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España: el mayor productor de aceite de oliva que no frena la caída de consumo

Por Esperanza Calzado - Enero 23, 2019
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España: el mayor productor de aceite de oliva que no frena la caída de consumo

La escuela de negocios EAE apunta que el aumento del consumo en países no productores es debido a la “difusión internacional de las bondades del aceite de oliva y la dieta mediterránea"

A pesar de ser el mayor productor, el consumo de aceite de oliva en los hogares españoles ha disminuido durante los últimos 10 años. 425 millones de litros se ingirieron en el año 2008 y, en 2017, no se llegaron a alcanzar los 342 millones de litros. Son los datos que recoge EAE Business School en el estudio "El Sector oleico. Datos para la campaña 2019". Lo que sí se señala es una tendencia a ir incrementando la ingesta del virgen extra.

El documento, que toma como referencia los datos del Consejo Oleico Internacional, la Agencia de Información y Control Alimentarios y el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, indica que en valor, el aceite ha experimentado la evolución inversa. Apunta que de los 1.256 millones de euros del año 2008 se ha pasado a los 1.373 en 2017. Este incremento se debe, a ojos de la escuela de negocios, al aumento de los precios por un aumento de la demanda. 

Estos datos casan con el Informe del consumo de alimentación en España 2017, elaborado por el Gobierno central. Apunta a que el consumo doméstico de aceite retrocedió un 3,8% en 2017. Sin embargo, en términos de facturación el balance fue positivo (+1,3%) como consecuencia directa del incremento del precio medio de la categoría. En el largo plazo se aprecia un descenso continuado en el volumen de compra de aceite desde el año 2010, arrastrado por el aceite de oliva. El 63,9% de la cantidad consumida corresponde a aceites de oliva, el 31,9% a girasol, el 2,9% a aceite de semillas, el 1,2% de orujo, y el 0,1% restante se divide entre el resto de aceites (aceite de maíz y aceite de soja). 

EXPORTACIONES

EAE Business School apunta, en su estudio, que las exportaciones de aceite español alcanzarán cifras record de 1.200 miles de toneladas en la campaña 2018-2019, debido a las bajas producciones de Italia y Grecia, así como el resto de los países mediterráneos a excepción de Marruecos. Para la campaña 2018/2019, la previsión es que la producción mundial supere las 3.100 miles de toneladas, aproximadamente un 5,5% inferior a la de la anterior, que fue de 3.313 miles de toneladas. “Una reducción que no supone un problema para el comercio internacional, ya que se compensa con las existencias finales de la producción del año anterior”, tal y como citan los autores.

Además, señala que a lo largo de las tres últimas décadas, la producción mundial ha experimentado un crecimiento del 50%, pasando de los de 2 millones de toneladas en la década de los 90, a más de 3 millones a día de hoy. Según el estudio, este incremento ha supuesto “un considerable aumento de la superficie de olivar plantada y la constante mejora en las técnicas de oleicultura”.

 Extracción del primera aceite en Martos. Foto: Ayuntamiento de Martos
Extracción del primera aceite en Martos. Foto: Ayuntamiento de Martos

CONSUMO MUNDIAL

El consumo mundial de aceite ha aumentado, desde los años 90, igual que ocurre con la producción. Pero los autores alertan de que este incremento no se ha producido en los países productores y tradicionalmente consumidores, sino en algunos no productores. Italia y España siguen siendo los mayores consumidores en el mundo, según sus datos, a pesar de una disminución del 20% y 10% respectivamente, y situándose en algo menos de 500 miles de toneladas anuales. Estados Unidos ocupa el tercer lugar con 300 miles de toneladas al año, dato que es el triple de hace 25 años.

Los países no productores que han experimentado incrementos exponenciales en el consumo de aceite de oliva han sido Alemania y el Reino Unido, donde se ha multiplicado por cinco. Por su parte, Grecia ha visto reducido su consumo en aproximadamente un 40%. Fuera de la Unión Europea, en países como Japón, Brasil, Australia y Canadá, los crecimientos han llegado incluso a ser mayores.

Según el estudio, el motivo del consumo en países no productores se debe a la “difusión internacional de las bondades del aceite de oliva y la dieta mediterránea". Otro factor a tener en cuenta es la subida del precio del aceite, como consecuencia del aumento de la demanda, que se traduce en “un menor consumo en países productores, ya que son reticentes a un precio elevado para un producto que consideran básico y no de lujo, mientras que en los países no productores con rentas mucho más altas, no supone un inconveniente”.

LOS AUTORES DEL ESTUDIO

Son, por un lado, Mariano Íñigo. Es licenciado en Derecho y Ciencias Económicas y Empresariales y Máster en Investigación en Economía y Empresa por la Universidad Pontificia Comillas de Madrid. Ha sido vocal de la Junta directiva de la Asociación Española de la Industria y Comercio Exportador de Aceite de Oliva; de la Junta directiva de la Asociación Nacional de Industriales y Refinadores de Aceites Comestibles; y de la Junta Directiva de la Asociación Profesional de Fabricantes de Galletas. También ha sido miembro del Consejo Asesor de Formación del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente.

Por otro lado, está Lisardo de Pedro, doctor en Ciencias Sociales y Jurídicas por la Universidad Rey Juan Carlos I y licenciado en Gestión Comercial y Marketing por ESIC. Ocupando siempre posiciones de línea de Producto ha sido responsable de las decisiones tanto estratégicas como de las variables del marketing Mix de los productos de su responsabilidad en marcas como Cuétara, Arroz SOS, Carbonell, Koipe, Barco de Vapor. 

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