"Quiero mostrar que la música académica también es actual"

Almudena Mart (Almudena Martínez Ruiz, Jaén, 1989) ha sido, hasta ahora, lo que en el argot flamenco se llama una artista 'de atrás', curtida en el acompañamiento, como el gran Chano Lobato se pasó haciendo durante dos décadas para Antonio, el bailarín. Un papel que la pianista jiennense no desprecia pero que pasa a la historia para impulsar su carrera como solista. Ilusionada ante el nuevo reto, Mart interrumpe su ensayo diario para responder a las preguntas de Lacontradejaén. 

—¿Quién es Almudena Mart? ¿Una intérprete de dinastía, de ascendencia musical, de familia artística?

—No, no. Mi abuelo tocaba el trombón en una banda, pero no vengo realmente de familia de músicos. Mi padre me apuntó al conservatorio, en un principio, como el que te apunta a otra actividad, pero yo le dije que si me apuntaba a algo que fuera a Piano. No somos una familia de músicos, pero sí recuerdo haber escuchado mucha música clásica de pequeña, estar bailando El lago de los cisnes o Cascanueces en casa. Mis padres compraban esos discos y a mí me gustaban; mientras mis amigos oían a Ricky Martin, yo prefería otros géneros.  

—Más de uno y de una la verían como un bicho raro. 

—Recuerdo que, en Primaria, el profesor nos dijo que trajésemos un disco, mis compañeros llevaban Ricky Martin, Chayanne, pero yo llevé el Cascanueces de Tchaikovsky, y el profesor me dijo que eso no le iba a gustar a mis compañeros. Es muy complicado, la gente va en masa a lo que se lleva, todo el mundo a eso, y si nadie hace nada por inculcar otros géneros, al final acabamos siempre en lo mismo.

—Ya que lo dice, usted que es docente, ¿cree que la escuela es el mejor espacio para cambiar esa tendencia?

—Sí, sí, sí, desde la educación y luego intentando mostrarlo; este concierto mío, por ejemplo, no es para mi beneficio, es simplemente mostrar lo que me apasiona y puede apasionar a mucha gente, y no lo conoce. Hay que dar una oportunidad a eso, a conocer otros tipos de música.

—¿Es optimista, lo ve viable en un futuro no muy lejano?

—Tal y como está ahora mismo la enseñanza, sobre todo la Secundaria, donde están quitando horas de música (sobre todo en Andalucía, no en otras comunidades) no sé si a corto plazo se podrá solucionar. Desde luego yo lo voy a intentar.

—Hoy es el día, Almudena. Hoy, 26 de noviembre, mientras en el Castillo y la Cruz se festeja a Santa Catalina, usted se presenta en solitario, como concertista. Debutante, sí, pero con una larga trayectoria formativa y artística detrás.

—Sí, me forme en Jaén (donde hice hasta el Profesional) y en Badajoz, donde estudié el Superior de Piano. Hice también un máster de Interpretación y otro de Pedagogía. Actualmente me dedico a la docencia en Secundaria y sí, he decidido dar el paso y presentarme como concertista.  

—¿Qué ha preparado usted para un momento tan importante de su carrera? ¿Qué podrán escuchar quienes se decidan a acompañarla esta tarde, a partir de las ocho y media, en la jiennense Galería Sin Nombre?

—El título es Con-cierto desconcierto. No quiero desvelar mucho, pero puedo decir que en él reflejo cómo vivimos, y cómo vivo yo particularmente, la música clásica y la música de otros estilos; en qué pienso, cómo estudiamos, cómo estamos cuando entramos o salimos de un concierto.. Además de música académica, con Mozart o Chopin, tambien habrá temas versionados de los 90, y otros actuales. El espectáculo está fragmentado en dos partes, una que muestra al músico académico y otra ya con los temas, todo desde un punto de vista teatral. 

—Teatral..., pero no será un monólogo. Vamos, que debuta usted en solitario pero bien acompañada, ¿no?

—Me acompaña el actor Manuel Sutil, al principio, y luego, al final, El ático de Alan, que es un grupo que hemos creado unos amigos, Salvatore y Lolo Quesada, y yo. 

—No tiene pinta de concierto típico...

—Exactamente, no lo será.

—¿Cómo se encuentra ante este reto?

—Por una parte tengo muchísimas ganas; yo había actuado antes en conciertos en los que no tienes que interactuar con el público, pero este formato es diferente. Creo que va a ser muy entretenido, se ha adaptado para toda la familia. Estoy ilusionada, es algo que no había hecho yo y que creo que tampoco se había hecho en Jaén, es una mezcla de estilos, es demostrar que no solo hay que hacer música clásica o música pop, sino que hay un nexo y puedes unirlo todo.

—¿Ese podría ser el mensaje, el leit motiv de su espectáculo: lo positivo de la convivencia de diferentes estilos?

—Exactamente. De hecho aparecerán bandas sonoras, de pronto estoy tocando Chopin y algo me recuerda a un cantante...

—Formada académicamente en conservatorios, profesora de Música en Secundaria... ¿Por qué ha optado usted por reivindicar la mezcla, el sincretismo musical? ¿Qué la ha llevado a forjar este mensaje?

—Por una parte, porque doy clases en Secundaria y en general veo que los adolescentes, de cien mil cosas que hay, solo escuchan una milésima, y siempre el mismo género (¡que no lo critico!). Quiero mostrar que otros estilos de música, entre ellos la académica, tambien son actuales. Es acercar la música a los demás, lo hago en mis clases, tengo un Instagram que abrí para los alumnos y vi que funcionaba.

—Llama la atención que no haya escogido un teatro o una sala musical para presentarse en solitario, Almudena. ¿Por qué en una galería de arte del casco antiguo de la capital de la provincia?

—Me gusta muchísimo porque es un sitio de arte, arte más arte todavía. Yo sigo a Adoro [artista plástico y uno de los gestores de la sala] desde hace tiempo, su pintura me gusta mucho; una conocida me dijo que ahí hacían también conciertos y me decidí.

—¿Cómo tiene la agenda de actuaciones? ¿Seguirá llevando Con-cierto desconcierto a más espacios?

—De hecho, el 15 de diciembre llevaré el mismo formato al aula magna de la Universidad, y cuando pasen las navidades, en enero, voy a seguir moviéndolo a otros escenarios.