El mapa eléctrico que invita a la esperanza
La lucha incansable que nace de Jaén y se expande por toda España para lograr que las aves no acaban electrocutadas
Dice el Ministerio de Medio Ambiente que unas 25.000 aves fallecen cada año por accidente en tendidos eléctricos. De hecho, es una de las principales causas de muerte no natural. Para luchar contra este problema, nació el proyecto "Pon un tendido en tu punto de mira". Se acunó en Jaén, de la mano de la Sociedad Ibérica para el Estudio y Conservación de los Ecosistemas. Su éxito ha sido tal que ya cuentan con colaboradores en prácticamente toda España. De hecho, han elaborado un "mapa de la muerte" que visualiza perfectamente el problema. Un mapa que, poco a poco, se transforma en el de la esperanza gracias a los aislamientos y a la reducción de muertes.
Cuando nacieron en 2014, se pusieron como reto revisar cientos de kilómetros de tendidos. En 2015 se revisan en la provincia de Jaén unos 980 kilómetros de líneas potencialmente peligrosas. Estiman 2.600 cabezas peligrosas para las aves, con diferentes probabilidades de electrocución. Cerrado el balance de 2016, son 1.198 aves electrocutadas, de diferentes especies, a destacar por su cantidad las de cuervo, busardo ratonero y búho real.
AISLAMIENTO
Durante el transcurso del trabajo de campo la prioridad fue, de manera amistosa, comunicar el problema a las compañías eléctricas, en este caso Endesa. En todo momento, hace alusión al Real Decreto 1432/2008, en la que se crea un inventario de tendidos peligrosos por la Administración Pública ligados a áreas de protección o de influencia para aves amenazadas. La plataforma explica que en su día se cumplió pero que, a fecha de hoy, es "obsoleto". "No refleja el verdadero problema para la provincia. Otro factor negativo, es la falta presupuestaria para tal fin", lamentan.
Después de varias reuniones se logra el compromiso de prioridades para el aislamiento de puntos negros. Son aquellos en que se registran más de cinco aves electrocutadas o una con categoría de amenaza. Es la propia Endesa la que se hace cargo del aislamiento. Al hilo de estos encuentros, la compañía está en un proceso de adquisición de líneas eléctricas de titularidad privada. Obligan a los propietarios a su aislamiento para poder hacerse cargo de ellas. Logra, así, el aislamiento de decenas de kilómetros de líneas peligrosas.
2016 se cierra con 55 cabezas aisladas, donde existían electrocuciones y al menos tres líneas completas con un gran historial de electrocución. Corresponden con Arroyovil (17 postes), Laguna Grande (12) y Ventosilla (anulan 33 postes). Así, en torno a 117 cabezas aisladas, modificadas o anuladas.
TRABAJO PARALELO
En 2016, el trabajo de campo no es tan intenso como la búsqueda de fórmulas para conseguir el mayor número de apoyos. Para ello, se mantienen conversaciones con el programa de recuperación del Águila imperial Ibérica de la Junta. Además, en base a nuevos territorios de la especie en zonas no afectadas por el Real Decreto de 2008, se proponen una serie de líneas problemáticas.
Con aproximadamente un 55% de prospección de tendidos con respecto a 2015, que estiman en unos 540 kilómetros, la cifra de aves afectadas desde enero a noviembre es de aproximadamente 200 ejemplares. Queda patente una disminución en los valores de electrocución, directamente proporcional a las cabezas modificadas a patrones antielectrocición.
De la misma manera, las conversaciones de Medio Ambiente con Endesa han desembocado en el compromiso de aislamiento de dos líneas en las inmediaciones de Martos. Suplen unas 150 cabezas muy peligrosas con un historial de varios centenares de aves muertas en los dos años de proyecto. Las visitas de campo confirman que se están haciendo los trámites para la modificación de la línea.
Se cierra la temporada con 32 nuevas cabezas aisladas y otras cinco líneas modificadas. Corresponden a Torrechantre (26 postes), Torreblascopedro (20), Guarromán (20), Cazalilla (25) y carretera de Fuerte del Rey (18). Son 141 nuevas cabezas aisladas, modificadas o anuladas.
SIECE
La Sociedad Ibérica para el Estudio y la Conservación de los Ecosistemas (SIECE), nace a finales de 2011. Lo hizo para contribuir al estudio y conservación de los valores naturales bajo el paradigma del desarrollo sostenible. Buscan aportar conocimiento y custodiar los ecosistemas y la biodiversidad. Su carácter integrador permite acoger distintas percepciones de las personas que se quieran implicar en el estudio y conservación del medio ambiente.
Finalmente, todo este trabajo ingente y voluntario realizado por unas 20 personas solo para Jaén ha creado una alarma social, reconocen. Unido al realizado por otros colectivos ha confluido en la creación de la plataforma SOS-Tendidos Eléctricos. Está formada por nueve entidades conservacionistas donde SIECE es socia fundadora. Y en este caso concreto, el recuento ha sido elaborado por Francisco Javier Pulpillo Ramírez, Diego Ortega Alonso, Pedro Antonio Jódar de la Casa, Francisco Manuel Camacho Martín y Félix López Soria.
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