El drama de los refugiados sirios
Más de 2,5 millones de niños refugiados sirios han huido a otros países. Desde el inicio de la guerra civil miles de ciudadanos han escapado a países vecinos
Lo dejan todo atrás. Familia, amigos, su hogar, sus pertenencias. Cuatro enseres básicos, si es que pueden recogerlos, ocupan el paupérrimo equipaje de esos miles de ciudadanos sirios que han abandonado todo y dejado una vida atrás huyendo de una guerra civil siria que comenzó en 2011. Un auténtico drama humanitario muchas veces ignorado por los medios de comunicación y que es mitigado por la labor de organizaciones no gubernamentales como ACNUR. Un esfuerzo en ocasiones insuficiente y que requiere de la colaboración de todos.
Jordania, Líbano o Turquía son algunos de los países vecinos en los que más de 2,5 millones de niños son refugiados cuando ni tan siquiera entienden el significado de la palabra. Fue en 2011 cuando comenzó la Primavera Árabe. Lo que empezó siendo un movimiento pacifista en Túnez, Libia y Egipto se extendió posteriormente a Siria. Pero las protestas devinieron enfrentamientos entre los partidarios del presidente sirio y los opositores hasta convertirse en una guerra civil que todavía perdura.
Según las estimaciones de ACNUR más de siete mil niños han sido asesinados o mutilados. Otros tres mil han sido reclutados para luchar en el frente mientras que más de dos millones y medio se han aferrado a ese salvavidas que es el traslado a un país vecino. Se estima que hay 5,6 millones de refugiados sirios en todo el mundo. Hay quienes han intentado cruzar el Mediterráneo para alcanzar las costas de Grecia o Italia. España se comprometió en 2015 a acoger más de 17.000 refugiados procedentes de los conflictos bélicos en Oriente Medio, pero apenas ha recibido a una décima parte.
Se calcula que 13,1 millones de personas necesitan ayuda en Siria. El 80 por ciento de los desplazados vive en situación de pobreza y allí, en Siria, el conflicto sigue presente y muchas veces oculto al resto del mundo. Al menos 21 personas han muerto esta semana en distintos ataques de las fuerzas de Rusia y de Baschar al-Asaden la provincia siria en Idlib. Más de una veintena han resultado heridas. Los datos y las imágenes sobrecogen. Es necesario reconstruir vivienda, calles, colegios, hospitales. Y esencial es la labor humanitaria de organizaciones para mitigar tanto dolor.
ACNUR trabaja arduamente para brindar ayuda, liderando un esfuerzo coordinado en toda la región. Junto con los socios, las ONG y los gobiernos de los países de acogida, se trabaja para salvar las vidas de las personas que necesitan ayuda. Con su labor se contribuye a su mejorar su educación, alimentación o salud. Requieren de cosas tan básicas como ropa de abrigo o un techo bajo el que dormir. Una donación, por pequeña que pueda parecer en España, se convierte en un salvavidas en Siria. Porque aunque la vida en el exilio es difícil, estar en casa puede ser mucho más complicado.
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