El reto de ser un campeón matemático mundial

José Pérez Cano se presentará a las Olimpiadas de Física antes de competir por el oro en el torneo internacional de Matemáticos que se celebrará en julio en Rumania

Después de un triunfo, llega la aspiración de competir por otro. Por más de uno, en el caso de José Pérez Cano, alcalaíno de 17 años. El flamante campeón de la LIV Olimpiada Matemática Española de la UJA afrontará desafíos tras el parón estudiantil de Semana Santa: debutar en las Olimpiadas de Física, acabar Bachillerato y viajar a Rumania para participar en la Olimpiada Internacional de Matemática fijada para comienzos de julio. En Cluj-Napoca será el único representante de Andalucía.

El estudiante del Alfonso XI se presentó por tercera vez al torneo nacional celebrado en la UJA. Hizo bueno el manido refrán, porque las dos experiencias anteriores quedaron lejos del éxito. "No pude resolver ningún problema", recuerda. Otra historia ha sido este año: resolvió tres tareas a la perfección, mérito suficiente para conseguir el oro.

Los problemas comprenden distintos ámbitos de la materia, como el álgebra y la teoría de números, entre otros. Fueron tres y horas media de evaluación. "Me puse más nervioso con la entrega de las medallas que en las pruebas", afirma. Los nervios posteriores a las prácticas obedecieron a que tuvo que esperar hasta el final para saber si conseguía el oro o no. Y escuchó su nombre.

ATRAÍDO POR LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL

El alcalaíno reconoce que las matemáticas le han resultado asequibles a lo largo de su etapa académica. ¿Por qué pervive ese malditismo de la materia en las aulas? "Pienso que si todavía tiene mala prensa es por cómo se enseñan. No puede ser todo cálculo, como lo transmiten en el colegio. Hay que enseñarla aplicándola a aspectos de la vida real", razona.

José Pérez Cano cuenta que deberá estudiar "tres o cuatro" libros para prepararse con rigor   la olimpiada mundial. Lo dice sin inmutarse. En el horizonte tiene también el reto de cursar Ciencia e Ingeniera de Datos el año que viene, cuando estrene andadura en la Universidad. Sueña con dedicarse a cuestiones relacionadas con la inteligencia artificial. Detectar melanoma, por ejemplo. Si lo consigue, ese será un oro genuino, mucho más valioso que cualquier medalla.