"Tras un 2020 tan triste, este premio es un empujón muy grande"

Si el cartel de un concierto de rock anunciase a Farrokh Bulsara, más de uno se quedaría look like a fool hasta descubrir que bajo ese nombre y apellido se escondía nada menos que el gran Freddie Mercury. Lo mismo que le pasa a Herminia Martínez, que si no es por su nombre de guerra ya ni vuelve la cara. De enhorabuena tras su reciente premio en los 41 Villa Rock de Madrid, la agenda de María Guadaña empieza a rebosar actuaciones.  

—Enhorabuena, María; tras los meses de 'sequía', menuda reaparición, con premio y en la villa y corte...

—Estamos supercontentos despues de un 2020 tan triste, esto es un empujón moral muy grande.

—Y en un festival importante, con cuarenta y una ediciones a la espalda.

—Es algo así como nuestro Lagarto, pero de Madrid. Un festival bastante importante, sí.

—Por cierto, premio no: premios.

—Sí, hay tres premios económicos, diríamos institucionales, y otros tres que son como accésits que dan diferentes entidades que colaboran con el festival. De los económicos, nosotros ganamos el primero y de los otros, el que concede el Canal Sol Música, que consiste en la edición de un videoclip y la emisión en su cadena. Estamos muy contentos, es una ayuda muy gorda.

—¿Ya tienen pensado el contenido de ese videoclip?

—Nosotros justo empezamos ahora la salida del nuevo disco, Latidos y culebras. El 11 de junio saldrá el primer single, Preto, y entre el verano y septiembre el segundo y tercer singles. El disco queremos sacarlo, con un cuarto single, en octubre, y será con ese videoclip chulo. 

—Latidos y culebras..., inquietante título, ¿no?

—[Ríe]. Bueno, es un poco en alusión a lo que canto: el amor y te mataría si pudiera.

—Sabinesca definición esa. Y la pandemia, ¿ha dejado huella en el nuevo disco?

—No, hasta que tú llevas unas canciones al disco ha pasado mucho tiempo previo, y en este disco hay canciones que tienen ya dos años. Si hay algo que me influye a la hora de componer, no son canciones de este disco, serían ya para el siguiente. 

—¿Ahí sí?

—A lo mejor veladamente, puede haber sentimientos y sensaciones que pueden haber surgido por estar encerraícos, pero no me ha surgido nada intencionado, la verdad. 

—O en la quinta ola, si la hay, incluso en la próxima pandemia...

—No, no, por favor.

—Por cierto, premio y disco llegan tras un parón largo, pero largo..., impuesto por el coronavirus. En eso sí que ha dejado huella el Covid. 

—Sí, llevábamos ya ocho meses de parón, estábamos los músicos y yo locos perdidos. El último concierto lo habíamos dado el 23 de septiembre en la Universidad de Jaén, aunque yo, en diciembre, hice dos colaboraciones con el guitarrista Pájaro, en Sevilla, y con Papa Júlu en el Darymelia. Pero como banda no habíamos tocado desde septiembre.

—Vamos, que salieron ustedes al escenario a comerse Madrid.

—Salimos como los toros de Miura, jajaja. 

—Lo mismo le tienta el Foro, el ambiente de la capital, y se instala allí definitivamente.

—No, no, yo vivo en Jaén, soy de Jaén y vivo aquí, en el Jontoya, vaya.

—Entonces, verlos actuar por aquí seguirá siendo un placer posible, ¿no?

—Sí, seguro; hay varias cosas por delante y ya podemos anunciar que estaremos el 17 de septiembre en Cástulo, dentro de la programacion de Culturamanía, que organiza la Universidad con la Junta de Andalucía.