'La señora de la ventanita' de Jamilena se asoma al mundo
Tras medio siglo en Cataluña, el amor de Eufrasia Estrella a su pueblo no merma, como demostró en el pregón de fiestas de Jesús y hace en su canal de Youtube
"Andalucía, tan lejos y tan cerca, / un día salí de tu tierra / y, como dice la canción, / volví la cara llorando. / No sabía adónde iba / pero de ti me iba alejando, / alejando de kilómetros, / porque en mi corazón seguías estando".
Así terminó su discurso (con el que abrió las fiestas de Jesús Nazareno en Jamilena) la pregonera de este año y así comienza este reportaje, con palabras propias que destilan amor hacia su tierra natal.
Y es que esta mujer con nombre de personaje manchego de Galdós pero más jamilenuda que los ajos, Eufrasia Estrella Liébana, lo tiene claro: "Quiero mucho a mi pueblo y a Nuestro Padre Jesús; mi pueblo a lo mejor no es tan bonito como otros, pero su gente lo hace bonito, es una gente preciosa". Olé, dirá más de un paisano.
Lleva tantos años fuera de su patria chica que, cuando deja la tierra adoptiva o se va de la que la vio nacer, siente su nostalgia igualada. Casualidades de la vida, precisamente en Igualada (con mayúscula), en la provincia de Barcelona, pasa sus días sin que a ninguno de ellos le falte un hueco grande para acordarse de Jamilena
"Al principio sufrí mucho en Cataluña, pero pronto me trataron con mucho cariño; quiero muchísimo a Cataluña, tengo el corazón dividido entre Cataluña y Jamilena. ¡Pero Jamilena...!
EMIGRANTE EN PLENA ADOLESCENCIA
La historia particular de Eufrasia comienza en 1953 y en el pueblo donde diecisiete años antes escuchó la primera música el gran trompista Miguel Ángel Colmenero: "Nací en una casa muy humilde pero de gente con muchísimos valores, mis padres nos supieron dar una buena educación, nos enseñaron a respetar a la gente, estoy muy orgullosa de mis padres", explica a Lacontradejaén.
Un hogar con cuatro hijos en el que si bien no se pasaban necesidades, tampoco había para atar los perros con longaniza. Estudios primarios en el pueblo y luego... "Mi escuela fue la aceituna, el algodón y la vendimia; no tengo estudios, pero sí tengo educación", aclara. ¿No dijo Aristóteles que educar la mente sin educar el corazón no es educación? Pues eso.
Diecisiete años tenía cuando, en 1970 y de la mano de los autores de sus días, marchó hacia Esparraguera, en el Bajo Llobregat. Atrás dejaba su cuna y, todo hay que decirlo, su novio, que luego terminaría siendo su esposo y padre de sus criaturas: "Antonio, mi marido, mi campeón de siempre". Con él formó un hogar que ha trascendido ya a los hijos y va por cuatro nietos, cuatro "hermanos de Nuestro Padre Jesús que están deseando poder llevarlo en sus hombros", apostilla Estrella Liébana.
Primero en una fábrica de colchones y luego, al casarse, en otra de bordado: "Eso era lo mío, siempre me había gustado mucho coser y bordar". Veintinueve años, que se dice pronto, pasó haciendo virguerías con sus manos hasta que se ganó la merecida jubilación.
YOUTUBER Y ESCRITORA
Se siente "plena" tras pronunciar el pregón de las fiestas de su alma: "Estoy muy orgullosa de haber sido la pregonera, sobre todo porque ha sido la primera vez que el pregón lo da una ama de casa (siempre se piensa en un médico, un abogado, un personaje para que dé el pregón)", añade, satisfecha, y concluye al respecto:
"El pregón ha sido una experiencia fantástica, estoy muy agradecida al alcalde, Tomás Liébana Liébana, y a la concejala Rosa Moreno, que me han acompañado siempre y se han portado de maravilla".
Y dicho esto, se confiesa amante de la lectura hasta el punto de haber puesto ya su nombre en la portada de un libro: La vida que no quiero olvidar.
"Es como una biografía desde mis siete años hasta el año pasado, unas memorias; ¡la satisfacción que me da cuando voy por la calle y alguien me dice que qué libro más bonito, que cuántos recuerdos le trae", exclama.
No solo eso, que a esta jamilenuda ya ilustre no hay quien la gane a expresividad, a ansia de comunicación. No en vano, se ha convertido en una auténtica embajadora de su pueblo en el universo digital:
"Tengo un canal de Youtube, hago comidas, tonterías como digo yo, o me pongo a hacer bolsos. Soy muy activa". Vamos, que se lo pasa bomba mientras hace que los demás disfruten con sus iniciativas. A algunos les puede parecer frívolo, una fruslería, pero si supieran que esta luchadora nata ha vencido ya dos tumores, seguro que la aplaudirían. "No sé si será mi forma de ser, tan activa, o mi fe en Nuestro Padre Jesús, pero yo siempre tiro para arriba". Dice que le gustan los ajos, cualquiera sabe si no está ahí el secreto de su poderío. ¡Siendo de Jamilena...!
Ese pueblo al que regresa cada dos por tres, que para eso ha currado treinta años y puede permitírselo. Así es Eufrasia, y así impregna la existencia cotidiana de quienes viven a su alrededor, junto a ella, lo mismo en Igualada que en Jamilena. Personas con buena 'Estrella', nunca mejor dicho.
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