Dos policías ayudan a una mujer a dar a luz

Una hija de la embarazada avisa a los agentes de la Policía Local de Andújar, que la ayudan a dar a luz con una navaja y un reloj táctico con una cuerda

Rebeca acaba de llegar al mundo con una historia de nervios y solidaridad muy literaria. Mejor aún que la ficción. Dos agentes de la Policía Local de Andújar han ayudado a una mujer llamada Mirela, que ha roto aguas antes de llegar al hospital. Otra hija de Mirela, que se encontraban con ella, ha avisado a los policías: su madre estaba tendida junto a un portal. Los agentes la han auxiliado para que dé a luz. Tanto la madre como la bebé están en perfectas condiciones.

LA HISTORIA

Mirela estaba en el número 18 de la calle Emperador Adriano. Los agentes patrullaban cerca de la zona poco antes de las 08:00 horas. Una hija de Mireia los ha avisado para que acudieran con urgencia a prestarle ayuda. La voluntad de la madre era ir de su propio pie al hospital, pero ha sido imposible en su estado: a las contracciones le ha seguido el umbral del parto. Ni siquiera podía levantarse. Estaba dolorida, según trasladan desde la Policía Local de Andújar.

Los agentes han hecho un servicio bien distinto a la faena diaria. Han asistido al momento en que la recién nacida Rebeca ha asomado la cabeza. Después de alertar por radio a la base, los agentes han tirado de lo que tenían para completar el proceso: un reloj táctico, con una cuerda, y una navaja policial han sido las herramientas en el inesperado momento.

Después del parto, la principal preocupación era comprobar que la niña respiraba. Todo se ha hecho con sumo cuidado para evitar poner en peligro a la bebé. Y así se ha dado el primer grito al mundo de Rebeca: escoltada por la Policía Local.

Las asistencias sanitarias han trasladado a la mujer y la niña hasta el hospital. Rebeca y Mirela están juntas y felices. El desenlace deseado.