Envejecimiento activo para no morir solo

Un estudio señala que los más longevos mueren solos; residencias como 'Fuente de la Peña' promueven el envejecimiento activo para atemperar la soledad

La frase manida ‘nacer solo, morir solo’ es, guste o no, una realidad objetiva. Así lo pone de manifiesto el estudio American Time Use Survey. El informe, realizado por la Oficina de Estadísticas Laborales de EE UU, analiza el tiempo que la gente pasa con otros en función de la edad. Después de la jubilación, y si hay pérdida de la pareja, el cierre de la vida se vive solo, según el estudio, realizado con datos extraídos entre 2003 y 2015. ¿Qué atempera —o puede hacerlo, mejor dicho— esa soledad del final? El envejecimiento activo.

Luciano Paredes es el director de la Residencia de Mayores Fuente de la Peña. Ubicada en la capital, es la más grande de la provincia. Tiene 165 plazas de las cuales 120 están ocupadas. Paredes explica que hay dos perfiles de usuarios: los que ingresan solos (8 de cada 10) y las parejas (20 por ciento). Es decir, la mayoría llega solo, y la tendencia es que lo haga después de haber perdido al compañero de vida.

PREVENIR EL FUTURO

Lo que encuentran al llegar es una agenda cargada de citas lúdicas: teatro, jornadas de puertas abiertas, baile. Actividades desde las 10:00 hasta las 19:30 horas. Envejecimiento activo. “Llegan tristes, solos y desorientados, pero los revivimos”, dice Paredes.

En ‘Fuente de la Peña’ hay usuarios cooperativistas. Es normal que una pareja que ronde los 70 años prepare su futuro y decida ingresar para disfrutar de toda la oferta: desde apartamento propio hasta plaza de garaje. “Vienen a verlos los hijos y es como si aún estuviesen en su casa”, señala el director.

ATENCIÓN PERSONAL Y SANITARIA

La cuestión de los hijos es importante, y entronca con esos años finales de soledad. Hay padres volcados en sus hijos y en sus vidas laborales que no pueden atender a sus padres. Ahí entran en juego la residencia, también agentes de socialización. “Los mayores no quieren ser cargos para los hijos ni que éstos decidan por ellos”, asevera.

La residencia Fuente de la Peña cuenta con hospital de baja intensidad, pionero en Jaén, para cuidar a personas que han salido de operaciones. Es una manera de recuperarlos con garantías. Hay también equipo multidisciplinar, con psicólogos y terapeutas ocupaciones, entre otros profesionales.

“La tendencia que señala el estudio es la normal. La prueba es que las residencias están llenas de viudos. Aquí logran compañía”, ahonda. Es el remedio de evitar lo inevitable: morir solos.