Emprendimiento e incertidumbre
Las sociedades avanzadas huyen de la incertidumbre en los temas sociales, y en ello basan su éxito. Todo el mundo quiere tener garantizadas sus pensiones, el acceso a la sanidad, la educación, etc... Algo parecido sucede en el apartado del desarrollo profesional, y por eso es tan difícil el emprendimiento. El camino del emprendedor siempre presenta incertidumbre, y además no se nos forma para serlo ni contamos con las ayudas que desearíamos para nuestros negocios.
Cuando un joven profesional en nuestro país quiere desarrollar su vida laboral, tiene que optar entre el camino estrecho, pero muy seguro y con pocas incertidumbres, del funcionariado, o bien el trabajo por cuenta ajena en empresas - mejor cuanto mayor tamaño - con un aceptable grado de inseguridad en el empleo. Sólo aquellos más atrevidos, y con sueños de crear riqueza y prosperidad sin un límite fijo en beneficio propio y de la sociedad, se aventuran a tomar el camino del emprendimiento.
Emprendimiento e incertidumbre siempre van unidos. Pero hay herramientas para poder reducir esta incertidumbre, para hacerla asumible, para evitar que el crear una empresa sea un mero juego de azar donde exponemos nuestro dinero, que a veces no tenemos y es prestado, y nuestro tiempo vital.
Existen metodologías contrastadas de análisis para la creación de pequeñas empresas, que van desde los sectores tradicionales (un pequeño negocio, un comercio de barrio,…) hasta las 'startups' en sectores punteros tecnológicos.
Estas metodologías se estudian en las escuelas de negocios, pero el emprendedor, a menudo experto en temas ajenos a la economía, no siempre las conoce. A estos conocimientos teóricos, además, se deben añadir en su aplicación práctica las enseñanzas obtenidas de la experiencia de profesionales, directivos y empresarios que atesoren muchos años de trabajo y visión empresarial y que nos puedan ayudar. La experiencia, unida a la sensatez y la prudencia, siempre es una garantía.
Muchas veces, los resultados de sencillos análisis externos realizados por expertos séniors con amplia experiencia empresarial desaconsejan claramente la continuidad de los negocios, bien por razones económicas o de viabilidad técnica. En cambio, a menudo, los emprendedores no son capaces de ver estos resultados, cegados con su idea que creen ganadora. La experiencia detecta rápidamente estos negocios condenados al fracaso y conviene abandonar cuanto antes su desarrollo.
A veces, sin embargo, hay que aplicar métodos de análisis más complejos para proyectos disruptivos. Métodos como puede ser el 'lean startup', creado en los campus norteamericanos y de uso en los proyectos tecnológicos, sirven para poder llevar adelante su desarrollo.
En algunas ocasiones también se detecta la incapacidad del emprendedor para desarrollar su proyecto, dado que él mismo no puede ver sus propias limitaciones (hay que explicar de forma empática a muchos entusiastas desorientados que no todo el mundo puede ser emprendedor, que hay otros caminos para el desarrollo profesional).
Existen muchas recetas para tener éxito en un negocio que se emprende, pero ninguna es totalmente segura. No obstante, cada una de las herramientas de análisis y gestión de las que se ha hablado minimiza el riesgo. Aunque lo intentemos evitar, todos asumimos riesgos en nuestra vida, pero siempre hay que maximizar las probabilidades de acierto.
En algunos cursos empresariales se pone de ejemplo el riesgo que todos corremos cuando en nuestro coche adelantamos a un camión en una carretera estrecha, con el asfalto irregular, lloviendo y con poca visibilidad. Mucha incertidumbre. Momentos de tensión para el conductor.
Desearíamos ir por una segura autopista. Y en este caso, sabemos que nuestra seguridad se fundamenta en usar los medios técnicos (el coche) en perfecto estado de funcionamiento, en tener nuestros reflejos y capacidad de reacción activos y preparados, y, finalmente, tener mucha experiencia en la conducción, para llevar a cabo con éxito esta maniobra. Y aun así, siempre queda, no se puede evitar, un pequeño margen para el azar y la suerte.
Equipo, conocimientos y experiencia son, así pues, los factores necesarios para tener éxito en nuestro proyecto empresarial. Son las armas que nos ayudarán para hacer realidad el sueño de crear riqueza y bienestar para nosotros y nuestros clientes mientras vemos nuestro proyecto hacerse realidad.
Ánimo a todos los emprendedores, y busquen siempre toda la ayuda y experiencia que puedan obtener. Si quieres llegar rápido viaja solo, si quieres llegar lejos, viaja acompañado, dice el proverbio africano.
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