Miguel del Olmo Escribano: "Lo mío con el libro es atavismo"
El cirujano aprovecha su retiro en Jabalcuz para producir historias y compartir impresiones con autores de todas las edades
Afincado en un entorno rural en Jabalcuz, Miguel del Olmo Escribano (Ledaña, Cuenca, 1948) aprovecha la retirada como cirujano para ser el literato que ya se sentía tiempo atrás, cuando fluían las historias, pero escaseaban los momentos para darle forma. Ha autoeditado con Amazon su última novela, Irdania no estaba lejos. Y recientemente se ha rozado con dos autores jóvenes en un encuentro para reivindicar la lectura.
"Lo mío con el libro es atavismo", admite en conversación con este periódico. "La atracción que siento por el formato en papel es casi física", continúa. Habitual colaborador de la prensa provincial, Del Olmo participó ayer en una mesa redonda celebrada en el IES Auringis. Conoció a Juan Cruz López y Samuel Duro Latorre, autores de La tribu del abecedario y Mil Razones, respectivamente. Los tres tuvieron la oportunidad de interpelarse y hablar sobre literatura delante de un público joven, lectores potenciales. "Con Cruz nos prometimos un intercambio de libros, y lo que he leído de Samuel Duro me ha parecido muy interesante. Estuvimos muy cómodos", manifiesta.
IRDANIA, UN MUNDO IMAGINARIO Y RECONOCIBLE
La novela de Del Olmo vio la luz hace ocho meses. El protagonista es un narrador omnisciente que cuenta en primera persona los paisajes que atraviesa con un común denominador: siempre lleva un komboloy, un rosario griego que apela a la tradición familiar. "Es un mundo imaginario, pero reconocible en el modelo actual: santuarios, llanuras, árboles inmortales se combinan con oficios pasados", relata.
Habla el autor de "literatura tardía", pero matiza que ahora produce todo lo que se gestó en sus tiempos como cirujano general en el Complejo Hospitalario de Jaén. "Todo estaba en potencia", dice. Y pronto vendrán más historias. Hay otra novela a punto de ver la luz.
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