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Diego Estrella Negrillo, 102 años de experiencia vital

Por Javier Cano - Septiembre 23, 2023
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Diego Estrella Negrillo, 102 años de experiencia vital
El jamilenudo Diego Estrella Negrillo. Foto cedida por Domingo Jiménez.

El veterano jamilenudo, que pese a los achaques conserva una memoria privilegiada, asegura que llegado a tan alta edad porque no ha hecho "más que trabajar"

Hay quienes ven en el trabajo una condena y otros que, como Diego Estrella Negrillo (Jamilena, 1921) achacan a la obligación de ganarse el pan con el sudor de la frente el secreto de una vida larga:

"Yo no he hecho más que trabajar", responde a Lacontradejaén si se le pregunta por la receta para alcanzar una edad tan alta como la suya.

¡Como que llegó a conocer las cartas y cédulas de seguridad antes de que, allá por 1946, cuando él ya era un tiarrón, se creó el DNI que a la gente de hoy le parece una cosa de toda la vida, pero que para Diego huele a invento 'moderno'!

Es la persona viva más longeva de Jamilena y, con los lógicos achaques de la edad (que principalmente le afectan al oído y a la movilidad), conserva una memoria lúcida que le permite evocar sus tiempos mozos y hasta afirmar, sin ambages, con rotundidad:

"La vida de ahora es muy mala, las personas toman otro ritmo, antes había más unón en la familia". A ver quién le enmienda la plana a quien está ya de vuelta de todo, camino de los 103.

"No me puedo desplazar, tengo que estar acostado o sentado en la cama", se lamenta a la par que rememora para los lectores de este periódico su vida laboral, cuando las nuevas tecnologías eran todavía cosa de ciencia ficción, de libro de Asimov. 

"Estuve en la Guerra y después de venir fui panadero, pero resulta que mi novia que era entonces me preparó un puesto de trabajo en el Ayuntamiento, y he estado así treinta y tantos años, hasta que me jubilé. He trabajado en el campo, en la panadería...".

Aquella novia de entonces que terminaría siendo su esposa, Carmen Pérez Cámara, con la que formó un hogar de cuatro hijos y a la que perdió hace ya dos décadas.

Al hilo de su empleo y según aclara Antonio, uno de sus vástagos, Diego no pasó en balde por la escuela: sabía escribir y leer muy bien, y también de números".

Quizá ese equipaje intelectual, en aquellos tiempos, unido a un carácter propicio, lo convirtieron en el policía municipal al que los jamilenudos recuerdan aún, vestido de uniforme y metido en su papel: "En su trabajo era severito, severito", sentencia Antonio Estrella Pérez.

Varias veces abuelo y bisabuelo, el protagonista de este reportaje pasa el tiempo en casa, ante el televisor o recordando y recordando, que es una de las cosas que no ha dejado de hacer nunca: 

"Ahora no puede salir a la calle. El covid lo terminó de que andara. Anda un poco con un andador, pero se cansa muy pronto. Antes del covid sí se daba sus paseos por la calle y estaba más ágil de las piernas". Será por eso que, como él mismo apostilla, pasa el tiempo "despierto en la cama, recordando y rezando": "Gracias a Dios, estoy vivo". Y que sea por muchos años más. 

 Estrella, de uniforme, en una vieja instantánea junto a su mujer y uno de sus nietos. Foto cedida por Antonio Estrella.
Estrella, de uniforme, en una vieja instantánea junto a su mujer y uno de sus nietos. Foto cedida por Antonio Estrella.

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