"Mayo ya está suspendido, junio no lo sabemos aún"
Suli Colmenero estaba a punto de cerrar su primer mandato al frente de la Cofradía de la Virgen de la Capilla cuando el Gobierno decretó el confinamiento. Una vez emitido, ayer mismo, el decreto que prorroga su cargo hasta nueva orden, la hermana mayor de la hermandad de la patrona de Jaén asume con incertidumbre el futuro inmediato, ese donde se sitúan unas feria y fiestas más que amenazadas por el coronavirus. Confiada en la intercesión de la Virgen para salir de este trance, apuesta por sacar a la imagen en rogativas (cuando sea posible y la autoridad eclesiástica así lo disponga) siguiendo una antigua tradición jiennense, junto al Santo Rostro y Nuestro Padre Jesús.
—A las puertas del mes de mayo y a un paso de las fiestas de junio, Suli, ¿habrá celebraciones en honor de la Virgen de la Capilla este año?
—Nosotros ya hemos suspendido el mes de mayo, por ahora. Una cita muy importante, a la que viene muchísima gente, colegios, organismos oficiales, cofradías...; el pregón, la presentación del cartel, las actividades de la Academia Bibliográfica Mariana... Por lo demás, la situación me ata las manos a la hora de decidir sobre la procesión, la novena, el rosario de San Bernabé... Es la feria, mueve mucha gente, sobre todo por la parte del barrio, así que la decisión del alcalde al respecto está todavía pendiente. La verdad es que no lo sé, lo que sí tengo claro es que nos moveremos según las pautas del Gobierno.
—Si fuera por usted...
—Hombre, claro. Pero yo no puedo, no soy quien tiene que decirlo. Mayo sí, ya está suspendido, porque la iglesia está cerrada y nosotros dependemos de ella. Aquí cada uno tiene que saber su parte. Mi disposición es positiva, pero ¿dejas entrar a la gente? Lo que me diga el Gobierno, yo no puedo desobedecer.
—Será un mes de las flores sin flores a María, ¿no?
—Claro, aunque el rosario sí que lo vamos a rezar todos los días de mayo, a través de una aplicación que permite conectarse con la parroquia. Cada día lo hará un grupo, una cofradía, un colectivo. Veremos al párroco, don Pedro, delante de la Virgen luego y rezaremos con él.
—¿En qué estaba la cofradía cuando se decretó el estado de alarma? ¿Qué se ha quedado a medias o directamente sin hacer?
—Estábamos preparando todo el tema de altar de la Virgen, el ajuar... Hay que prepararlo todo con el florista, enviar las cartas, también teníamos por delante la Cruz de Mayo, enviar los recibos de cofrades... Esta es una cofradía de personas mayores, con lo cual cobramos los recibos a través de un cobrador, así que no hemos podido cobrar las cuotas de este año.
—¿Está afectando económicamente esta situación a la hermandad de la patrona?
—Claro, en todos los sentidos. Las de Pasión ya habían cobrado a primeros de año, pero nosotros íbamos a hacerlo ahora, justo antes de todo este tema. Con la Cruz de Mayo, por ejemplo, sacábamos para el altar, que se lleva gran cantidad de flores todas las semanas.
—¿Qué iniciativas han puesto en marcha desde la Vocalía de Caridad para afrontar la crisis?
—Nos hemos volcado. Tenemos un proyecto fuera, para el que teníamos el dinero preparado, y ahora no sabemos cómo va a llegar ese dinero, eso está un poco parado. También hicimos un mercadillo solidario, y tenemos que ir a la iglesia a celebrar el acto de entrega del cheque, pero me pueden parar por la calle y ¿qué le digo yo a los agentes? Además, un miembro de la cofradía tiene un cáterin que llevaba la comida a colegios, con lo cual tenía muchísima comida congelada; junto con Cáritas de la parroquia de San Ildefonso, se han entregado cerca de cuatrocientas comidas todos los días gracias a ese cáterin. Caridad ha trabajado mucho también con las monjitas de Santa Clara. Estamos muy pendientes de todos esos temas.
—Y para el día después, cuando todo esto comience a levantarse, ¿qué tiene pensado la hermana mayor de la cofradía?
—Si cuando salgamos de todo esto el Ayuntamiento nos da subvención, todo eso lo echaremos fuera. El paso de la Virgen cuesta un dineral de flores, y en caso de no salir en procesión todo eso iría a caridad. Queremos saber qué le hace falta a la gente y lo que nosotros podemos hacer para ayudarla.
—Dice usted que muchos de los cofrades de su hermandad son mayores. ¿Han recibido peticiones de ayuda por parte de algunas de estas personas? ¿Se han puesto en contacto con ellos con vistas a prestarles auxilio?
—La Vocalía de Formación está atenta a eso, sí; de todas formas, como no tenemos los listados, no podemos entrar al ordenador, no tenemos acceso a los ficheros, así que estamos muy pendientes de la gente mayor que conocemos, que es lo que podemos hacer ahora mismo. Sobre todo, de las camareras más mayores, de hablar con ellas a ver si les hace falta algo...
—La pasada Cuaresma, el Vaticano lanzó la idea de que las procesiones suspendidas pudieran salir el próximo mes de septiembre, e incluso ha habido voces favorables a sacar a las imágenes en rogativas para pedir por el fin de la pandemia...
—La Virgen tiene hasta sus mantos de rogativas, yo estaría encantada de la vida. Se comentó que iban a salir Nuestro Padre Jesús, el Santo Rostro y la Virgen, sí, pero en otro tipo de procesión, quizá para el mes de octubre, pero yo hasta ahora no tengo nada.
—Pero, ¿usted es partidaria de ello?
—Yo sí soy partidaria. La Virgen ha salido ante muchísimas dificultades, ahí está la historia, ha salido muchas veces. Se empezó a decir de sacar otras imágenes, pero ahí está la historia, y siempre han salido en situaciones difíciles el Santo Rostro, Nuestro Padre Jesús y la Virgen de la Capilla. Yo sí soy partidaria.
—¿Confía en la Virgen de la Capilla en un trance como el que vive el mundo en estos momentos?
—Lo primero que hice el primer día del confinamiento fue poner un cartel de la Virgen de la Capilla en mi balcón, para que nos proteja; y un crespón negro. España está de luto, esto es muy doloroso, estamos sufriendo muchísimo. Hay muchos cofrades mayores que puede que hayan fallecido y ni siquiera lo sabemos, para poder dar el pésame a la familia. No sabemos nada.
—¿Qué le dice a los cofrades, a los jiennenses, en vísperas de un mes de la Virgen que pasará a la historia por no celebrarse?
—Al pueblo de Jaén le digo que la Virgen nos cubre con su manto, que nos pongamos en manos de ella, otra cosa no podemos hacer, somos muy limitados. Lo único que podemos hacer es rezarle; nosotras, tanto la junta de gobierno como las camareras, tenemos un grupo y rezamos el rosario todos los días, por diferentes intenciones. Esto nos ha cambiado la vida, pero tenemos que volver a la alegría. Puede que hasta haya venido para mejor, yo creo que estábamos en una época en la que habíamos perdido todos los papeles, esto era nada más que diversión, la familia se había olvidado, y si no se lucha por la familia, apaga y vámonos.
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