"Soy muy feliz porque sé que he ayudado a mucha gente"
Francisco Varela es el vendedor de la ONCE que ha repartido 10 millones de euros entre los vecinos de Guarromán, la aldea de Los Ríos y Linares
Francisco Carlos Varela Alonso es un hombre inmensamente feliz. Se trata del vendedor de cupones que ha repartido diez millones de euros entre los vecinos de Guarromán, Linares y la aldea de los Ríos, gracias al Cuponazo de los viernes de la ONCE. Se ha convertido, de la noche a la mañana, en una especie de ángel salvador para muchos paisanos suyos, porque sabe que a más de uno le ha arreglado la vida. "Esta comarca está muy mal por el tema del paro y sé que a más de uno le he dado una enorme alegría. Para mí, eso es lo más importante", asegura con una sonrisa de oreja a oreja.
Solo unas horas después del sorteo, todavía vive entre brindis y abrazos, después de llevar la fortuna a clientes del bar El Centro, ubicado en la Avenida Andalucía, que cruza todo Guarromán, y de otros establecimientos de la aldea de los Ríos, donde vendió un boleto premiado con 25.000 euros a un vecino de Linares que trabaja allí de camarero, quien es uno de los 39 agraciados con esa cantidad, porque el afortunado que se ha llevado la nada despreciable cifra de 9.975.000 euros, ni está, ni se le espera. "No sé quién es. Lo estoy esperando, pero no creo que aparezca", dice entre risas el vendedor.
Francisco Varela lleva en la Organización Nacional de Ciegos cuatro años y un mes. Tiene una discapacidad del 36% por un accidente laboral que sufrió cuando trabajaba en la construcción. Perdió varios dedos de una mano mientras manipulaba una máquina enconfradora. Está casado y es padre de tres hijos. Su rostro es muy conocido entre la gente del pueblo, que cada día se recorre de punta a punta, porque no le gusta estar quieto en un sitio. De hecho, salvo los diez cupones que vendió en el bar El Centro, el resto, "uno a uno, de puerta a puerta, por todas las casas del pueblo y por la aldea próxima de Los Ríos", comenta feliz por haber dado tanta fortuna a sus vecinos, "gente trabajadora, algún jubilado y todos amigos”.
Lleva toda la mañana dando abrazos y estrechando manos. Anoche fue su mujer y su familia quien se lo comían a besos nada más recibir la llamada de los "jefes" para comunicarle la gran noticia, a pesar de no haberse quedado con ningún cupón del número 43.098. "Eso me preguntó mi esposa, pero la verdad es que lo que más feliz me hace es repartir felicidad entre tanta gente porque sé que lo necesitan de verdad", insiste.
Francisco Varela no ha podido tener mejor regreso de vacaciones. Después de dos semanas de descanso en Roquetas de Mar con su familia se incorporó a la venta el pasado martes con la ilusión de dar un premio grande pronto. "Nunca había soñado con dar el Cuponazo pero sí es verdad que he vuelto de vacaciones pensando, y por qué no lo voy a dar yo. Sabía no que no tenía que ser fácil pero me decía, igual sí, tengo que darlo, y mira", concluye este buen hombre, al que no le van a faltar clientes a partir de ahora.
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