Facebook como red de ayuda
Pedro Mora, fundador del grupo de ayuda Donamos y escuchamos Jaén capital y alrededores hace balance tras dos años y medio de trabajo altruista: “Los más pobres son los más solidarios”
La familia ha crecido dos años y medio después: ya hay más de 7.300 miembros en el grupo de Facebook Donamos y escuchamos Jaén capital y alrededores. Pedro Mora y su esposa, Gema García, vivieron una situación difícil, y a partir de ahí decidieron crear una cadena solidaria. La idea ha prosperado. Por desgracia, las necesidades de ropa y de comida persisten, tal y como señaló Cáritas en la presentación de la memoria de 2016: la pobreza es crónica.
Mora cuenta que la filosofía del grupo no ha cambiado. Los miembros publican posibles ayudas: ofrecen comida o ropa para gente que la necesita. Hay quien no precisa nada, pero está ahí para actuar como vínculo, siempre bajo la supervisión del equipo administrador. Mora se ha llevado una sorpresa más que agradable: “La gente que menos tiene es la más solidaria”, dice.
COORDINACIÓN EN LA RED Y EN LA CALLE
Pedro Mora suele ir una vez por semana a Mancha Real para comprar pollos y arroz que luego reparte en Jaén capital. Últimamente está volcado con una familia del Polígono de El Valle. “Mi sensación es que hay las mismas carencias o incluso más que cuando activamos la ayuda benéfica”, afirma a Lacontradejaén.
En esos trayectos en la calle, de barrio en barrio o de ciudad en ciudad, Mora advierte que la solidaridad también tiene caminos de ida y vuelta: “Hay personas que reciben donaciones y luego son las primeras en ayudar”, presume. De ahí los miles de miembros de la organización. Pedro Mora está en paro. Trabajó en mayo gracias a un plan de empleo. Vive en el Ejido de Belén. "Me llamaron después de dos años", relativiza, con ironía.
NORMAS PRINCIPALES
El grupo tiene sus normas, imprescindibles para que nadie se aproveche. Algunas de las prohibiciones son:
1)No es posible vender, y menos animales.
2)Pedir alimentos a usuarios que no sean los administradores.
3)No se puede pedir más de tres veces al día.
4)Tampoco se puede pedir en privado; hay que hacerlo público con una entrada.
Las normas agilizan las donaciones. Por desgracia, el trabajo no para. La organización sin lucro está al quite, lista para atender a los más desfavorecidos. Hay gente que le consulta al fundador. Él, como conoce cada vez mejor los barrios, orienta con criterio. “No sé hasta dónde vamos a llegar”, lamenta.
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