Cuatro embalses, obligados a desaguar y las incidencia se multiplican

Las reservas de agua siguen creciendo a un importante ritmo hasta situarse en el 45%, quince puntos por encima del inicio del carrusel de borrascas

Media provincia de Jaén amanece este martes con un nuevo aviso por intensas lluvias. Lo hacen después de una noche en la que ayuntamientos como el de Villanueva de la Reina ha estado vigilante a la crecida del río Guadalquivir, que por momentos ha hecho saltar las alertas. 

Y es que el carrusel de borrascas está dejando una imagen un tanto inusual para este mes, con ingentes cantidades de agua que han hecho incrementar las reservas de agua 15 puntos en apenas dos semanas. Según el último dato de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir consultado por este periódico, el agua embalsada ya roza el 45%.

Las consecuencias no se hacen esperar. Las lluvias están provocando el desagüe de numerosos embalses ante la incapacidad de retener todo el agua que está dejando este lunes 'Laurence'. Según el organismo de cuenca, en la provincia de Jaén desembalsan el pantano de Encinarejo, Fresneda, Rumblar y Dañador. 

Durante el día de ayer, los ayuntamientos estuvieron muy pendientes de crecidas de ríos y arroyos. En Arjona, por ejemplo, debido a las fuertes lluvias y como medida de precaución se ha procedido al cierre del tráfico de acceso a las calles Rey Alhamar y Buenos Aires. Además, a primera hora de la mañana se ha cortado la carretera JA-3404 por el desbordamiento del arroyo Salado.

El Ayuntamiento de Lahiguera avisaba del estado de la vía que conecta con Arjona donde el asfalto ha sido arrollado por la intensidad del agua.

En Villanueva de la Reina, ha sido el propio Ayuntamiento el que, sobre las cuatro, avisaba de la crecida del río Guadalquivir. De hecho, la Confederación Hidrográfica ha llegado a mantener el aviso rojo por su crecida al paso del término municipal. Se ha tenido que extremar la precaución en las zonas inundables como la Dehesa del Barco y la Dehesa del Puente.

Por otro lado, los servicios municipales han trabajado sin descanso quitando los numerosos troncos de olivos que el agua ha arrastrado a lo largo del arroyo El Encantado.