ESCAPAR DEL FUEGO
El reloj marca las doce de la noche. El sueño te vence. Imposible terminar esa película que te tiene enganchado desde hace hora y media. Arrastras los pies hasta el dormitorio. No hace falta encender la luz, sabes el camino. Atrás dejas las ‘faldas’ pegadas a un brasero que todavía calienta. Un hilo prende. Se desata el desastre. Una trampa mortal.
¿Quién no se ha dejado alguna vez el brasero encendido? Un simple despiste puede devenir en tragedia, como la ocurrida hace apenas unos días en Martos, cuando una mujer falleció a causa de la inhalación de humo.
Los incendios en los hogares son extremadamente peligrosos. Sin embargo, no se les presta la atención y prevención que merecen. Nadie está exento de verse inmerso en uno. Para muestra un botón: en lo que va de año, ni tan siquiera dos meses, el 112 ya ha contabilizado cerca de 70 incidencias. ¿Por qué se producen? ¿Cómo prevenirlos? ¿Qué hacer en caso de verse rodeado de humo o de llamas? Mitos y verdades en torno a un problema que ocupa a las administraciones por su gravedad.
Emergencias 112 Andalucía ha gestionado, en lo que va de año, 66 incidencias relacionadas con incendios en vivienda en la provincia. Son datos facilitados a LaContradejaén y que van del 1 de enero al 23 de febrero de 2017. Si se analiza el desglose facilitado por el Teléfono Único de Emergencias, adscrito a la Consejería de Justicia e Interior de la Junta, el mes pasado se contabilizaron 47 fuegos. En lo que va de febrero son 19. Con respecto a las cifras de 2016, se gestionaron 296 incidencias en la provincia. En su mayoría durante los meses de invierno, cuando con las bajas temperaturas se incrementa el uso de calefactores y estufas.
El último caso se produjo en Baeza, cuando un hombre resultó herido por inhalación de humo por el incendio de la chimenea de su casa. En Jódar, a primeros de mes, los cinco miembros de una familia tuvieron que ser desalojados de su casa por el fuego. Linares, Úbeda, Torreblascopedro, Arjona, Larva o Jaén son algunos de los municipios donde se han dado los casos de este año. El más trágico, el del pasado 17 de febrero en Martos, cuando falleció una mujer de 66 años. En este caso, las llamas no resultaron la trampa mortal. Fue el humo. De ahí la importancia de saber qué hacer.
HISTORIAS ANÓNIMAS
Detrás de cada cifra, de cada llamada al 112 y de cada incidencia, hay una historia. Una familia que tiene que recuperarse de lo arrasado por las llamas. Y no siempre es fácil. Es el caso de Raquel Serrano. Ella forma parte de estas estadísticas. El 24 de enero le sobrevino la desgracia en su casa de Linares. Un chispazo en el salón lo dejó tintado de negro y destrozado. “Se han quedado sin nada", explicaba José Miguel Aglio, una de las personas que le ayudó. El fuego lo devoró todo. Vajilla, cubiertos, ropa y electrodomésticos. Tuvo que nutrirse de lo indispensable para el día a día, sin olvidar que había perdido los recuerdos de una vida. Ellos tuvieron suerte desde el punto de vista personal.
El incendio, que se produjo pasadas las diez de la mañana, cogió a su hijo de 19 años durmiendo. Gracias a los ladridos del perro que lo alertó logró salir a la calle. Fue atendido por inhalación de humo, allí mismo. No necesitó ir al hospital. Hoy, la familia todavía se recupera de aquella pesadilla.
En su caso, la desgracia vino acompañada de un aluvión de solidaridad. El grupo de Facebook Donaciones solidarias por un bien común se desvivió por echarles una mano. Lo mismo con el colectivo Ovejas Negras Solidarias. Un empresario de Jaén, Luis Marcos, le colocó las ventanas, que estaban muy dañadas. Pero no quedó ahí. Puertas, dormitorios, enseres de cocina, muebles y mano de obra en limpieza fueron otras ayudas que recibieron por parte de la oleada de solidaridad llegada de las redes sociales. Gestos que hacen grande el refrán que dice 'no hay mal que por bien no venga'. Porque a Raquel esa solidaridad le hacía mucha falta. Con cuatro hijos y un marido enfermo, apenas si llegan a fin de mes, por lo que todos estos gestos han obrado un milagro. "Mil gracias". Ese es su mensaje para todos ellos. Y lo difunde por donde le ayudaron, las redes sociales.
ORIGEN DEL FUEGO
Invierno es, curiosamente, la época del año en la que los Bomberos tienen menos intervenciones. La gran afluencia de actuaciones se concentra en los meses de verano, cuando se producen los fuegos de pastos, por ejemplo. Pero lo cierto es que las salidas que se dan ahora son más peligrosas.
—Son incendios en viviendas y en unas horas en las que las personas a lo mejor están durmiendo.
Manuel Escudero es jefe del Cuerpo de Bomberos de Jaén y el primero en confesar que nadie está exento de sufrir un incendio. Pero no toda la culpa la tiene el brasero. Circuitos eléctricos obsoletos son una de las fuentes del problema. "No revisamos nunca las instalaciones. Como las sobrecargamos debido a la tecnología que hoy en día se utiliza, los circuitos eléctricos no están preparados para soportar tal carga", relata. Así, instalaciones obsoletas y sobrecarga de la red pueden desencadenar el chispazo que lleve al incendio. Comprar los tradicionales ladrones en una tienda de 'todo a cien' también puede ser una trampa mortal. "Son productos que no están homologados ni testados", recuerda Escudero.
GENERACIÓN DEL 'NANOSEGUNDO'
Uno de los aspectos en los que incide Manuel Escudero es en los efectos de la generación del nanosegundo. Horas pendientes del móvil, incluso cuando se cocina, que pueden hacer que se prenda el aceite. Portátiles que no se apagan nunca y que se dejan sobre la cama, con el correspondiente sobrecalentamiento en contacto con las sábanas. "Son muy habituales los incendios que parten de la cocina y de los dormitorios, junto a los que se producen en las salitas", reconoce. Solo hay que echar un vistazo a las estadísticas nacionales para ver dónde se originan la mayor parte. El 33% de las víctimas mortales en España ha sido por fuegos iniciados en el salón, seguido del dormitorio, con un 26% de los casos.
Ante esta situación, la prevención es esencial. "Siempre existe la posibilidad del accidente y nunca podremos dejar los incendios a cero, pero muchos se podrían evitar", reconoce Manuel Escudero. De ahí que las campañas de concienciación sean tan importantes, no solo para los adultos sino para los más pequeños de la casa.
GESTOS QUE SALVAN VIDAS
El servicio de emergencias andaluz recuerda que hay pequeños gestos que ayudan a disminuir el riesgo de incendios. Son recomendaciones que van en la misma línea que las aportadas por el jefe del Cuerpo de Bomberos de Jaén. Un buen uso de enchufes e interruptores es fundamental. Deben mantenerse siempre en un óptimo estado de conservación. También es conveniente el uso de alargaderas o enchufes múltiples de acuerdo a la potencia máxima que admiten y que suele estar marcada en la parte inferior de los mismas. Hay electrodomésticos, como planchas o calentadores portátiles, que requieren el empleo de enchufes con toma de tierra para evitar incidentes.
Por otro lado, es fundamental que se evite el contacto de ropas de camillas, enaguas, visillos o cortinas con las fuentes de calor. En este sentido, Manuel Escudero recuerda que no está de más apagar el brasero cuando uno se levante de la mesa camilla, aunque sean diez minutos. También es recomendable protegerlos con rejillas. Y es que los más pequeños de la casa y las mascotas pueden involuntariamente acercar estos textiles a braseros o estufas y provocar un incendio. En caso de que se empleen estufas o braseros que emitan gases, las estancias deben mantenerse debidamente ventiladas. Así se evita intoxicaciones por monóxido de carbono, gas silencioso que en altas concentraciones puede llegar a ser mortal.
Algunos lugares de la casa precisan de un especial cuidado para evitar incendios. Es el caso de las cocinas, garajes y trasteros. Son espacios en los que se suelen acumular productos de limpieza o aerosoles, así como disolventes y pinturas. Deben mantenerse alejados de hornillas, hornos, termos o calderas para evitar su inflamación. También es aconsejable mantener libres de grasa las hornillas y campanas extractoras, ya que favorece la propagación del fuego.
Disponer de un extintor a mano y estar familiarizado con su manejo para actuar con celeridad ayuda a apagar cualquier conato y es siempre de utilidad. Por último, las rejillas de ventilación de la cocina y el estado de las conducciones de gas deben revisarse periódicamente. Hay que vigilar que nada las tape y que las uniones no presenten fugas.
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