'Euphoria' y el (nuevo) relato de la adolescencia
La serie Euphoria, de Sam Levinson, se adentra en el mundo adolescente para abordar problemas de identidad y de adicciones bajo la narración de la protagonista
Tiene un comienzo prometedor. Euphoria (San Levinson, 2019) es una de las series más recientes en HBO, con capítulos cada semana. Ya hay cuatro disponibles, y me voy a centrar en el piloto: el arranque, como decía, es magnífico. Rue, la protagonista, resume su vida en pocos trazos con su voz y apoyada en imágenes muy contundentes. Así nos enteramos que desde pequeña tenía un trastorno, que padecía ansiedad y que todo eso la llevó a ser una adicta a las drogas.
El contacto con las drogas suele darse en la adolescencia. No es el caso de Rue, quien narra cómo fue su primera sobredosis después de años de tomar pastillas a escondidas de su madre y de su padre enfermo. Ésta es la parte de la serie donde creo que hay algo propio, contado con un pulso narrativo interesante. Ella ya está de vuelta con 17 años: ha pasado por rehabilitación y se muestra apática en el instituto. Se ilusiona cuando conoce a Jules, adicta a los encuentros sexuales con desconocidos vía móvil.
La debilidad de la serie es que el resto de tramas son reconocibles: violencia entre estudiantes; acoso en redes, y adultos con doble vida acudiendo al mundo joven con la peor de las intenciones. Esta histeria ya ha sido contada infinidad de veces. Sólo la voz de Ruth y la capacidad del personaje pueden darle, repito, un ritmo que olvide los caracteres manidos de la historia.
Me llama la atención también la apuesta por la salud mental como uno de los temas principales de la serie juvenil. Ligada al asunto de la búsqueda de la personalidad, nutre el recorrido de la ficción. Veremos cómo acaba.
FICHA TÉCNICA
Título original: Euphoria
Año: 2019
Duración: 50 minutos.
Director: Sam Levinson.
Nota en IMD: 7,8
Nota en FilmAffinity: 7
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