Claudia Martínez, el rostro orcereño de la superación
Pese a su afección, la adolescente es un "ejemplo" de apuesta por la independencia personal, que evidencia en sus prácticas administrativas en el Ayuntamiento
Además de escribir sus célebres Caracteres, a Jean de la Bruyère le dio tiempo de dejar para la posteridad un puñado de frases que lo han convertido en un habitual de las páginas de las agendas: "De las dificultades nacen los milagros", se cuajó el filósofo francés del XVII.
Hace tres siglos largos, sí, pero podría haberla firmado hoy mismo si se hubiese dado un garbeo por Orcera y se hubiera cruzado con Claudia Martínez Blázquez. Una orcereña de diecisiete años con la que no puede ninguna limitación, por más que se empeñe.
Afectada de espina bífida desde el comienzo de sus días, está curtida en eso de pasar horas y horas en salas de rehabilitación, quirófanos...:
"Desde antes de nacer ya sabíamos que venía con espina bífida; fue un momento muy duro, nos lo pusieron muy muy mal. La diagnosticaron con el grado más grave (mielomeningocele), que viene con lesión medular. Nos dieron muy malas esperanzas al nacer", recuerda Paloma Blázquez, la madre de Claudia, mientras derrocha positividad, ganas de luchar.
Y es que, como explica su progenitora, su hija "es un ejemplo de superación, muy constante, tiene muchísima fuerza", sentencia.
Tanto es así que la protagonista de este reportaje, si se caracteriza por algo, es precisamente por eso, por su afán de independencia. De ahí que, tras culminar el primer ciclo de Gestión y Administración de Empresas, esté plenamente orientada, ahora, en acceder al segundo.
Un proceso que la ha hecho incorporarse al Ayuntamiento del municipio para realizar unas prácticas que, según su madre, le han supuesto un gran incentivo: "Está muy ilusionada", asegura Paloma, que con su marido, Javier Martínez, y sus otros dos hijos forman un gran equipo volcado en normalizar la existencia de su hija y hermana:
Sí, gracias al convenio que el Consistorio mantiene activo con el IES Francisco Marín de Siles (explica el concejal de Cultura y cronista oficial de Orcera, Sergio Rodríguez) "han sido muchos los chicos que han pasado tanto por las oficinas municipales como por la residencia de mayores":
"Cuando supimos que venía Claudia, los concejales del equipo de Gobierno nos sentimos muy contentos de que nos hubiera elegido, y hemos puesto todo lo que ha sido necesario de nuestra parte para que pueda aprender y desarrollar sus prácticas con total normalidad. La verdad es que es un ejemplo de superación que merece la pena que sea conocido fuera de Orcera y esperamos que se sienta cómoda con el personal del Ayuntamiento y aproveche al máximo su periodo de prácticas".
Rodríguez, que es como un 'ángel de la guarda' para los Martínez Blázquez, apostilla: "Conozco los problemas de salud producidos por su discapacidad y, en lo personal, tanto la actitud de Claudia como la de sus padres me parece un ejemplo digno de resaltar, por su implicación y su lucha porque tenga una vida lo mas independiente y normal posible".
Así habla la madre de Claudia como habla cuando se refiere a este singular edil: "Vivimos en Orcera, que ya de por sí es un pueblo en cuesta, un pueblo con muchas barreras arquitectónicas, así que no tengo palabras para agradecerle todo lo que ha hecho por ella; todo lo que he ido a decirle, siempre lo ha solucionado en la mayor medida posible. Es una excelente persona, nunca le podré agradecer todo lo que ha hecho por mi hija. La sociedad es como es, y la ha ayudado muchísimo. Gente como él debería haber más en el mundo".
No es su único 'cómplice', que la familia también pone todo de su parte: "Hemos tenido siempre muchísimo apoyo de ellos, y eso es muy importante en estos casos", celebra la mamá.
Aficionada a la música, amante de los animales, le encanta nadar y si no fuera porque para disfrutar de agua calentita en las piscinas climatizadas hay que pegarse un buen viaje, prácticamente no saldría del agua.
MENSAJE POSITIVO
Paloma se deshace en elogios hacia su hija, por pasión de madre (a qué negarlo) y, también, porque por sus obras los conoceréis, y Claudia destila ganas de vivir a tope, buen ambiente a su alrededor.
Una actitud valiente ante la adversidad, que el matrimonio contagia a sus hijos y que, en estas páginas digitales, quieren dejar como el más plausible de los mensajes:
"Hay que coger el toro por los cuernos, es la única solución. Cuanto más pequeños son los problemas, más nos agobian, pero cuando viene uno grande no tienes más remedio que afrontarlo, ser lo más feliz posible, para transmitir esa felicidad a ella también. ¡Si nosotros no estamos bien, cómo va a estar ella!
Paloma concluye: "No sacamos nada con lamentarnos, hay que luchar lo máximo, y que ella sea lo más independiente y feliz posible. Eso sobre todo". Dificultades y milagros..., lo que decía La Bruyère.
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