“Entrenarse sin un objetivo es como comer sin hambre"
Hasta no hace mucho Juan Pérez Torreglosa era un tipo corriente que, de vez en cuando, echaba unas pachangas de fútbol sala con los amigos para mantenerse en forma. Él en lo que realmente destacaba era en el campo de la investigación, modelando fuentes de energía alternativa. Vamos un ratón de laboratorio que le llevó de Linares, donde estudió Ingeniería Técnica Industrial en la rama de Electricidad -también es doctor por la Escuela Politécnica Superior de Jaén-, a Chile y de ahí a la Universidad de Huelva, en la que imparte clases en el Campus de La Rábida.
Siempre le ha gustado la naturaleza y, un día, le dio por probar a subir y bajar montañas. Lo curioso es que lo hace bastante bien hasta tal punto de que se acaba de proclamar campeón de Andalucía de Ultra Trail en Cambil. Nacido en Sevilla, criado en Linares, residente en Chile, durante unos años, -por eso le llaman 'El Chileno'- y profesor en Huelva, este "ciudadano del mundo" está llamado a lograr grandes gestas para el deporte jiennense, porque su corazón y su sentimiento siempre estarán ligados a la ciudad minera. Dicen quienes entienden de esto que Juan Pérez 'El Chileno' puede llegar hasta donde se proponga, porque hay algo innato en su cuerpo por el que está un escalón por encima del resto.
—¿Cómo se recupera uno de una paliza de más nueve horas subiendo montañas?
—Se recupera comiendo bien y, aunque les pueda parecer extraño, haciendo cierta actividad física de intensidad moderada. Es mucho mejor recuperar dando paseos y cogiendo la bici en plan tranquilo para que circule sangre por las piernas que quedarte tumbado en el sofá.
—Campeón de Andalucía de ultra trail y diría que hasta con cierta facilidad. ¿Cómo lo hace?
—No hay muchos secretos. Hay una componente genética (no lo niego) pero a esto se llega con mucho trabajo y sacrificio: en este deporte hay que hacer una planificación de entrenamientos adecuada y tener mucha fuerza de voluntad para cumplirla a rajatabla. En el fútbol, por ejemplo, Messi tras una semana sin apenas entrenar por una gastroenteritis, sigue siendo Messi. En ultra trail, si paras de entrenar te pasa el resto de corredores por encima. Es una carrera continua. Y, por otra parte, que parezca que en la carrera voy disfrutando es resultado de haber sufrido durante muchas horas de entrenos muy duros. Yo soy de los que va a la prueba sabiendo que ha hecho bien los deberes y que el día de competición voy a recoger los frutos y a disfrutar (y suele cumplirse).
—¿Cómo llega un científico a estas locuras?
—Bueno, ambos mundos tienen una componente psicológica fundamental. Conseguir resultados satisfactorios en investigación es fruto de muchas horas de trabajo, ir sorteando los obstáculos que van apareciendo por el camino, caerse y levantarse muchas veces y no rendirse hasta lograr los objetivos… Suena muy similar a un ultra trail, ¿verdad?
—Supongo hay que tener un gen especial en el organismo para meterse esos atracones de kilómetros subiendo colinas, además de ganas e ilusión.
—La respuesta a esta pregunta la resumo en la siguiente frase: “Entrenar sin un objetivo es como comer sin hambre”. Normalmente, suelo elegir a principios de temporada una serie de carreras que me hace ilusión competir y tenerlas en mente es lo que me motiva para salir a entrenar. Eso, y la pasión que siento por este deporte. En el fondo, disfruto mucho haciendo esto.
—¿Cómo es la preparación previa a una carrera?
—La preparación empieza diseñando un planning en el que se organizan no sólo los entrenamientos sino también los periodos de descanso para asimilarlos e incluso las descargas de piernas en el fisioterapeuta. Aparte, hay mucho “entreno invisible”: comer bien, dormir suficientes horas, evitar el estrés…
—¿Cómo se ve el mundo desde una cima?
—Se ve algo menos nítido porque se le suelen saltar a uno las lágrimas por la belleza. Cuando se está ahí arriba se es consciente de lo afortunado que se es por el don que tiene uno de poder llegar a sitios tan recónditos por su propio pie y valora más aún la vida.
—¿Cuál es el momento más duro de una maratón por el monte y cómo se supera?
—Los momentos más duros suelen estar relacionados con lo que los corredores conocemos como “pájaras” (algo así como una bajada de azúcar). En carreras tan largas es normal que el cuerpo en algún momento se venga abajo por algún descuido al alimentarse (o sin ningún motivo aparente) y cada paso se convierte en un suplicio. Hay que animarse a uno mismo para no rendirse, intentar alejar los pensamientos negativos de la mente y recordar los motivos e ilusiones que te han llevado a estar en esa carrera para volver a llevar a la mente a un estado positivo.
—Dicen de usted los entendidos que tiene madera para llegar muy, muy lejos...
—Bueno, los entendidos simplemente ven a un deportista que hace dos años no había ganado nada y ahora es campeón de Andalucía de ultra trail. Ven una progresión exponencial y prevén que si mantengo la tendencia llegaré lejos. Pero bueno, esto no es una ciencia exacta, lo mismo he alcanzado mi techo o lo mismo no. La cuestión es que tengo ganas de seguir buscando mis límites, por lo que en próximos años veremos si llevan o no razón.
—¿Cómo ha planificado la temporada?
—La temporada empezó en enero. Ahí ya me propuse que mi objetivo anual iba a ser hacer un buen papel en la Copa de España de ultras de la Fedme, las cuales se realizan en la segunda mitad del año. Una vez que definí las carreras objetivo, busqué con mi entrenador pruebas que, por su distancia y desnivel, me sirvieran como preparación y para mantener la motivación durante tantos meses. Ya he hecho CxM Sierra Blanca, Enkarterri Extreme Trail y Mágina Top Trail y he cosechado victorias en todas (también he corrido otras con resultados más discretos, ¿eh? Como ejemplo, un séptimo puesto en CxM Sierra Elvira). Esto me da confianza, pero realmente mi ilusión está en hacerlo bien en la Copa de España. Si he logrado resultados sin estar en mi pico de forma tengo confianza en que lo haré.
—¿Por qué nos ha dado ahora a todos por correr, sobre todo a los que pasamos los 40?
—Bueno, quizás hace unos años, cuando aún no existía este boom del running y de la vida sana en general, a la gente con la crisis de los 40 les daba simplemente por comprarse un coche más grande. Es bueno que hoy en día estén cambiando los valores y la gente se interese por hacer deporte para mejorar su salud.
—Pero no todo el mundo está preparado para calzarse las zapatillas y convertirse en runners.
—Bueno, hay que tener claro que, desde un punto de vista médico, calzarse unas zapatillas y correr de forma moderada es saludable. De ahí a creerse que, por salir a trotar tres veces por semana, se puede uno plantear correr una carrera de ultra distancia hay un trecho. Para esas cosas es necesaria una planificación. Sin embargo, estamos en una época en la que se combina este boom del running junto a ingredientes peligrosos: el auge del “coaching” con su mandamiento de “si quieres, puedes”, las redes sociales como escaparate, el exceso de información en Internet con respecto a entrenamiento (información que no siempre es la más adecuada) y el auge de las carreras de ultra distancia. Como resultado, mucha gente se propone retos para los que ni siquiera tiene tiempo de preparar con el único fin de conseguir el aplauso generalizado en forma de “Me gusta” (de esto somos un poco culpables todo el mundo al comentar positivamente vídeos en los que se ve a personas entrando en meta desfallecidos sin casi poder andar). Se pierde el respeto a la distancia.
Por ejemplo, en carreras con dos distancias, siendo ambas superiores al maratón (pongamos 60 y 100 kilómetros), mucha gente se apunta a la de mayor distancia de forma irresponsable porque desprecia la otra ya que es “la corta” y porque “ya que voy, hago la larga”. No se piensa en si se disponen de horas libres al día para prepararlas. En mi caso, por ejemplo, tengo claro que el tiempo del que dispongo para entrenar me llega justito para preparar bien carreras de hasta 100 km (y un límite de pruebas al año).
Hay carreras a las que me gustaría ir como el UTMB de 100 millas. Sé que podría ir, correr más o menos bien 100 kilómetros y luego sufrir 70. ¿Qué sentido tiene eso? Digo yo, ¿no sería mejor correr una distancia que puedo preparar y realmente disfrutar de la misma? Yo respeto, admiro y me identifico mucho más con una persona que se prepara bien para correr una carrera de 20 kilómetros y superarse a sí misma que una persona que acaba un 100 millas a base de cabezonería. Y pese a ponerme pesado, recomiendo a la gente hacerse una prueba de esfuerzo y un ecocardiograma antes de plantearse participar en ultras. Por su tranquilidad y la de sus familias.
—¿Cuándo corre, siente libertad?
—Claro, sobre todo cuando lo hago en la naturaleza. Por eso comencé con el trail. Es una bella forma de salir del ajetreado estilo de vida moderno de las ciudades y visitar sitios espectaculares.
—¿Echa de menos Linares? Comienza a ser un ídolo en la ciudad de las minas.
—Claro que lo echo de menos. He vivido toda mi vida allí y siempre que puedo me escapo para visitar a la familia. En cuanto a lo de ídolo, es un honor. Resulta placentero eso de romper el refrán de “nadie es profeta en su tierra”.
—¿Cómo ve el nivel de la provincia?
—Está claro que en Jaén el nivel en carreras de montaña es alto ya que el entorno lo facilita. Ahí tenemos el claro ejemplo de Noelia Camacho que ya lleva tres campeonatos de Andalucía de ultras y es un referente para el resto de nosotros. Otro buen ejemplo local es Carlos Chamorro que lleva ya muchos años compitiendo con buenos resultados y encima tiene un proyecto solidario muy interesante (“Pintando Cimas”).
—¿Cuáles son sus próximos retos?
—Como ya dije, me voy a centrar en completar la Copa España de Ultras de la Fedme que es el objetivo para el que me estoy preparando desde el inicio de la temporada. Resulta que ya estaba inscrito en las tres pruebas (Desafio Somiedo, Ultra Valle de Tena y Desafío Cantabria), pero ahora tengo un pelín más de motivación porque las voy a correr representando los colores verde y blanco como campeón de ultras de Andalucía.
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