La Soledad baezana llevará la medalla de oro de la Complutense

Juan Carlos Doadrío, actual vicerrector de la Universidad madrileña y viceconsejero en anteriores gobiernos de la comunidad, dona su condecoración a la Virgen

No es baezano ni por asomo, pero a devoción hacia la Virgen de la Soledad el actual vicerrector de Relaciones Institucionales de la Universidad Complutense de Madrid, Juan Carlos Doadrío Villarejo, se iguala con muchos vecinos del municipio machadiano, vaya que sí.

A qué si no eso de donarle a la hermosísima imagen nada más y nada menos que la medalla de oro de la institución académica madrileña, que por sus méritos académicos y profesionales le fue concedida allá por 1996 y, en cuanto la pandemia lo permita, lucirá en el nutrido ajuar de esta dieciochesca talla anónima... Devoción y de la buena, está claro. 

"Tengo unos amigos con cortijo en Mancha Real, los Sánchez Aguilera; hace unos veinte años, bajábamos a Baeza. Ellos eran muy devotos de la Virgen de la Soledad, estaban en la cofradía y me hicieron cofrade. Ahora, con la pandemia del Covid, como hemos tenido tanto tiempo para estar en casa, he decidido retomar cuestiones anteriores (para unas cosas el coronavirus ha sido malo pero para otras...)", aclara Doadrío.

Sí, en el fragor silencioso del confinamiento el que fuera también viceconsejero de Patrimonio, Juventud y Deporte y de Educación y Cultura de la Comunidad de Madrid recordó, evocó y halló en el centro de su pensamiento a la bellísima Dolorosa de Baeza; eso, y enterarse de que la ciudad patrimonial fue sede universitaria siglos atrás le iluminó a la hora de escoger la condecoración más apropiada: "Creo que es la medalla que más encaja", explica.

Y la cofradía baezana, encantada de la vida con el gesto de Doadrío: "Cuando se nos dio la noticia, fue un día de júbilo para la hermandad al completo", celebra Francisco Lázaro Perales, hermano mayor del colectivo con sede en la iglesia de la Concepción. 

"Es una Virgen que me da mucha paz, me transmite mucha serenidad", asegura Doadrío, doctor en Farmacia y profesor titular del Departamento de Química en Ciencias Farmacéuticas de la Complutense al que le encantaría participar en la procesión del Viernes Santo, ir cerquita de esta Virgen que Bartolomé Lara, en su pregón pasionista, bautizó como "el Capricho de Baeza" (apunta Perales). 

Mayordomo de honor del madrileño Jesús el Pobre y hermano de El Cautivo malagueño, su donación lo vincula, para los restos, con La Soledad.