El encanto del Etnosur más íntimo
Califato ¾ descorcha Etnosur 2021 con un espectáculo ecléctico que contagia energía en la Plaza del Ayuntamiento de Alcalá la Real
Entre el ser o no ser por la pandemia, Etnosur 2021 ha decidido ser. Así lo ha querido el Ayuntamiento de Alcalá la Real, que ha asumido la gestión y ha desplegado un abanico de hasta 26 actividades. Descorchó el festival Califato ¾, un grupo que le canta a Andalucía desde todos los géneros bajo el liderazgo de Manuel Chaparro, showman hiperactivo e inclasificable, y de Curro Morales, estupendo toda la noche.
Antes de que Califato ¾ conectara con el público asistente en la plaza del Ayuntamiento, las imágenes en torno a la zona dan cuenta de que el festival, como la vida desde que llegó el virus, ha cambiado. La plaza está precintada, porque todas las actividades son con cita previa. La mascarilla y asistir a los espectáculos sentados son obligaciones que el público asume, pues está siendo y previsiblemente será la tónica habitual durante todo el verano.
Los espectadores llegan poco a poco a la plaza y pasadas las diez de la noche es cuando se puebla. Crece el público también en las inmediaciones, en los bares, y todo transcurre con la normalidad de este tiempo nuevo. La Policía Local está al quite desde un segundo plano, y cada espectador que entra a la plaza insiste en el rito de la higiene de manos.
Aparecen en el escenario los miembros de Califato ¾ y si bien son un grupo heterogéneo es imposible no dirigir el foco hacia Chaparro, vestido de verde y con una bandera transgresora de Andalucía. El talento de Manuel Chaparro es libérrimo: sube y baja del escenario las veces que haga falta, sale de escena para interactuar micrófono en mano con el público de los bares, saca la lengua entre cantes y gritos, y se lanza a la parte trasera de una furgoneta abierta junto al escenario para cambiar de ropa. Todo normal.
Suenan una tras otra las canciones de Califato ¾, con joyas como Bulería del aire acondicionado, y es fácil dejarse atrapar con letras como 'con el humo del cigarro no me siento vacío'. El folclore del grupo atrapa todos los géneros, desde el rap a la música electrónica con la que cierran el espectáculo. Hay quien se levanta para saltar un poco. Cómo no hacerlo, aunque sea fugaz, como el baile que firman dos amigos. Primer concierto y sobresale una idea: el Etnosur más íntimo, libre hasta donde se puede, también funciona.
EL PALACETE DE LA HILANDERA, NUEVO 'ESCENARIO'
El Ayuntamiento eligió el Palacete de la Hilandera para presentar la edición de 2021. El delegado de Cultura, Jesús Estrella; el alcalde de Alcalá la Real, Marino Aguilera, y el concejal de Cultura, Juan Manuel Marchal, agradecieron la presencia de los asistentes y abundaron en la necesidad de celebrar el formato aun con el contexto condicionante de la pandemia.
"Dos años sin Etnosur es perder el trabajo de 23 años", aseveró el edil, quien también justificó el cariz socieconómico del festival, una inyección para la economía. "Etnosur nos posiciona en el mapa y queríamos apostar por el sector de la cultura, que tanto ha sufrido en la pandemia", dijo.
La programación está pensada para llegar a un público objetivo de entorno a 4.200 personas. "Qué mejor forma que apostar por la cultura aun en los momentos más difíciles. La pandemia no puede ser una excusa para dejar la cultura a un lado", concedió el delegado, quien valoró la reinvención del festival: "Mantiene la calidad y la excelencia".
Marino Aguilera alabó la gestión del área de Cultura, liderada por Marchal, destacó el plantel de activos alcalaínos y de la comarca en la organización y el hecho de que todas las entradas estaban vendidas antes de la puesta de largo. El dinero será recaudado para las asociaciones Afixa y Buen Amor, que recibirán 2.250 euros cada una. "Siempre se habla de la rentabilidad económica del festival, y ahora le sumamos la social", defendió el alcalde.
Etnosur 2021 es una edición de transición, pero el equipo de Gobierno asegura que no habrá experimentos: cuando las circunstancias lo permitan volverán la acampada, el Piripipao y la locura de siempre en el Paseo de Los Álamos. "Etnosur nunca ha hecho daño a los alcalaíno y este año será un beneficio para todos", cerró Aguilera.
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