Dinero para los de siempre y a costa de los de siempre
Así ha ocurrido siempre en esta “España de la injusticias”; y por ello las zonas “más levantiscas”, se han ido desarrollando cada vez más y las más empobrecidas, sin otra “fuerza que el ruego y la limosna”, fueron empobreciéndose y así siguen y van a seguir “por los siglos de los siglos”. El gobierno o los múltiples gobiernos españoles, antes durante y después de Franco, fueron “tragando carros y carretas” y en vez de hacer justicia y tratar de equilibrar territorios; en bien de todos, fueron entregando recursos a esos insaciables, mientras al resto, solo les quedó emigrar a esos feudos o ir al extranjero allí donde les dejaron y soportar todas las vicisitudes de que solo saben los que las sufrieron y sufren. Yo vi muchas en la misma Barcelona cuando estuve allí, hace ya más de medio siglo, en tiempos de Franco (1961).
Aquí es más rentable para los que de verdad saben enfrentarse al que gobierna con la única forma que en la política entienden los que dicen gobernar. ¿Qué hay que crear un terrorismo que mata a un millar de españoles? Se crea, se tolera o incluso se cede en lo incedible y punto. ¿Qué en vez de meter en la cárcel e inhabilitar de por vida a los que lo merecen para que respeten la Constitución y leyes españolas? Pues se le van dando largas al asunto, se hacen “el sueco” y de paso y para “conformar a los que visto todos los antecedentes, ni ceden ni van a ceder en la vida”, se les da dinero “a barcos llenos” y a seguir haciendo el idiota, en detrimento siempre de los que ni tienen fuerza en “los falsos parlamentos” y menos ganas de siquiera, romper cristales en las oficinas del que gobierna, puesto que es mejor callar y otorgar, viendo lo que pasó y pasa y a quedar como siempre, “cornudos y apaleados”.
Así se consiguen las mejores infraestructuras de todo el país (“u lo que esto ya sea” y esperando la continuidad de desaciertos, en favor de catalanes y vascos y algunos otros que por “fuerte padrinazgo del político que llega a tener verdadera fuerza en decidir”, se preocupa de “arrimar el ascua a sus pobres sardinas”, que fueron las que le dieron los votos suficientes para llegar a esa “altura”.
Recientemente lo hemos vuelto a ver; las provincias vascongadas (que no país vasco que ni existió ni existe) esperan la ocasión y con sus exiguos y privilegiados votos, vuelven a poner “el cazo” y se lo vuelven a llenar, para que sigan siendo una excepción intolerable en cualquier nación digna de así denominarse.
Los independentistas catalanes (que en realidad son una minoría muy notable, puesto que cualquier catalán inteligente, sabe que dentro de España está mucho mejor y seguro que fuera de ella) después de ser ya “un cáncer” que nunca se ha operado y ni se operará con “una cirugía a tenor de la enfermedad”; después de deberle al tesoro nacional (propiedad de todos los españoles) la friolera de casi, setenta mil millones de euros, que seguro piensan en no pagar ni un céntimo. Llega el actual primer ministro y tras “pedir y rogar árnica pacificadora”, les ofrece otros cuatro mil millones para que sigan pagando sus deudas, enriqueciendo sus infraestructuras y para que sus políticos y “ejército” de enchufados a la política, cobren mucho más que sus similares en el resto de provincias o regiones españoles; además “se rumorea”, que les han prometido ya “una quita”, de su enorme deuda, que será algo así, como “la primera cuenta del rosario hasta llegar a la quita final”. O sea nuevas “bajadas de pantalones o bragas”, mientras el resto mira los infinitos escenarios donde nos pasan, los títeres y titiriteros de siempre, para con esos entretenimientos, entretenernos como bobos que somos o ellos nos creen.
Y así sigue esta España grande porque lo es, pero explotada siempre por una parte de ella y por unos políticos que como siempre, van a su panza y a su bolsillo y mintiendo más que hablan. Da igual que digan que son de izquierda, derecha o centro, “su política es su panza y su bolsillo” y poco más. Por ello la sentencia de aquel gran pensador:
"Ser de la izquierda es, como ser de la derecha, una de las infinitas maneras que el hombre puede elegir para ser un imbécil" (J. Ortega y Gasset).
Lo que queremos son hombres y mujeres justos; y de ello no hubo gobernando nadie en esta “triste y decadente España, hoy mamporrera de Europa y del resto del mundo que cuenta en el concierto internacional de este planeta”. Amén.
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