"Otíñar encierra una historia negra que debía ser contada"
La aldea de Otíñar o de Santa Cristina se encuentra a escasamente 11 kilómetros de la capital jiennense. Las derruidas viviendas que conformaban la hacienda encierran una historia negra, de la Andalucía más profunda, de campesinos a las órdenes de los señores del cortijo que aguantaban toda clase de mandamientos y humillaciones sin queja alguna, porque el que alzaba la voz era reprimido bajo amenazas, coacciones y sufrimientos hasta condenarlo al ostracismo más absoluto. Un sistema feudal amparado por la España de la posguerra, de hambre y secuestro de las libertades por un régimen dictatorial.
En la década de los 50, pasó de colonia a latifundio hasta su despoblación definitiva en los años 70, cuando nace José Tudela, el director del documental 'Otíñar, un pueblo con amo', que este viernes se estrenó en el Museo de Arte Íbero y que hoy podrá verse con entrada libre hasta completar aforo.
José Tudela realiza un recorrido que estremece y golpea directamente al corazón de las emociones de sus protagonistas y del espectador. Sus sesenta minutos de metraje recogen los testimonios de algunos de aquellos otiñeros que, mediante presiones y amedrentramientos, se vieron obligados a abandonar sus tierras en un largo éxodo de 40 años tras la Guerra Civil. En el documental, el pasado se cruza con el presente de la Plataforma Por Otíñar y su entorno, y su lucha por devolver la titularidad pública a este espacio.
—¿Quién es el dueño de Otíñar?
—El latifundio está fragmentado en varias parcelas, donde la parte de la aldea corresponde al 50 por ciento entre los Rodríguez de Cueto y la sociedad Campotiña de Servicios S. L.
—¿Cómo surge la idea de realizar el documental?
—Un familiar me contó que en Otíñar había pasado algo que era interesante contar. Me interesé, pregunté qué persona me podía contar algo más y quedé con Juan Carlos Roldán, de la Plataforma de Otíñar y su entorno, y, mientras me contaba la historia tomándonos un café, yo veía no un documental sino una película. Me pareció tan interesante y tan desconocida en Jaén que dije: "Es el momento de contarla", y a raíz de ese primer encuentro con Juan Carlos empecé a trabajar.
—¿Qué persiguen con esta cinta?
—Dar voz a los protagonistas que en su día estuvieron silenciados y dar a conocer la historia negra que tuvo lugar a escasos kilómetros de Jaén.
—Tres años de trabajo dan para mucho. ¿Qué lecciones extrae?
—Hacer un documental de sesenta minutos requiere mucho trabajo, y, gracias a grandes profesionales de los que me he rodeado, han hecho que el resultado esté a la altura de mis expectativas.
—¿Por qué el olvido de uno de los parajes más bellos y con más historia de Jaén?
—Creo que no está en el olvido, y si fuese así el documental pone un granito de arena a la historia de Jaén. Hay plataformas como la de Juan Caros Roldán que hacen un gran trabajo para recuperar ese paraje. En mi opinión, no ha caído en el olvido, lo que pasa es que no se conocía lo que paso allí.
—El documental es una historia de traiciones, de conflicto, de represión. ¿Tan duro fue?
—Los testimonios que recogemos en el documental nos hablan de historias de represión, amenazas y engaños. Me imagino que fue duro para ellos, cuando, después de tantos años, al recordarlo y contarnos su historia algunos se emocionaban.
—¿Quiénes eran los dueños de la Hacienda Santa Cristina?
—En el momento que se centra el documental, los dueños son José Rodríguez de Cueto y su hijo Enrique.
—Existe mucha controversia sobre los terrenos privados de Otíñar. ¿Cuál es su opinión?
—Los que son privados tendrán su dueño, lo que no comparto es que no se pueda pasear por terrenos públicos, en el que los propietarios te prohíben el paso.
—Hay voces que dicen que la Plataforma Por Otíñar y su entorno se mueve por intereses.
—Efectivamente, el interés legitimo de recuperar espacios públicos usurpados por los propietarios de la finca.
—¿Qué necesita esta zona para su recuperación?
—El compromiso de los políticos y de las administraciones para liberar los espacios públicos.
—¿Confía en las promesas de las administraciones?
—En principio, sí.
—¿Dónde más podremos ver el documental?
—A partir de ahora, quien se interese por proyectar el documental lo haremos encantados. Luego tendrá su recorrido por festivales de toda España y posiblemente en el extranjero, televisiones y por último internet.
Fotos: Laura Gavilán
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