La lucha sin descanso de Eric Castillo
El torrecampeño de nueve años supera la presión que lo alejó del tapiz y vuelve a competir en lucha olímpica
El rival a batir de Eric Castillo era el propio Eric Castillo, alumno del club de Luchas Olímpicas Power de Torredelcampo y de la Escuela Municipal de Lucha Olímpica. El chico, de nueve años, se alejó el año pasado del tapiz vencido por su propia exigencia. En la familia y en el entorno celebran que ha vuelto a competir. Que la autopresión es historia.
Antonio Jiménez, uno de sus entrenadores, explica a este diario que el afán de superación de Castillo lo lleva a entrenar incluso en los días de descanso. Es normal verlo cuando solo están los deportistas de mayor edad. "Eric nunca para", dice acerca de alguien que ya ha sido campeón de la Copa de España de Escuelas Deportivas Municipales en su categoría.
De complexión delgada y fibrosa, entró en contacto con la lucha libre cuando tenía tres años. Desde entonces, el ímpetu ha llamado la atención de Jiménez y del resto de entrenadoras, Antonia Torres y Mari Loli Vílchez.
La progresión lo llevó a un certamen de renombre en Francia, al que acuden más de un millar de competidores. Era su primer torneo internacional. "Se ganó una plaza y cuajó un gran resultado: ganó varios combates", recuerda Jiménez.
EL MOMENTO DE PARAR
Algo ocurrió para que él tomara conciencia de que el deporte ya no le daba tanto placer. Más bien lo contrario. Algo había cambiado. "Lo pasó mal el año pasado por la ansiedad en los campeonatos. Incluso dejó de pisar el tapiz", explica Inmaculada Cárdenas, la madre.
El apoyo que recibió tanto en la familia como en el club, que le brindó una cobertura especial, le permitió levantarse. Sigue igual de enchufado, pero ha ganado en autocontrol. "Un sábado hasta lloró porque creía que se había perdido un entrenamiento", aporta Cárdenas.
Eric Castillo ha tenido la suerte de disfrutar de una clase única, junto con Andrea Molina, doble medallista europea en la práctica, la única en España con tales conquistas. La sesión fue tan práctica como teórica, y el chico disfrutó de lo lindo. "Premiamos su entrega", indica Jiménez.
El campeón ha vuelto. Ya acumula victorias en la liga semanal. Las barreras mentales se van cayendo poco a poco. Alumno de cuarto de Primaria, de él destacan que es atento y generoso con el resto de compañeros. Noble. Adora a su hermano Ian, de un año. ¿Seguirá en el tapiz? "Yo lo veo muchos años. Ha vuelto con las pilas cargadas", celebran en casa.
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