"Solo tres personas en el mundo hacemos este tipo de collage"

Rubén González Anguita nació en Cataluña en 1978, por aquello de la emigración, pero es jiennense de pura cepa y a su tierra volvió cuando todavía chapurreaba, más que hablar. Ilustrador y hombre de la noche, no hace mucho que Rubenaco (como es más conocido) descubrió la que considera su técnica creativa ideal, con la que persigue abrirse camino en el complicado mundo del arte. 

—¿Cuándo descubrió su vocación artística?

—Según mis padres, desde muy pequeño estoy pintando, he sido autodidacta. Quería estudiar Bellas Artes, pero me matriculé en Topografía, que no acabé. Luego, con la edad y después de ser padre, un artista de aquí, de Jaén, me dijo que mi trabajo era bueno, pero que me faltaba escuela, y me matriculé en la 'José Nogué', en Ilustración. Yo había dejado ya de pintar incluso, pero desde los cuarenta años como quien dice empecé otra vez con el arte. Antes de eso lo tenía como hobby, para entretenerme.

—Y ahora, ¿qué papel juega el arte en su vida? ¿Es mucho más que eso, que un hobby o un entretenimiento?

—Estoy intentando que se convierta en algo más.

—¿Ejerce actualmente como ilustrador, Rubén?

—Aquí, en Jaén, eso es dificilísimo, muy complicado, los artistas lo tienen superdifícil. Una vez que salí de la 'José Nogué' hubo una temporada que sí estuve haciendo mucha caricatura, con la asociación Viñeta 6, para la revista New Poyer. A la vez me dedicaba a mi mundo, que es la música, el ocio nocturno; he sido socio de dos salas de Jaén. Pero luego me aburrí, lo digital no me gusta y lo dejé. Me dediqué a otras cosas, tuve que salir adelante después de que fuera mal el último negocio, me tuve que reinventar. He estado haciendo otras cosas y entretanto, surgió esta técnica.

—Su producción artística se sustenta en el collage, un singular collage: ¿por qué ha escogido esta técnica, qué le permite transmitir mejor que cualquier otra?

—Por lo que he investigado, solamente hay tres personas en el mundo que hacen este tipo de collage, yo sería el tercero, no sé si habrá más gente. 

—¿Pero qué tiene de especial, hasta el punto de que solo ha localizado a dos creadores más en todo el mundo?

—Lo que hago son retratos de personas con trozos de revistas, recortes sin más, trozos recortados con la mano o con un bisturí, o aposta como caras, brazos, piernas... Las voy incrustando según veo que puede ser parte de un ojo, de una cabeza... Una gran cantidad de elementos caóticos que nada tienen que ver entre sí, y lo que hago es configurar un rostro.

—¿Un rostro realista, fácilmente reconocible?

—Sí, intento darle realismo, volumen, luz, sombra..., y expresar con esos rostros todo lo que puedo, lo que llevo dentro, algo de mí. He encontrado mi técnica perfecta, que siempre he estado buscando, algo que me llene, que me dé trabajo, que me guste mucho y no me aburra.

—¿Quién o qué se la puso delante de los ojos, cómo llegó a ella?

—Fue por un tailandés que expuso en Valencia, fue de casualidad. Empecé a experimentar y me quedé con ella

—Dice usted que hay tres solamente: el tailandés es... 

—Para mí, el tailandés Virtut Panchabuse es el número uno, hace un trabajo increíble. El otro es Pedro Oliva, un sevillano.

—¿Ha llegado a exponer su obra?

—Todavía no, pero estoy intentando exponer en Jaén. 

—¿Tiene material suficiente para ello?

—Sí tengo, catorce, y sigo creando, con formatos grandes. 

—Oyéndole hablar está claro que ha encontrado usted su camino, se le ve seguro.

—Sí, lo he encontrado, ahora lo difícil es que se visualice.

—¿Se prodiga en las redes sociales?

—Ahí no funciono, estoy además en una brecha de edad que ni las entiendo ni me gustan, aunque sé que son necesarias para esto. 

—Al principio de esta entrevista afirma usted que Jaén no es un territorio fácil para un artista, ¿se ha planteado dejar su tierra? 

—Sí, claro, lo tengo en la cabeza desde hace tiempo, de hecho la gente que ha visto mi obra me lo ha dicho: "La pena es que vivas en Jaén, si vivieras en Madrid, en Barcelona o en Sevilla otro gallo te hubiera cantado". 

—Mientras decide si se va o se queda, si alguien quiere una obra suya... 

—Sí, sí, yo acepto encargos mientras sigo buscando trabajo, que ahora estoy parado. 

—Aproveche para 'venderse', ¿qué sabe hacer Rubenaco además de originales collage, dónde lo podrían contratar?

—Rubén sabe hacer de todo, estoy acostumbrado a trabajar desde muy joven, he hecho de todo, soy muy apañado.