Envejecimiento y talento sénior en España

Como continuación a mi anterior artículo publicado en este mismo diario acerca del informe 'El Talento Senior y el Valor de la Experiencia' que la Fundación Transforma España y el Círculo de Empresarios ha publicado recientemente, merece la pena seguir revelando datos y conclusiones que se recogen en el mismo y que desde SECOT Jaén estimamos en gran medida y que, inexorablemente, conducen a una reflexión consciente y pausada no solo por el colectivo de mayores y jubilados, sino por todos cuantos integran esta sociedad de la que formamos parte.

Transcribo a continuación el contenido del mencionado informe que alude a un concepto y situación que en SECOT venimos asumiendo conscientemente desde hace ya más de 30 años.

“En España, el progresivo aumento de la esperanza de vida, acompañada de una vida más saludable, el retroceso de la tasa de fecundidad y la jubilación de los baby boomers hacen a nuestro país uno de los más longevos y con mayor grado de envejecimiento del mundo. Actualmente, la esperanza de vida alcanza 83,5 años, cinco más que hace dos décadas, situándose por detrás de Suiza (83,8) y Japón (84,2) entre los países de la OCDE, y superando la media de la UE en 2,5 años y la global en 11,3 años.

A su vez, nuestro país es el séptimo a nivel global con mayor edad media, con 44,9 años, frente a 30,9 años de media global. En 2040, según estimaciones del Instituto de Medición y Evaluación de la Salud de la Universidad de Washington, la esperanza de vida media de los españoles será la más alta del mundo hasta alcanzar 85,8 años, superando la de Japón (85,7 años) y en 8,8 años la media global.

Esta evolución está asociada al incremento de la renta per cápita, a la calidad del sistema sanitario, a los avances médicos y tecnológicos, y a los beneficios de la dieta mediterránea, entre otros factores. A su vez, España será el cuarto país del mundo, junto a Italia, con mayor edad media, proyectándose un avance en 2040 hasta 52,6 años, frente a 34,6 a nivel global, y 6,8 por encima de la media de los países avanzados.

Esta evolución, si bien es una buena noticia, conlleva consecuencias económicas directas sobre el Estado de Bienestar al incidir sobre la población activa y el progresivo aumento del gasto en pensiones, sanidad y dependencia. En 2040, la población de 67 y más años supondrá el 25,8% del total de la población española, frente al 17,5% actual, retrocediendo la población en edad de trabajar (16 a 66 años) un 4,6%.

Una mayor longevidad que no viene asociada a un aumento en la natalidad. Actualmente, ésta es de 7,6 nacimientos por cada 1.000 habitantes y la tasa de fecundidad de 1,23 hijos por mujer en 2019, muy por debajo de la tasa de reemplazo poblacional de 2,1, e inferior a la tasa de fecundidad muy baja de 1,3 hijos por mujer (lowest-low fertility rate). De hecho, desde 2017 en España existe una tasa de crecimiento vegetativo negativa, al superar la tasa de mortalidad la de natalidad.

En este contexto, el talento sénior, definido como la población comprendida entre 55 y 70 años, gana protagonismo en la sociedad española. Actualmente representa un 19,4% de la población total frente al 9% de jóvenes entre 16 y 24 años, proyectándose que en 2040 alcanzará un 23,4%, al mismo tiempo que la población joven retrocederá ligeramente hasta el 8,2%.

La realidad socioeconómica de esta generación está afectada por procesos de prejubilación y de reemplazo por trabajadores de menor edad, y por mayores tasas de paro, especialmente de larga duración, que afectan negativamente a sus perspectivas personales futuras y elevan el gasto en protección social.

Los parados mayores de 55 años representaron el 13,7% del total de desempleados en el 3T 2020, de los cuales el 57,5% fueron de larga duración, lo que evidencia las rigideces del mercado laboral español y la pérdida de talento. De hecho, entre el 3T 2007 y el 3T 2020 los parados de más de 55 años se multiplicaron por 3,8, mientras que los parados menores de 25 años (16,7% del total de parados) lo hicieron por 1,3, los de entre 25 y 44 años (47,7%) se multiplicaron por 1,9 y los de entre 45 y 54 años (21,8%) por 2,8.

Al mismo tiempo, se observa que el número de ocupados de más de 55 años aumentó en dicho periodo un 62,9% hasta representar un 19,4% del total de ocupados. En contraste, la ocupación de los menores de 25 años (4,8% del total) retrocedió un 56,8% y la de los trabajadores de entre 25 y 44 años (46,8%) un 25%. Por su parte, los ocupados entre 45 y 54 años (29%) aumentaron su participación un 27,4%. Además, el número de emprendedores de entre 55 y 64 años recupera los niveles previos a la crisis, principalmente por las menores oportunidades en el mercado laboral”.

Toda esta profusa y valiosa información que las entidades citadas al principio nos han “regalado” y que es fruto de numerosas jornadas de trabajo y reuniones en las que se han discutido y contrastado informes, opiniones y experiencias por un nutrido grupo de relevantes personalidades, ha de servir para que tomemos conciencia de la situación que vivimos y que se avecina a corto y medio plazo, de manera que, después, no nos pille desprevenidos y, también, para que se vaya preparando y adoptando, ya mismo, un adecuado plan dirigido a minimizar las consecuencias negativas y hacer efectivas las positivas y favorables.

También sería conveniente diseñar y desarrollar estrategias conducentes a apostar por el fomento de las relaciones intergeneracionales desde un plano de igualdad y respeto mutuo, desterrando viejos prejuicios y destacando los indudables beneficios que, para unos y para otros, supone el establecerlas como algo imprescindible y positivo. En este sentido cabe aplaudir la iniciativa de nuestro compañero en SECOT Jaén, Juan Manuel de Faramiñán Gilbert que, junto a otros compañeros y compañeras de la Universidad de Jaén, ha organizado el Curso de Andragogía y Edadismo en el que a lo largo de cuatro jornadas previstas para los días 23 y 25 de febrero y 2 y 4 de marzo, intervendrá un nutrido grupo de profesores y expertos que abordarán en sendas mesas redondas temas de máxima actualidad relacionados con la situación, relaciones y trato que se dispensa a los mayores.