EL DESAFÍO DEL CASTILLO DEL BERRUECO
Como una muñeca Matrioska, la intervención de emergencia en la fortaleza de Torredelcampo ha supuesto un reto dentro de otro. Desde la toma de decisiones administrativas históricas hasta una ejecución plagada de barreras. Esta es la historia reciente del Castillo del Berrueco
Ciudadanos y políticos han luchado por la conservación del Castillo del Berrueco prácticamente desde que fue declarado Bien de Interés Cultural en 1985. Documentos técnicos y expedientes se toparon con la dificultad de que la fortaleza es propiedad privada. En 2005, se inició un litigio por la propiedad entre la familia Mármol y el Ayuntamiento de Torredelcampo para reclamar la posesión de un bien que, mientras tanto, se moría. Estaba a punto de colapsar y había que tomar un decisión.
De ahí nace el primer hito histórico. A principios de febrero de 2019, se redactó el primer informe: Estrategias de Conservación y Mejora del Uso Público para el Castillo del Berrueco; documento que trazó el libro de ruta de todo el proceso. Ubicado en un área de campiña a unos kilómetros del casco urbano torrecampeño y de Jaén, se trata de una fortificación edificada por los musulmanes en torno al siglo XII y reformada por los castellanos tras su conquista. Participó tanto en las luchas fronterizas entre moros y cristianos, como en los conflictos civiles que enfrentaron a los nobles con el rey Enrique IV. En sus cercanías hay inmuebles como naves de aperos, viviendas, una ermita y una escuela. Sin embargo, su mal estado de conservación ha hecho que esté en riesgo durante décadas.
No hace falta expropiar un bien para poder rehabilitarlo, lo contempla la legislación. Por eso se tomó la decisión de presentar un expediente de obras de emergencia y la Consejería lo aprobó en un mes. El primer desafío burocrático solventado. A partir de ahí, en medio de un confinamiento, se iniciaron las obras que se convirtieron en una carrera de obstáculos. Arrancaron el 22 de abril de 2020 y finalizaron el 19 de octubre.
¿Qué ha supuesto para usted esta intervención de emergencia? La pregunta es para Javier Chica, alcalde de Torredelcampo, que tiene clara la respuesta: "Ha supuesto la tranquilidad de que un Bien de Interés Cultural de mi municipio no va a desaparecer". Confiesa que no ha sido un camino fácil, pero el resultado ha sido muy satisfactorio. Una intervención que, en sus palabras, ha evitado la pérdida de un patrimonio que forma parte de la historia torrecampeña, y cuya preservación y puesta en valor es uno de los grandes objetivos del equipo de Gobierno que preside.
Desde el punto de vista institucional, es imposible quedarse con un único desafío. "Hemos tenido la suerte de contar con un equipo técnico muy preparado, que nos ha facilitado la intervención", aplaude. Sí es cierto que a nivel administrativo no ha supuesto un proceso "ni fácil ni rápido" al estar la propiedad en manos privadas.
"Tras varios intentos de acuerdo, ya hemos comenzado los pasos firmes para conseguir que un recurso histórico tan importante como este Bien de Interés Cultural pase a ser propiedad del pueblo, y continuar con el proceso de su rehabilitación y puesta en valor". Sin duda, un gran anuncio realizado a través de las páginas de Lacontradejaén.
EL EQUIPO TÉCNICO
Juan Carlos García de los Reyes es arquitecto y director del proyecto. Cuando se le pregunta qué ha supuesto esta intervención la respuesta es clara: "Es la constatación, una vez más, de que los profesionales tenemos que intervenir mezclando la inteligencia con la audacia y el corazón". Inteligencia para conocer las legislaciones, los criterios que tienen las administraciones para autorizar los proyectos, cómo se debe tratar un Bien de Interés Cultural y un largo etcétera burocrático.
"Audacia porque hay que elegir los caminos más adecuados en cada caso, y no siempre son los más sencillos", enfatiza. Y corazón porque, en sus palabras, en esta intervención de emergencia se ha notado la pasión y el amor hacia el patrimonio; sentimientos que han logrado dar la vuelta a situaciones extremas, algunas casi imposibles de solventar pero que eran imprescindible hacer.
Desde el punto de vista de los desafíos que han representado, destaca tanto el administrativo como el técnico. En el primer apartado, Juan Carlos García de los Reyes aplaude que el Ayuntamiento de Torredelcampo haya salido de la inercia de los últimos veinte años intentando expropiar la fortaleza. "Mientras lo hacían cada vez quedaba menos castillo, por lo que se ha tenido que buscar la manera de hacer la obra de emergencia primero", defiende.
En cuanto al apartado técnico, el gran desafío es que algunas partes del Castillo del Berrueco llamaban directamente a su demolición. "Pero todo el equipo le hemos puesto el corazón para sacarlo a la UCI", concluye.
Antonio Fernández es director técnico de Construcciones Calderón, empresa encargada de ejecutar la intervención. Explica el detalle de las obras, que han consistido en la intervención para consolidación de los lienzos de muralla y torres con peligros inminentes de desprendimientos o incluso derrumbe parcial como ya había venido pasando en los últimos años en algunas zonas. Se ha intervenido en las oquedades existentes en la torre sur-oeste, en una abertura con riesgo de desprendimiento en el lienzo noreste, en las cubiertas de las torres A y B y en el muro norte.
"La actuación en el muro norte ha supuesto un estudio importante de la forma de ejecución, ya que durante la inspección previa al comienzo de su intervención nos pudimos percatar de que existía un riesgo de derrumbe completo importante por la pérdida prácticamente completa del apoyo del mismo", relata. Al tratarse del muro con la puerta de entrada a la fortaleza, se puso especial interés en su mantenimiento y conservación, por lo que diseñan un sistema de apeo en la base del mismo y un procedimiento de ejecución utilizando incluso sensores con alarmas para controlar los posibles movimientos y garantizar así sobre todo la seguridad de los trabajadores que realizaron la intervención.
De estos sensores con alarmas habla también José Miguel de la Torre, presidente del Colegio Oficial de Aparejadores y Arquitectos Técnicos de Jaén, quien ha ejercido como director de la ejecución de la obra y como coordinador de seguridad. No olvida el esfuerzo importante de imaginación que hubo que llevar a cabo, ya que la intervención se acometió durante el confinamiento domiciliario por la pandemia de Covid-19. "Cuando apenas sabíamos nada del virus tuvimos que buscar todo tipo de medidas adicionales para garantizar la seguridad de los trabajadores", recuerda.
Para De la Torre el principal desafío estaba en la consolidación del muro norte. Presentaba un estado "horrible" de estabilidad con un peligro inminente de derrumbe. Y es que se había visto afectado por la mina que se había estado explotando durante el siglo XX. Se pusieron unos testigos para controlar el posible movimiento que pudiera tener y el primer día que comenzaron a trabajar debajo se detectó un movimiento de dos centímetros. "Inmediatamente paralizamos los trabajos y buscamos una solución para consolidarlo con seguridad hasta que instalamos un sistema de alarma con detector de movimientos". Hoy, un año después, esa sirena todavía suena si hay un desplazamiento superior a los cinco milímetros.
EL FUTURO Y LOS NUEVOS DESAFÍOS
Desde una visión técnica y arqueológica, el catedrático de Historia Medieval Juan Carlos Castillo ya avanzaba hace meses que con esta actuación se ha evitado que el edificio colapsara. "Tenía unas patologías endémicas que, de no haberse actuado de extrema urgencia, creo que hubiese sido imposible salvarlo", reconocía. De hecho de 2015 a esta parte se ha perdido una buena parte de las almenas. "Se han solventado los principales problemas y hemos podido salvar y recuperar la puerta del castillo que, milagrosamente, se ha conservado", aplaude.
Según el historiador, las obras del castillo deben de seguir, necesitan una investigación arqueológica que explique la evolución constructiva de la fortaleza a lo largo de la historia y den luz sobre los elementos constructivos del interior. Sigue necesitando actuaciones urgentes, el ritmo lo dará el apoyo que encuentre el Ayuntamiento de otras administraciones y la titularidad del BIC.
Así que los desafíos de la fortaleza no se quedan ahí, ni mucho menos. Por delante restan retos importantes, entre ellos que se programen nuevas actuaciones para los próximos años y evitar que la fortaleza siga degenerando. Además, deberá programarse una investigación arqueológica de la zona, amén de la expropiación para que el Castillo del Berrueco sea de los torrecampeños.
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