La desaparecida casa familiar de Manolito Ruiz Córdoba

Esta fue la señorial casa familiar de Don Manuel Ruiz Córdoba, más conocido por Manolito Ruiz, quien fuese alcalde de Jaén desde el año  1915, presidente de la Diputación Provincial del 12 de julio de 1916 hasta el 4 de mayo de 1917 o parlamentario. Don Manuel venía de familia adinerara, pues su abuelo fue don Manuel Ruiz Romero, el que fuera director de la Escuela Normal de Maestros desde 1895, situada en la casa que luego fue vivienda del doctor don Eduardo Arroyo en el siglo XX, dentro de la calle Almendro Aguilar. Es precisamente a su abuelo a quien pertenecía esta casa familiar levantada a mediados del siglo XIX dentro de la calle Tiradores y que el Ayuntamiento cambiara su nombre por el de calle de Ruiz Romero en honor a este personaje.

La casa mostraba una cuidada imagen señorial, contando con bodega y cuatro plantas. Los huecos de la fachada se abrían con arcos escarzanos y los balcones mostraban un bello diseño en las barandas. La casa se encontraba en el inicio de la parte superior de la empinada cuesta de la calle Tiradores, justo apegada en su costal izquierdo por el edificio de la Antigua Jefatura de Obras Púbicas, esta con fachada al desaparecido campillejo de las Cruces, antigua casa de Bernabé Soriano, y en su costal derecho lindaba con la casa del procurador don Carlos López Figueroa. La calle Tiradores cogía su nombre por la ubicación de varios talleres, hasta bien avanzado el siglo XVIII, de tiradores o estiradores de pieles que se manufacturaban para su comercialización.

Me describió don Manuel López Pérez que en la entrada de la casa había un gran portal cubierto de mármol blanco, siempre abierto, donde se metían los chiquillos a patinar. A la derecha del vestíbulo había una gran escalera de mármol por la que se accedía a los pisos superiores y que contenía una gran cancela de hierro acristalada desde la que se veía el patio interior. Este albergaba columnas de hierro fundido y estaba acristalado, por lo que se veía lujosamente amueblado al "estilo español". Destacaban los múltiples trofeos de caza en las paredes o un gran perchero con dos osos disecados que sostenían una barra para dejar los abrigos. La casa tenía unos elegantes balcones. Por eso en Navidad los críos se metían en el portal y cantaban un villancico que decía: "...De quien es esta casa grande / con tan elegantes balcones / será de Manolito Ruiz / que tiene muchos millones / con el quiri quiri / con el quiri cuando / de aquí no nos vamos / sin el aguinaldo...", así hasta que salía una de las sirvientas y les daban mantecados o les tiraba al aire un puñado de "perras gordas".

La casa pasa a finales del siglo XIX a ser habitada por el médico don Francisco Ruiz Alcázar, director del Hospital, y a principios del siglo XX la adquiere de nuevo el nieto de Don Manuel Ruiz Romero, Manuel Ruiz Córdobaque había contraído matrimonio con Josefa Codes, mujer adinerada de Martos. Manuel Ruiz sería conocido por todos como 'Manolito Ruiz' al ser un hombre muy campechano y amigo de todos. Aunque hombre de posición social alta, se trataba con todo el mundo con natural sencillez y esto hizo de él un personaje cercano, aunque con fama de juerguista. Hombre de extremada llaneza que igual frecuentaba la amistad con Alfonso XIII que la de la gente del pueblo. Haría de su casa uno de los puntos de referencia en la vida social en la década de los años veinte. Tras la Guerra Civil se exilió, siendo incautadas sus propiedades y saqueadas perdiéndose muchos de sus elementos decorativos.

Manuel Ruiz murió en 1947 dejando la casa a su viuda. Fue entonces cuando Josefa Codes realiza algunas reformas en la casa, una en 1948, donde el arquitecto Antonio María Sánchez realiza un proyecto de adaptación de tribuna que suprime el balcón central del primer piso. Gracias a este proyecto se realizó un alzado de la fachada antigua de la casa dejando constancia de su aspecto del que se ha podido recuperar y reconstruir su imagen del siglo XIX. Una segunda obra en 1948, fue la realización de un proyecto de reforma de la escalera, según diseño de Juan Ortega Cano, mostrando una preciosa balaustrada de madera con balaustres torneados.

Al morir su viuda, la escasa herencia y las propiedades de la calle tiradores o la casería que tenía en la carretera de Circunvalación, pasarían a sus sobrinos y familiares, ya que no tuvieron ningún hijo, hecho que produjo la venta de la casa en los años cincuenta a una familia oriunda de Campillo de Arenas, que instaló allí una pensión.

La casa fue una de las muchas edificaciones que quedaron en el límite de la gran actuación urbanística del Ayuntamiento para el trazado de la calle Doctor Eduardo Arroyo, llevándose por delante y demoliéndose muchas casas familiares. Por desgracia, solo unos años después de la actuación urbanística de la zona, la casa que nos atañe, sería derribada para albergar nuevos edificios de viviendas, llevándose una gran casa con historia y preciosa decoración interior.

Hay más edificios desaparecidos de Jaén Capital reflejados dentro de mis libros Reconstruyendo el pasado arquitectónico de Jaén 1 y 2. Se trata de una recopilación y reconstrucción de toda aquella arquitectura palaciega, civil, religiosa, privada o urbana que ha desaparecido o ha sido modificada, todo descrito y mostrado amenamente.