en entornos urbanos y quieren realizar un cambio de vida. Como ellos mismos explican, su misión consiste en acompañar y asesorar, por un lado, a personas y emprendedores que buscan ese cambio, y, por otro, a ayuntamientos y otras entidades rurales en su estrategia de desarrollo atrayendo a nuevos pobladores y apoyando el bienestar de su pueblo o comarca. El resultado de esta unión es la creación de nuevas oportunidades y el desarrollo sostenible de los pueblos, entre ellos Caboneros.
No tiene este acceso tan asequible como Carboneros pero esconde otros secretos. Aldeaquemada es el segundo municipio jiennense que más crece en población. Gana otros 11 habitantes para un conjunto de 487. Su regidor, Manuel Fernández, confiesa a Lacontradejaén que darle la vuelta a la dinámica es "muy difícil".
—El secreto está en trabajar y trabajar. Hemos conseguido hacer de Aldeaquemada un pueblo coqueto, que guste a la gente, que nos visite y acabe quedándose.
En su caso concreto, la creación de empresas, tres en los últimos tiempos, es una de las claves.
Aplaude el lograr crecer en población a pesar de ser un municipio situado, como él mismo bromea, en la "otra punta". Pero defiende que tiene todos los servicios garantizados y el que quiera disfrutar de localidades más grandes puede desplazarse a La Carolina o Valdepeñas, las poblaciones más cercanas. Además, el turismo se ha convertido en una de las grandes puntas de lanza, creando puestos de trabajo y atrayendo a visitantes que a la postre se enamoran de la localidad.
Preguntado por el cambio de estilo de vida que está propiciando la pandemia, su respuesta es clara:
—El teletrabajo está ayudando y la gente quiere vivir en sitios más tranquilos. Por ejemplo, tenemos unos jóvenes que sus padres emigraron en los años 60 y uno de ellos está adecuándose al teletrabajo para regresar.
Pero no sólo eso. También crecen en población de segunda residencia, como el caso de un matrimonio de Úbeda que ha alquilado un inmueble y todos los fines de semana se marchan hasta Aldeaquemada para desconectar y disfrutar de la naturaleza.
El tercer ejemplo de lucha contra la despoblación se encuentra en La Guardia, la tercera localidad que más crece en un año. En este caso, se beneficia de lo que muchos conocen como el efecto ciudad dormitorio. Según los datos del Instituto de Estadística de la Junta de Andalucía, ha crecido en 99 habitantes para una población de 5.082. ¿Por qué?
Su alcalde, Juan Morillo, cita como circunstancia principal la proximidad con la capital del Santo Reino.
—Además de estar cerca, estamos prestando unos buenos servicios y los impuestos que tenemos son muy asequibles.
Son las tres circunstancias que, a su modo de ver, se convierten en la clave para que los ciudadanos decidan vivir allí en lugar de en la capital, por ejemplo.
—Es un municipio tranquilo y a sólo seis minutos tienes hospitales, centros comerciales como el Jaén Plaza...
Carboneros, Aldeaquemada y La Guardia son tres ejemplos, de los otros tantos que se podrían citar, de la lucha contra la despoblación en la que están centradas todas las administraciones, sin excepción. Una carrera contra la España vaciada y en pro de llenar de vida esos pueblos que son fuente de tradiciones y potencial de riqueza.
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