EL VALOR DE LA MEMORIA
A Rosendo Gutiérrez, todo el mundo lo conocía en Porcuna como el "hijo de María la Santa". Carpintero de oficio, era sindicalista de la UGT y afiliado del PSOE. Nació en 1918 y, según consta en su ficha, fue fusilado en 1941, después de someterse a un consejo de guerra en un procedimiento sumarísimo de urgencia, el número 16.566. Este es solo uno de los cientos de episodios trágicos de nuestra historia contemporánea, ligados a la Guerra Civil (1936-1939) y a la inmediata posguerra, que permanecieron ocultos por diversas causas -miedo, represión, censura, tabú…- derivadas del forzado silencio que sobre ellos impuso la dictadura franquista.
Las víctimas del régimen conocieron múltiples formas de violación de sus derechos: asesinatos, agresiones sexuales, escarnios públicos, depuraciones laborales, inhabilitaciones, requisas, saqueos, incautaciones, trabajo esclavo, exilio y muchas otras maneras de represión que están siendo ahora esclarecidas por los historiadores gracias a la documentación que se ha conseguido conservar y, sobre todo, al testimonio de testigos y familiares.
En pleno debate sobre la exhumación de los restos de Franco del Valle de los Caídos, asociaciones memorialistas, corporaciones locales y, sobre todo, familiares de víctimas han logrado restaurar la memoria de los represaliados y reducir a la mínima expresión los vestigios de la represión franquista, aunque "todavía queda mucho por hacer", reconoce Miguel Ángel Valdivia, presidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica para la provincia de Jaén, una de las personas que más lucha por devolver el honor y la honra a todos aquellos que lucharon por la libertad y la democracia.
Constituida en 2003, fue con la aprobación de la Ley de Memoria Histórica en 2007 cuando la asociación intensificó su labor para defender el derecho a disponer de toda la información desconocida del periodo histórico de la posguerra y el derecho de miles de familiares a saber dónde están los restos de sus parientes fusilados o muertos en campos de concentración y enterrados en fosas comunes. Labor que comenzó el periodista Juan Armenteros, primer presidente del colectivo, al que se sumaron Vicente Laguna, Santiago Milla, Francisco Navea y, posteriormente, Miguel Ángel Valdivia, entre otros muchos. Su ingente trabajo, acompañado con las distintas normas aprobadas por el Parlamento de Andalucía, ha permitido desmontar las falsedades del régimen y tratar de resarcir el dolor de las familias que perdieron a sus seres queridos.
EL MAPA DE LAS FOSAS COMUNES
24 fosas y 2.024 víctimas. Éstas son las últimas cifras que dibujan el Mapa de Fosas Comunes de Andalucía en la provincia de Jaén, en el que se señalan nuevos enclaves, fruto de la represión durante la Guerra Civil y el franquismo. Su diseño interactivo se dirige al objetivo de seguir contando con la participación y las aportaciones de la ciudadanía. El mapa interactivo señala que, actualmente, hay documentadas 24 fosas divididas entre localizadas, exhumadas, dignificadas y, en el mejor de los casos, exhumadas y dignificadas en los municipios de Alcalá la Real, Alcaudete, Andújar, Arjona, Arjonilla, Baeza, Bailén, Baños, Cazorla, Jaén, La Carolina, Linares, Mancha Real, Marmolejo, Martos, Navas de San Juan, Sorihuela del Guadalimar, Torredonjimeno, Úbeda y Villacarrillo. Pero es en la capital en la que encontramos más víctimas de aquellos años de terror. En total hay localizadas seis fosas donde descansan los restos de 1.265 personas. Todas ellas en el viejo cementerio de San Eufrasio.
Sin embargo, según Miguel Ángel Valdivia, cada día aparecen más familiares que demuestran que "existen otras pequeñas" todavía por determinar en distintos municipios de la provincia. La mayoría de los demócratas fusilados están en fosas comunes de los cementerios más importantes de la provincia, en lo que fueron cabeceras de comarcas. Sin embargo, el presidente de la asociación recuerda que hay una gran fosa en los campos próximos a Lopera, donde se calcula que hay enterrados un millar de soldados brigadistas internacionales y republicanos que lucharon contra las tropas franquistas en la batalla que lleva el nombre del pueblo, en diciembre de 1936. "También hay fusilados en cunetas a las afueras de localidades, como en la carretera de Alcalá la Real a Priego de Córdoba", precisa Miguel Ángel Valdivia.
Este mapa se seguirá revisando con las nuevas investigaciones que se vayan realizando, así como con las intervenciones de localización, exhumación o monumentalización que se lleven a cabo por las administraciones públicas. En este punto conviene recordar que Andalucía ha sido la primera comunidad autónoma en comenzar la elaboración de un mapa de fosas comunes en el año 2005. En la presente actualización, la Dirección General de Memoria Democrática contactó con todos los ayuntamientos andaluces para que remitieran información. Asimismo, se ha contado con la colaboración técnica del Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico y se ha constatado la gran importancia de los testimonios de testigos, familiares e investigadores locales como fuente de información para la localización de fosas y lugares de enterramiento.
VESTIGIOS DEL FASCISMO
La Ley de Memoria Histórica y Democrática de Andalucía, que entró en vigor hace un año, obliga a los ayuntamientos a eliminar o retirar los vestigios del fascismo en sus municipios, so pena de ser sancionados o excluidos de las convocatorias de subvenciones públicas si no lo hacen. Si se niegan (infracción grave), la Junta lo hará de forma subsidiaria, y a los alcaldes se le pondrán multas de 2.001 a 10.000 euros. Otra infracción grave será “no comunicar el hallazgo casual de restos que pudieran ser de represaliados”, y entre las muy graves (de 10.001 a 150.000 euros) está construir o remover sin autorización el terreno donde hubiera restos de desaparecidos, hacer excavaciones en dichas zonas o destruir fosas. La norma ha acelerado en numerosos municipios de la provincia la aprobación de propuesta para borrar de sus calles, plazas o espacios públicos cualquier símbolo que recuerde al anterior régimen.
Linares, por ejemplo, aprobó en el mes de febrero una iniciativa para "recuperar la dignidad y el honor de quiénes fueron víctimas de la dictadura" y convertirla en una ciudad libre de distintivos relacionados con el franquismo. Uno de los pocos que quedan se sitúa en la iglesia de San Francisco, ubicada en plaza que lleva su nombre, donde una losa, a la entrada del templo, rememora a los caídos y a Primo de Rivera. Asimismo, en algunos edificios permanecen placas del antiguo Ministerio de Vivienda, construidas como Viviendas de Protección Oficial. Todos ellas serán eliminadas.
Miguel Ángel Valdivia explica que la mayoría de los vestigios fascistas que aún quedan en la provincia guardan relación en buena medida con iglesias. Ya sea en el exterior o en el interior de los templos, todavía existen representaciones que honran a las figuras del régimen anterior o lápidas que ensalzan a los "caídos por Dios y por España", como las de la Catedral de Jaén, o las vidrieras de la de Baeza.
Lo mismo ocurre en el entorno del Santuario de la Virgen de la Cabeza, uno de los lugares en los que la huella del franquismo sigue presente y rememora la resistencia durante meses de los militares sublevados contra la República. Fue uno de los episodios de la dictadura que se convirtió en mito y leyenda para los golpistas hasta el punto de llegar a rodar una película sobre el asedio. De hecho, su importancia a nivel de propaganda iguala a la batalla del Alcázar de Toledo. En mayo de 2017, el Ayuntamiento de Andújar aprobó en sesión plenaria solicitar al Estado que, en cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica, elimine los 35 hitos y símbolos franquistas del Santuario, petición que era extensiva a toda la dehesa, incluidos los terrenos cedidos al Consistorio. En total, hay localizados en el término municipal de la ciudad iliturgitana 567 elementos, la gran mayoría en el citado Santuario.
También queda algún resquicio en el pantano del Tranco, inaugurado por Franco, y en municipios, aunque, por fortuna, reducidos a la mínima expresión, después de los esfuerzos realizados para eliminar cualquier simbología, honores o reconocimientos a personas vinculadas al franquismo.
APLICACIÓN DE LA LEY DE MEMORIA DEMOCRÁTICA
Miguel Ángel Valdivia asegura que la Ley de Memoria Democrática de la Junta de Andalucía se está aplicando conforme a los preceptos legales para evitar que sea rechazada por los tribunales. Así, explica que en la provincia de Jaén ya se ha actuado en la exhumación científica de cuatro demócratas represaliados en Marmolejo y hay peticiones pendientes de ejecución en otros pueblos. No obstante, admite que "queda bastante por hacer", pero cree que "en dos años se cumplirá un gran porcentaje de la norma".
En este punto, el director general de Memoria Democrática de Andalucía, Francisco Javier Giráldez, reclama un mayor apoyo del Estado en las políticas de memoria histórica, que en su opinión ha estado ausente en los últimos años. Durante la conferencia de clausura de los XIII Cursos de Verano de la UJA en Torres dirigidos por el exjuez Baltasar Garzón, Giráldez aseguró que "hay una proliferación de políticas de memoria histórica en muchas comunidades autónomas, pero si hubiera una del Estado no estaríamos en la situación actual". Además, considera que la memoria histórica necesita de estudios profundos para conocer el pasado, "tenemos que conocer mejor lo hecho y lo no hecho para hacer una mejor valoración", señaló Giráldez.
A lo largo de su intervención, el director general de Memoria Democrática de Andalucía hizo un repaso a las exhumaciones realizadas durante la transición en Andalucía y enumeró las acciones desarrolladas en Andalucía desde 1999, donde, en su opinión, ha habido un periodo "en el que el empuje del movimiento memorialista ha sido fundamental". "Necesitamos el apoyo del Estado, porque en España hay un problema con este tema del pasado que no acaba de pasar", dijo Francisco Javier Giráldez, en la conferencia titulada 'Políticas de Memoria en Andalucía'.
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