El adiós triunfal de Ángel Ruiz

El artista marcial galduriense celebra las dos medallas de oro en el Mundial de Kenpo y encara un futuro centrado en la escuela que lleva su nombre

Ángel Ruiz —deportista marcial, galduriense de 37 años— acaba de cerrar una etapa vital y deportiva con un triunfo: ha conseguido dos medallas de oro en el Mundial de Kenpo, recientemente disputado en Budapest (Hungría). "Ha sido muy emotivo y he disfrutado cada momento", señala en declaraciones a este periódico.

Que fuese la última vez en la élite, como sénior, no ha cambiado la rutina del deportista. Los entrenamientos previos hicieron hincapié tanto en el apartado físico como en la parte meramente técnica. Ruiz llegó a Budapest el martes con el resto de miembros de la selección española. A él le tocó competir entre el jueves y el viernes. Dos días, dos oros.

En la categoría de combate al punto lidió con cuatro oponentes. El galduriense pudo con todos, aunque también hubo dificultades. La semifinal, contra Rumanía, exigió que el deportista diera su mejor versión. Así llegó hasta el último asalto. De nuevo tuvo a un luchador de Rumanía enfrente. "La final fue un poco más cómoda, porque mantuve la iniciativa desde el principio. Ante sí que me tocó remontar", recapitula.

La sintonía con su compañero Emilio Mínguez permitió sumar un nuevo oro en técnica por equipos. Todo salió a la perfección. "Hicimos las técnicas como unas cinco veces. Estaba tan preparado que fue muy bien desde el principio", dice y alaba a su compañero. Además, el de Jódar fue bronca en formas (katas). El Ayuntamiento de Jódar ha felicitado, a través de redes sociales, a su paisano por la gesta.

DESCONEXIÓN DE LA ÉLITE PARA ENCARAR PROYECTOS

Ruiz reconoce que no sabe cuántos campeonatos de España ha ganado; ha perdido la cuenta y cree que son "17 ó 18". En el palmarés brillan cinco mundiales y siete medallas de oro. Son los títulos más laureados de una carrera que empezó en Jóda cuando solo tenía nueve años.

"Recuerdo que el primer trofeo lo gané en Guarromán", señala. La edad actual, 37 años, propicia que pase a la categoría de veteranos. No obstante, entre los planes de Ruiz está alejarse de la competición. Tiene una escuela que lleva su nombre en Las Rozas (Madrid), donde hay inscritos 170 alumnos. Y le gusta ir de vez en cuando a su pueblo para darse encuentro con Manuel Cuevas, el entrenador con el que empezó la historia triunfal que selló en Rumanía.

El kenpo, afirma, se lo ha dado todo, y no piensa olvidar las lecciones que aprendió en el pasado para progresar con nuevos proyectos en el futuro: "Constancia, respeto a todo, amar la vida. Esos son los valores que me ha inculcado el kenpo. Sin esta profesión no sería la persona que soy", concluye.