La historia del himno de Marmolejo
Rafael Machuca, compositor del himno de Marmolejo, escribe desde Brasil las emociones que le ha despertado la elección aprobada en pleno municipal
El viernes 23 de marzo del 2018 será siempre una fecha histórica para mí, un antes y un después, un punto y seguido, un nuevo tatuaje, sin el dolor necesario de los de tinta en piel. Este 23 de marzo del 2018 pasará a la historia como el día en el que, por primera vez, el pueblo de Marmolejo se levantó y canto su himno con la mano en el pecho. Por Unanimidad fue aprobado en pleno el Himno al pueblo de Marmolejo.
A mediados del 2017 comenzaba el proceso, en aquel tiempo estando en Singapur, leí la noticia de que el ayuntamiento de Marmolejo lanzaba una iniciativa en la que invitaba a participar a compositores y autores para la creación de un Himno al pueblo de Marmolejo. No tardé ni un segundo en decidirme a participar en este concurso y en este caso, como la participación debía ser anónima usé el seudónimo de ‘Motamid’, una obra de teatro de el gran Blas infante, como Homenaje al padre de nuestra patria Andaluza.
En la parte final de este escrito he querido adjuntar la explicación de la letra del himno que iba incluida en el sobre del concurso. Creo que es la mejor manera de poder expresar lo que significa el himno para mí y en que me basé para escribirlo.
Han sido meses de espera mientras la comisión de expertos valoraba las propuestas, las escuchas públicas, etc. todo hasta llegar al 23 de marzo, día en que se le dio carácter oficial tras su aprobación en pleno.
Cuando al fin llega, la sensación es extraña, una mezcla de sentimientos opuestos que no acaban de salir, mas si debes vivir la experiencia a miles de kilómetros de tu familia y tu pueblo, uno se queda como mudo intentando asimilar todo. Entiendo que es algo histórico, una aportación al pueblo que perdurará en la historia, y eso es algo enorme de asimilar para una sola persona, dos días después aún sigo en la nube.
Escribo desde pequeño, me gusta imaginar sentimientos y describirlos en forma de canción, realmente siempre quise pintarlos, pero descubrí que lo mío era dibujar con palabras. Nací y crecí en Marmolejo, hasta que por trabajo y necesidad tuve que empezar este viaje continuo por el mundo en el que estoy inmerso ahora, de hecho, esto lo escribo desde Fortaleza (Brasil). Quizás sea este largo viaje y el conocimiento de tantos nuevos mundos y culturas lo que me ha hecho tener una visión mucho más amplia de mi pueblo. Se me ha congelado el cuerpo entero en el Norte de China, he perdido amigos en Vietnam e India y hecho otros muchos más en Shanghai, Singapur, Tokyo, Brasil, Italia, Francia, Noruega, Austria, etc. Me hicieron un bautizo Hindi en Nepal, y fui ‘adoptado’ por una preciosa familia en Chile. He visto el hambre, la guerra y la muerte muy muy de cerca, he compartido mesa con hindús, Musulmanes, Católicos y Budistas. He vivido dos nacimientos por teléfono, he llorado la perdida de seres queridos en un campamento de India, y por su puesto he ido escribiendo todo esto acompañado siempre de una guitarra.
Esto último es lo que definitivamente me salva. Escribir canciones, para mí, va mucho más allá de componer letras de amor vacías. Para mi es una vía de escape, una forma de comunicarme con el mundo, un álbum que mostrar a mis hijos y mi esposa, un regalo a mis padres es mi TODO. La musica me ha hecho comprender que realmente no hay fronteras más allá de las físicas y naturales, me ha ayudado a hacer llegar mi mensaje a miles de personas y sobre todo, y aquí es donde quería llegar, me ha servido como lienzo en el que he podido dibujar por fin el amor incondicional que le profeso a mi pueblo. Todo esté viaje del que hablo, no tendría ningún sentido sin un punto de retorno, sin una meta, que no es más que volver siempre, volver a mi pueblo, a mi gente, oler sus calles en abril, tomarme unos vinos y compartir candela, cantar Andalucia Levanta con los míos, simplemente volver. No hay mucho más que pueda decir con palabras, el que una composición mía haya sido elegida Himno de Marmolejo es algo enorme para mí, y sinceramente voy a seguir luchando y siendo embajador de mi pueblo allá donde vaya, podéis estar seguro de que esto no acaba aquí, esto es solo el comienzo.
Marmolejo me ha honrado dándome un lugar en su historia, lucharé para que la historia recuerde a Marmolejo.
Salud y Viva Marmolejo
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