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'El Impostor', o cuando Linares acogió a un estafador buscado por la Interpol

Por José R. Casado - Junio 26, 2019
'El Impostor', o cuando Linares acogió a un estafador buscado por la Interpol
Imagen promocional de El Impostor. Foto: Imdb

El documental de Bart Layton sobre la misteriosa desaparición del niño estadounidense Nicholas Barclay ganó el Premio Bafta y tiene a Linares como parte de su historia

En 1994, un niño de 13 años de nombre Nicholas salió de casa para jugar al baloncesto y nunca regresó. Desapareció de la faz de la tierra sin dejar rastro. Tres años después, la familia Barclay, destrozada por la falta de noticias y la ausencia del ser querido, recibe la noticia más esperada gracias a una llamada telefónica procedente de una jefatura de policía de España: ha aparecido un joven que dice ser Nicholas Barclay.

¿Dónde? En Linares.

Me impactó el dato cuando vi El Impostor. Desconocía que aquella historia de terror real con raíces en Texas (EE UU) guardase estrecha conexión con la ciudad minera. Tampoco pude comprobar si el tema, a primera vista casi inverosímil, recibió entonces una amplia cobertura mediática en los medios de comunicación de la provincia. Recuerdo que realicé un par de búsquedas en Internet y no ofrecieron resultado alguno.

Según cuenta El Impostor, el intrigante documental de Bart Layton ganador del Premio Bafta en 2012, el niño desaparecido Nicholas Barclay fue localizado una lluviosa noche de 1994 en una cabina de teléfono de Linares. Dos guardias civiles acudieron en auxilio del adolescente, desorientado y huidizo. Horas más tarde confesó haber sido víctima de una red de explotación sexual infantil y que había logrado escapar de sus captores.

 Póster del documental en España. Foto: Imdb
Póster del documental en España. Foto: Imdb

Nicholas fue internado en un centro de acogida de menores de Linares a la espera de la llegada de su familia desde Estados Unidos. Sin embargo, el cambio físico del ahora ya adolescente levantó sospechas en la policía cuando el fax escupió la foto de aquel niño desaparecido en 1994: Nicholas ya no era de pelo rubio, sino castaño oscuro; no tenía los ojos claros, sino marrones. Y aparentaba ser mayor de dieciséis años.

Las dudas se disiparon en el reencuentro entre Nicholas y sus familiares. Días antes, el chaval se fugó del centro, se tiñó el cabello de rubio y se hizo unos tatuajes. Ni su madre ni su hermana, que fue la que viajó hasta España acompañada de un miembro de la embajada estadounidense, pusieron en entredicho su identidad. Para ellas era el hijo y el hermano perdido. Ese adolescente no era otro que Nicholas Barclay.

Una vez en Estados Unidos, Nicholas rehace su vida familiar con aparente normalidad hasta que entra en escena un investigador privado llamado Charlie Parker. Meses después, en 1998, el FBI destapa la verdadera identidad de Nicholas Barclay. En realidad se trata de Frédéric Bourdain, un criminal de origen francés buscado por la Interpol por varios delitos de suplantación de identidad.

Entonces, ¿por qué la familia se niega incluso a someterse a las pruebas de ADN durante la investigación? ¿Qué secretos esconde el clan familiar de los Barclay? ¿Cómo acabó Bourdain, 'el camaleón', en un centro de acogida de una ciudad de la provincia de Jaén? 

Si desean profundizar en la trama y en el final de este desconcertante y oscuro suceso con Linares como parte de su historia, vean El Impostor. Aunque el enigma de la desaparición de Nicholas persistirá.

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