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"Prometo a los hermanos mayores seriedad, trabajo y eficacia"

Por Javier Cano - Octubre 07, 2020
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"Prometo a los hermanos mayores seriedad, trabajo y eficacia"
Paco Sierra ya es, oficialmente, el nuevo responsable de la Agrupación de Cofradías. Foto: Javier Cano.

Francisco Sierra Cubero (Arjona, 1956) es desde ayer martes (a falta de 'bendición' del Obispadocandidato a la presidencia de la Agrupación de Cofradías y Hermandades de la Ciudad de Jaén. Directivo de esta institución durante más de una década, histórico de La Borriquilla, que gobernó, y pregonero de la Semana Santa de 2016, este jubilado tras toda una vida como funcionario de la Diputación Provincial, Paco Sierra afronta con ganas el reto de ocupar el despacho de la calle Bernardo López los próximos tres años: la era del coronavirus.  

—En 2011 pasó el mal rato de perder las elecciones a la Agrupación; cinco años después ("maldita hemeroteca"), me confesó en otra entrevista que ser pregonero de la Semana Santa jiennense suponía la "culminación" de su trayectoria cofrade. Y ahora, en 2020, en plena pandemia, vuelve a encabezar una lista para dirigir la entidad. ¿Le faltaba este peldaño para culminar realmente su currículo cofrade?

—Evidentemente yo no me iba a presentar. Cuando el señor presidente que hay ahora [Francisco Latorre] se empeñó en que Diego Montiel (su vicepresidente) fuese el candidato, hablé con hermanos mayores y como vi que les era indiferente, opté por no presentarme.

—¿Qué ha cambiado entonces para dar este paso?

—Ha cambiado que cuando Diego Montiel presentó la dimisión, lógicamente ya no había candidato. Entonces, una persona me lo dijo, me animó a tirar para adelante y empecé a moverme. Cuál fue mi sorpresa que el presidente buscó una persona de su permanente para ponerla de candidata.

—Ese fue el punto de inflexión que lo animó a presentar su candidatura...

—Yo ya iba lanzado, como se suele decir, y lógicamente, cuando vi que lo que había hecho Paco [Latorre] de que siguieran los mismos, no me agradaba. Entiendo que ellos han cumplido su periodo estipulado de seis años y han hecho un trabajo bastante bueno, con más luces que sombras. Hay que reconocer que Paco ha hecho un trabajo magnífico en la Agrupación, pero tiene que dejar paso a otras personas. Comoquiera que yo ya había empezado a hablar con hermanos mayores y detecté que no les parecía bien que en la otra candidatura fuesen los mismos que están ahora, cambiando de cargos, es lo que me ha llevado a meterme en este fregado que no entraba dentro de mis intenciones.

—Si le hubiesen ofrecido encabezar la lista respaldada por la actual directiva, acompañado de esa terna continuista ¿habría aceptado?

—Sé que esto que voy a decir a lo mejor no le va a gustar a Paco, pero es la pura verdad. En su momento, cuando dijo que se iba a presentar para presidir la Agrupación, me preguntó si yo iba a hacerlo también; le dije que no, y de hecho lo apoyé. Tanto es así que cuando yo me presenté la segunda vez, venía conmigo de secretario (Paco y yo somos amigos y siempre nos hemos llevado estupendamente). Le ayudé todo lo que pude, hasta mi hijo fue de vocal de Cultos en su equipo. Luego volvió a presentarse a la reelección, me preguntó otra vez si yo iba a hacerlo y le dije que no, que cuando él terminara esos tres últimos años ya hablaríamos. Cuando pasaron, le pregunté si íbamos a hablarlo y me dijo que no tenía nada que hablar, que su candidato era Diego. Entonces, lógicamente, no me dio opción de sentarnos y conocer mis pretensiones, de dialogar.

—¿Qué ha pasado en estos tres últimos años para que esa relación de amistad haya derivado en la situación que acaba de narrar, en esa falta de comunicación?

—La verdad es que yo no he tenido ningún problema con él, al menos que yo sepa. A veces uno comete algún fallo o indiscreción con las personas y si no te lo dicen... Cuando yo le he preguntado alguna vez por ese empecinamiento en que fuese Diego el candidato en vez de yo, siempre me ha respondido que Diego es su amigo.  

—Usted también lo era, o lo es...¿no?

—Yo le respondía que era su amigo antes que Diego. Conozco a Paco desde hace más de treinta años, pero no sé, cada uno tiene sus predilecciones. No es algo que me preocupe demasiado tampoco. 

—Perdone la comparación, Paco. ¿No le recuerda esto, un poco, al mito de las folclóricas, peleadas entre sí sin que se sepa por qué?  

—La verdad es que no sé lo que ha podido pasar. 

—Pregonero de la Semana Santa, hermano mayor, cofrade... ¿Le merece la pena arriesgarse a perder otra vez, o que tiene tan claro el apoyo de los votantes como para lanzarse sin miedo?

—Evidentemente lo pasé mal la otra vez, pero no en el sentido de haber perdido la opción de ser presidente de la Agrupación, no entraba dentro de mis cánones ser presidente. José María Mariscal me lo ofreció en su momento y yo acepté. Lo que más me dolió fue ver cómo la gente me había dicho una cosa y luego habían hecho la contraria, me sentí traicionado, muy dolido con el mundo cofrade al que tanto quiero y tanto cariño le tengo desde que tengo uso de razón. 

—Entonces, ha tanteado al personal...

—Evidentemente, antes de dar este paso he hablado con hermanos mayores, a estas alturas de mi vida no voy a tirarme a una piscina sin agua. He hablado con ellos y una gran mayoría no está de acuerdo con la decisión que ha tomado Paco de querer seguir en la Agrupación a toda costa pero con otro equipo, en la sombra, como vicepresidente. Cuando he visto que hay gran descontento en ese sentido, me he decidido a seguir adelante. 

—¿Qué le hace pensar que en esta ocasión no van a volver a fallarle, a traicionarle, como usted dice?

—Eso está entre los riesgos de lo que puede pasar, no hay dos sin tres como se suele decir, pero está claro que el que no se embarca no se marea. A ver si esta vez hay suerte.

—No le estoy llamando viejo, Dios me libre, pero podría decirse que su candidatura representa a la veteranía, frente a la juventud de Carmen Megías. 

—La junta que estoy haciendo es una mezcla de juventud y de experiencia. 

—En estos tiempos de coronavirus, de desafección hacia la Iglesia en muchos sectores de la población, ¿qué hace falta en la Agrupación, que al fin y al cabo es hablar de la Iglesia jiennense?

—Yo soy católico, apostólico y romano y entiendo que desde el puesto en el que esté es mi obligacion defender y proclamar la religión en la que creo, es lo que hago. Por desgracia, en los tiempos que corren se está perdiendo mucho respeto a las creencias, sobre todo a la nuestra, porque a otras sí se les tiene más respeto. En ese sentido, desgraciadamente, los católicos estamos en franca regresión. Llevo a un administrador joven, a una vicepresidenta con mucha experiencia en el mundo de Gloria (al que quiero darle mucha participación); he aunado veteranía (por la experiencia) y juventud (por la fuerza que tienen). Creo que eso es lo que hace falta ahora.  

—¿Cuál es su programa, qué línea quiere trazar si consigue la presidencia?

—Siempre digo lo mismo, que esto no es un partido político para llegar y prometer cosas que luego no se puedan cumplir. La Agrupación no es una cofradía, sino el órgano que las aglutina. Quiero decir que la Agrupación hará lo que las cofradías quieran que se haga. 

—Ya es usted presidente de la Agrupación, ocupa su despacho con la bendición del Obispado. ¿Qué es lo primero que tiene pensado cambiar?

—Normalizar las relaciones con los medios de comunicación, que para mí deben ser todos iguales, no dar prioridad a ninguno. Y también con las instituciones: llevarnos bien con ellas, sobre todo con el Ayuntamiento; intentar recuperar la subvención, que ahora mismo, con la situación que estamos atravesando, está parada. Además, me gustaría ver plasmada la historia de mas de cincuenta años de la Agrupacion en un libro. 

—Si tiene planes, sí. La tribuna y las sillas, ¿las tocará?

—Yo, en su momento, llevaaba un cambio de itinerario que no dio resultado, pero el que hay ahora mismo está aprobado por la inmensa mayoría de las cofradías de Pasión y no tendría sentido cambiar algo en lo que todos están de acuerdo. Además se acaban de hacer unas tribunas nuevas, sería absurdo.  

—¿Pasión y Gloria, quizá?

—Eso sí, quisiera recuperar la revista anterior. Como ya he dicho, he estado trece años en la Agrupación con tres presdientes distintos, cada uno con sus luces y sus sombras. Voy a intentar coger las cosas que más me han gustado de cada uno. 

—¿Qué revista quiere usted que lean los cofrades de aquí? ¿No le gusta la línea de la actual publicación?

—Ahora es muy científica, con artículos muy extensos que hablan incluso de cofradías que no son de Jaén, sino también de los pueblos de la provincia. Tenemos que hablar de las cofradías de aquí, su historia, sus fotos, no de otros lugares. Y quiero recuperar Jaén Cofrade: entiendo que está muy bien que esa revista salga cada tres meses con los actos y cultos de las cofradías de Pasión y Gloria durante ese trimestre. La Agrupación está al servicio de las hermandades, y si se les pone una revista para dar a concocer sus actos y cultos... A mí me gustaba mucho, la veía muy interesante. 

—¿Algo más que pueda adelantar a los lectores de Lacontradejaén?

—Cosas que, en su momento, se comentarán a las autoridades. Yo he visto por ahí, cuando he viajado, cosas que me han llamado mucho la atención. Por ejemplo, que hay un monumento al cofrade y aquí, en Jaén, no lo hay, con la tradición que tenemos. Me gustaría plantearlo, a ver qué autoridad recoge el guante. También convocar un Concurso Literario Ortega Sagrista y un Concurso Fotográfico Ortega, que servirían de apoyo para completar Pasión y Gloria, con artículos y fotos basados en las cofradias jiennenses.

—Ahora que habla de lo que ha visto por ahí cuando ha viajado. ¿Qué opinión tiene de la supuesta 'sevillanización' de la Semana Santa de Jaén? ¿La reconoce (la 'sevillanización' quiero decir, no la Semana Santa)?

—Yo lo he vivido en mi cofradía y he tenido bastantes discusiones con la gente joven, empezando por mi hijo. Entiendo que los cambios siempre son buenos, no hay que anquilosarse en cosas que no conducen a nada, pero hay cambios y cambios. Por ejemplo, yo era una persona totalmente contraria al costal, pero puedo decir que en mi cofradía, cuando yo entré y puse al Cristo para sacarlo a hombros, teníamos problemas para sacarlo. De unos años a esta parte observo con estupor que hay una cuadrilla de más de cien personas dispuestas a meterse debajo del Cristo, cuando antes nos las veíamos y deseabamos. Muchas veces hablamos de las cosas sin conocerlas. 

—Usted ha sido fabricano en su hermandad. ¿Levantaría el trono de sus imágenes al grito de '¡ehta eh, mi arma, valientes!'?

—Como todo en esta vida, las cosas se desvirtúan más de la cuenta, como pasa con el léxico. Evidentemente, tengo que preguntar a la gente cuando oigo la terminología de hoy en día: que si el palo, que si la corriente... En estas cosas me pierdo, pero son los tiempos que corren. Evidentemente, una persona que yo conozco y habla normalmente con deje de Jaén, no entiendo que luego se ponga a hablar como un sevillano. En ese sentido me gusta la seriedad.

—Que usted morirá fabricano, no capataz.

—Alguna vez se me escapa la palabra capataz, pero siempre digo que soy fabricano. Esto no es de ahora, de todas formas. Cuando yo entré en La Borriquilla hace más de cuarenta años, Alberto Sánchez Estrella nos dio un carné a cada uno con nuestro cargo. En el mío ponía 'prioste', que es una denominación totamente sevillana. Tuve que preguntarle qué era aquello. Si nos sirve de consuelo, hemos de decir que no solo Jaén se está sevillanizando: en todos los pueblos que vayas está pasando, y en cualquier capital. Sevilla es Sevilla y la gente, al final, sigue las modas.

—Son otros tiempos, está claro. 

—Mi añorado Dubé de Luque, cuando iba a verlo a Sevilla, me decía, él que era tan sevillano: "Paco, en mi vida habia visto yo que para meterse de costaleros en mi cofradía tuvieran que pedirme a mí una recomendación. Estamos en la época de los frikibandistas y los frikicostaleros".

—Vamos de recogida, Paco, y en este tramo final toca convencer. ¿Qué les diría a sus 'votantes'?

—Todo el mundo me conoce, conoce mi seriedad, mi manera de trabajar. Lo único que puedo prometer a los hermanos mayores es seriedad, trabajo y eficacia, no hay más. Bueno, y tiempo, que como estoy jubilado, tengo de sobra.

—¿Qué hará el día 27 de octubre si no resulta elegido presidente?

—Seguiré lo mismo que hasta ahora: andar por la mañana, leer la prensa y libros y seguir estudiando la carrera de Geografía e Historia por la UNED para no perder el tiempo. Siempre he sido muy activo y no quiero caer en la vagancia. Este año termino el primer curso. 

—Si gana, no le va a quedar mucho tiempo para estudiar...

—Por eso me he matriculado de tres asignaturas este año, en vez de cuatro.

—Vamos, que tiene buenas vibraciones...

—La esperanza es lo último que se pierde. Si pensara que no podría salir no hubiera dado el paso. De todas formas, si no salgo no me va a doler por mí, sino por el grupo humano que llevo detrás, que los he subido a este barco y tienen mucha ilusión. 

 Sierra presenta su candidatura en la sede de la Agrupación.
Sierra presenta su candidatura en la sede de la Agrupación.

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