ElPozo arranca la mata valdepeñera
Los murcianos vuelven a aprovechar los errores contrarios con excelente puntería y eliminan al cuadro vinatero de las semifinales de la Copa de España
Las únicas certezas antes de la segunda semifinal de la Copa de España entre el Viña Albali Valdepeñas y el ElPozo Murcia era que la final no sería inédita: el Barça ya se había enfrentado a ambos en el último partido tanto en 2020 (Valdepeñas) como en 2011, 2013 y 2019 (ElPozo). La otra era que los manchegos “golearían” en las gradas. Desde la primera ocasión vinatera, desde el primer segundo en el que los charcuteros pisaban la pelota, había pitos. Música de viento para mover los molinos.
El verdadero reto para los de David Ramos era aguantar la compostura cuando la Santa Trinidad del ElPozo (Taynan, Gadeia y Rafa Santos) apareciera en pista junto con el cansancio. Hasta ese momento, fueron 11 minutos de balas de fogueo sin propuesta murciana. Buscó el error, al igual que ante el Ribera, y casi lo encontró cuando Edu se fue de excursión prematura. El portugués perdió la bola y obligó a Lolo a perseguir cada rodaja de jamón que veía. Pudo hacerlo para mantener el empate seco en los marcadores, aunque todo hacía indicar que no sería por demasiado tiempo: el Valdepeñas sumó cinco faltas cuando restaban seis minutos y cada vez se veía más exigido.
La sexta llegó y Gadeia no perdió la oportunidad de adelantar a los suyos antes del descanso. El plan volvió a salirle a Giustozzi: poco desgaste y suficiente renta.
La vuelta de vestuarios trajo consigo un nombre por encima del resto: Lemine. El gaditano fue el que puso mayor intención en que se nivelara el asunto cuanto antes. Recortó, pasó, defendió y disparó con peligro, pero sin suerte, que tampoco estuvo en el repliegue en el que Sergio González cometió una falta escorada. A Taynan le quemaron primero los ojos y después la puntera de la zapatilla para superar a Edu. Fue tal el golpe inesperado que la esquina azul del Olivo Arena se silenció por la incredulidad. Por suerte para el Valdepeñas, tardó poco Alberto en practicar kárate en el área propia. Batería todavía quería creer y transformó el penalti. Gadeia, segundos después, no permitió que la espuma ciudadrealeña subiera. Anotó el 3-1 como reacción.
La nueva fase en la que entraba el partido era provocar la quinta falta del ElPozo Murcia y así el Valdepeñas disponer de otro as en la manga para añadir más fuego a la sartén. Se consiguió con otra ruta de Edu, que esta vez no acabó con el mismo dramatismo que la primera. Dos minutos después, los azulones tenían su primer lanzamiento de 10 metros en bandeja. Juanjo lo detuvo para alargar la agonía valdepeñera. Darío profundizó en ella e Ivi acortó de nuevo. El resultado, 4-2, era el mismo con el que el ElPozo Murcia había ganado sus últimos tres partidos. No sería el cuarto, pues Fernandito celebró uno más a puerta vacía, ya con los vinateros sin nadie en la puerta. El resultado no volvería a sufrir modificaciones.
No pudo el Valdepeñas sumar su segunda final en tres años para lástima de su afición. Para el ElPozo sería la decimoquinta copera, cuyo último triunfo data de 2010. Demasiado tiempo para un equipo “grande”.
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