Ermita Nueva continúa con el reparto de agua para el consumo
Ángel Montoro, concejal de Aldeas y vecino de Ermita Nueva, se implica directamente en la distribución de las garrafas de agua
El agua de Ermita Nueva (Alcalá la Real), de cerca de 700 habitantes, no está todavía apta para el consumo ni se puede emplear para cocinar. Así lo dictaminó el pasado 13 de abril la Delegación de Salud y una semana después los vecinos continúan con el suministro en garrafas de ocho litros. Ángel Montoro, concejal de Aldeas de Alcalá la Real, indica a este periódico que aún no hay un plazo para volver a la normalidad.
El también primer teniente de alcalde, residente en la aldea, se ha involucrado a pie de calle en la distribución del agua. "Estoy colaborando, también en Centro Social por la tarde, hasta que las personas del reparto conozcan del todo las calles", expresa en declaraciones a este medio.
El problema con el agua tiene que ver con la presencia elevada de flururos. La legislación sanitaria establece el límite en 1,5 miligramos por litro y la aldea de Alcalá la Real está en 1,7, según los últimos datos.
Montoro señala a este medio que, tal y como le traslada la empresa Adalsa, recuperar el suministro convencional es más complicado si no hay lluvia. Si bien el problema actual es novedoso, los habitantes de Ermita Nueva siempre han tenido celo con el agua. La mayoría opta por líquido embotellado o por agua descalcificada.
"La gente lo está aceptando y hay ganas de que se solucione", tercia Antonio López, pedáneo de Ermita Nueva desde 2010. Los portes de agua se hacen los martes y los viernes. El primer día inspectores de Sanidad ya lo controlaron y las inspecciones suponen dos análisis del agua semanales.
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