"Perdona, no soy el chico que pone música, sino el Dj"
Tomás Ballesteros (Linares, 1979) es uno de los pinchadiscos más reputados de la provincia. Con su melena al viento, es capaz de poner a bailar y pegar saltos a toda una sala con un par de platos, una mesa de mezclas y el juego de sus muñecas. En su centro de mandos (cabina), es el "puto amo", una especie de gurú al que todos siguen con devoción mariana.
Pero Tomás Ballesteros no es flor de un día. Es el resultado de años de trabajo, perfeccionamiento y disciplina casi marcial. De su pequeño estudio salen auténticas bombas de relojería preparadas para saltar por los aires en las pistas de baile. Su principal logro es ese acercamiento al pasado desde el presente -o viceversa-.
Sus sesiones son personales, una aproximación a la electrónica más introspectiva, a su manera de entender la música -y la vida- sin caer en el maniqueísmo por el que otros de la escena optan para ganarse al público con un simple movimiento de caderas. Una de las capacidades más sobresalientes de este Dj linarense es su inquietud por profundizar en diferentes sonidos o tendencias hasta encontrar la combinación perfecta. Le gusta experimentar, y cuando escuchas sus producciones por primera vez, te pones contento. Por cierto, Tomás Ballesteros trabaja en Radio Linares Cadena Ser.
—Pinchadiscos, Disc-jockey, Dj, ¿cómo prefiere que le llame?
—Cualquiera es válida. Todo es aceptado mientras no sea "el chico que pone música". Esa expresión es todavía muy utilizada y suena a "pincha la música que te pida, cuando quiera y las veces que desee". Desafortunadamente, todavía hay gente (incluidos dueños de establecimientos) que no valoran al Dj como un profesional que hace que tu negocio sea rentable gracias a tu filosofía, apuesta y psicología para adaptarse al momento que requiere el público.
—¿Qué música ha escuchado hoy?
—Nada que ver con la tendencia que intento plasmar en mis sesiones. Los Dj's exploramos terrenos insospechados, aunque luego utilicemos el 10 por ciento de esa música. Sin embargo, viene bien para enriquecerse culturalmente. Después de un día de largo trabajo, lo único que he escuchado es Goldfrapp, Arcade Fire y Röyksopp. Todo mientras cocinaba. Recomendable actividad (ríe).
—¿Cuáles son sus influencias musicales?
—Difícil respuesta. Mi repertorio se basa sobre todo en la música negra, cien por cien bailable... muy "Funk". Eso sí, todo adornado con dosis de electrónica muy "Electro Punk" tipo The Prodigy, los primeros discos de Chemical Brothers etc. Aunque también he bebido de fuentes diversas como Daft Punk, Moby, Faithless o cualquier canción Techno Pop... Y sobre todo, mis referencias son aquellos artistas míticos del "House" como Todd Terry, Boy George...
—¿Qué importancia tienen las plataformas digitales para la promoción de su música?
—Toda, pero a la vez nada. A veces dedicamos muchas horas al día para promocionarnos en un espacio donde existen miles de personas que hacen lo mismo. Para que te vean, tal y como están las cosas, hay que convertirse en un esclavo de las redes y tus seguidores. Y a estas alturas, he llegado a la conclusión de que mi felicidad no dependerá de "likes" o"followers". Quien quiera que me siga y quien no, puede seguir destrozando sus ojos con la luz de las pantallas móviles sin hacer nada productivo. Dicho esto, las redes bien utilizadas pueden catapultarte al éxito, de manera mucho más barata que acudiendo a discográficas chupa sangres.
—¿Tiene algo de crápula?
—Eso piensan todas las personas de un Dj. Por lo que respecta a mí, nada más lejos de la realidad. Mi trabajo, pareja, mis perros y mi afición por el deporte no me dejan mucho tiempo para soltar la melena. Eso no quiere decir que, en ocasiones, uno no disfrute de la vida. Cuando estás en plena sesión de mezclas, por ejemplo, puede parecer que llevamos ese ritmo de vida, pero te aseguro que el 90 por ciento de los profesionales no llegarían tan lejos si no fueran serios y ordenados. Otra cosa es lo que te venden en los videoclips (mujeres, alcohol y dinero). Odio ese tópico. Se puede actuar tomando un "redbull", con tu mujer al lado y acostándote a una hora más o menos prudente para leer la prensa con un café por la mañana.
—¿Y sabe bailar?
—Cuando estoy en la ducha pienso que sí. Quizás por eso decidí ocupar ese espacio en la noche, para ser yo quien haga bailar a la gente. En mi caso, un patán, vamos.
—¿Cómo es el proceso de creación de un Dj?
—Lo primero es sentir la vocación. Lo segundo es empaparte de estilos, tendencias y grupos. Lo tercero es estudiar técnicas constantemente y aprender siempre. Y lo último es intentar tener tu propio sello para que, cuando alguien escuche algo tuyo, sepa que es Tomás Ballesteros o del Dj que se precie. Como en cualquier profesión, hay que evolucionar y formarse. Y más con las nuevas tecnologías que salen a diario. Todo debe seguir sus pasos.
En mi caso, comencé dedicándole horas en el estudio que monté en casa, con medios vergonzosamente limitados. Después aparecen los primeros bolos que casi te costaban el dinero y luego, con suerte, expandes tu popularidad hasta tal punto que empiezan a demandar tu música en las salas. Si llegas a esos lugares sin los pasos anteriores es que tienes un padrino al que cuidar o, quizás, comprar lotería de vez en cuando. Hay que currárselo todos los días.
—Lleva dándole a los platos varios años. ¿Cómo diría que ha evolucionado su música en todo este tiempo?
—Afortunadamente he vivido muchas épocas. Recuerdo como en los 90 convivían estilos como el dance, rock, heavy y el pachangueo más horroroso. La gente bailaba todo y respetaba al Dj, sorprendentenemente. Había cultura, cosa que hoy día, con muchos más caminos y posibilidades (internet) la cabra tira para el mismo monte (Reggaeton).
Lo que peor llevo es que antes era el pinchadiscos quien marcaba la tendencia y ahora es el público el que influye en los temas que lanza el Dj en la pista. En cuanto a mi evolución, creo que cada vez he ido alejándome de las canciones más conocidas o extremadamente saturadas por los medios de comunicación, anuncios de TV y radios. Y me alegro de ello enormemente porque he pasado a disfrutar con lo que pincho. Todo es más personal y una apuesta diferente, frente a tanto calco y postureo como se ve en las cabinas. Eso no quiere decir que, a veces, mi repertorio contenga algún tema conocido. Y si lo incluye, procuro que sea un remix o "mashup" original.
—¿Por qué estilo se decanta?
—Actualmente por el Tecno-House. Pero me interesa mucho el "Deep" ochentero que está regresando. Y cuando me lo pide el cuerpo, el Break Beat más potente. No como todos los días lentejas.
—¿Cómo se siente cuando está pinchando música?
— Flotando. Es un estado donde, según qué melodías y ritmos mezcles, puedes soñar, reír, emocionarte, saltar... Si consigo que la suma de todos los temas que pongo en un "set" resulten una gran canción de 60 minutos, me iré satisfecho.
—¿Cómo prepara sus sesiones?
—Buscando y buscando lo más adecuado para la sala y el público al que te puedes enfrentar. Y siempre llevando otros estilos por si, al final, la situación a la que te enfrentas es diferente. Cuido con mucho cariño el protocolo con el que archivo los temas que, previamente, he adquirido a lo largo de una o dos semanas antes de la actuación. No improviso demasiado, aunque a veces, las mejores sesiones han sido aquellas en las que has tirado de tu maleta en función de la respuesta en la pista. Ahí es cuando te vas a casa pensando que "para qué tanta preparación" (risas).
—¿Vinilo, cd o soporte digital?
— Todo, absolutamente. Aquí hay un debate demasiado pesado sobre si es mejor lo analógico o lo digital. Yo creo que la combinación de todas las técnicas es la mejor oferta que puedes darle a tu público. Lo que te permite un ordenador o cierto software no lo puedes conseguir con solo dos platos de vinilo.
Sin embargo, la magia y el matiz que desprende una aguja por un surco es especial. Jamás opinaré como aquellos que aseguran que, si no sabes pinchar con vinilos, no eres Dj. Ahora bien, creo que para considerarse un artista completo, hay que saber usarlo todo, desde lo más moderno a lo más antiguo. Al final, lo que verdaderamente importa es que la gente te vaya a felicitar por tu trabajo.
—¿Cuáles son los grandes padrinos de la música electrónica?
—Bufff... me da para una entrevista paralela. No puedo explicarlo todo en unas líneas. Eso quisiera saber yo, para mandarles mi currículum.
—¿Con quién le gustaría pinchar?
—Con FatBoy Slim. No es el mejor Dj, ni el más técnico, pero pincha la música más acertada en función del público. Es un show, una leyenda. Es verlo y me siento feliz. Pocos consiguen transmitir ese buen rollo.
—Los Dj's actuales cobran montañas de dinero. ¿Está usted bien pagado?
—¿Montañas de dinero? Qué estoy haciendo mal... Fuck!!! Se refiere usted a los grandes productos de marketing como David Guetta. El 97 por ciento de los profesionales en la escena, le aseguro, casi no vive de esto.
—¿Cuál es la meca de la música electrónica?
—Todos hablan del Festival Tomorrowland, o el Ultra de Miami. Para mí lo fue el Love Parade de Berlín. Una pena que ya no exista como tal. Y si hablamos de discotecas, cualquiera donde no se pinche Reggaeton o Trap de ese que parece que se canta sin ganas, con acento latino pero siendo de Badajoz.
—Y con todo, usted trabaja en la radio, ¿no?
—Sí, mientras que pueda compaginar ambas profesiones lo haré. Cada cosa es independiente, pero ambas me aportan lo que buscaba de pequeño, dedicarme a lo que amo. Tanto la radio como ser Dj me han hecho aprender mucho de la vida.
Puede escuchar las producciones de Tomás Ballesteros en el enlace: https://hearthis.at/tomasballesterosdj/
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COMENTARIOS
Xochitl Espinoza Agosto 26, 2018
Ver trabajar a Tomás es fantástico, no sólo desde una sala de música o discoteca, sino desde que se encierra en su estudio y elige cuidadosamente los temas que va a mezclar, no lo hace en dos horas, en ocasiones pasa las noches enteras seleccionando y haciendo pruebas de cómo puede sonar y eso es apasionante. Luego verle "en acción" es el culmen de todo ese esfuerzo en el que él disfruta y yo como pareja suya también lo hago, conozco su trabajo, su proceso creativo y en ocasiones soy la persona que le hace las críticas más duras ya que no suelo ser condescendiente con nadie y menos con él, por ello es que también disfruto tanto de sus resultados. Las personas que trabajamos en algo que nos gusta o que somos creadoras de arte en alguna de sus modalidades sabemos lo que significa implicarse hasta que duela en aquello que amamos, no importan las horas, no importa el tiempo que invirtamos, incluso no importa el ser bien o mal pagados, sabemos que nuestra motivación está por encima de todo lo material y eso es algo que el resto jamás entenderá. Tomás tiene una trayectoria sólida y tiene bastante personalidad en lo referente a los temas que pincha, luego cuando cocina la que manda soy yo jajajajaja, sé que Arcade Fire no es su predilección, pero al igual que The XX, Goldfrapp, Moderat, The Dandy Warhools, etc, etc, etc son grupos que termina queriendo después de tanto ponérselos en youtube :P Me encanta éste chico por diversas razones, pero sin duda lo que me sigue enamorando de él es la pasión con la que realiza su música y el amor que tiene a lo que hace.
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