Todo preparado para la gran Feria Diocesana de la Fe
Impresionante despliegue técnico y humano para clausurar mañana el Año de la Misión en la Diócesis de Jaén
Por las instalaciones de la Institución Ferial jiennense (Ifeja) ha pasado todo tipo de ferias: alimentarias, agrícolas, educativas, olivareras, cofrades... Sí, de todo ha habido a estas alturas en el palacio de congresos de la capital, pero lo que no se ha montado hasta ahora es una Feria de la Fe, así, como suena. La Iglesia provincial se ha propuesto que su labor se desdoble mañana sábado y que además de en los templos se pueda sentir también en un espacio destinado a la exposición, a la evidencia del trabajo diario, a la comunión de iniciativas.
Así, en paralelo a las Fiestas de San Lucas, bullanguera donde las haya, la Ifeja será un gran y animado escaparate diocesano donde detenerse para comprobar el amplio catálogo de valores, la realidad de la Iglesia jiennense a partir de cuatro pilares fundamentales: la comunión, la celebración, la evangelización y la caridad. Todo ello, gracias a un impresionante despliegue técnico y humano que en más de veinte mil metros cuadrados contará con quinientos voluntarios y más de cincuenta estands para que quienes se decidan a dedicar el sábado a esta singular y novedosa iniciativa tengan donde elegir.
“La motivación fundamental es mostrar qué es y qué hace la Iglesia. Hay mucha gente que no sabe cómo es la Iglesia, cómo trabaja, qué ofrece, qué le preocupa… y eso es lo que queremos mostrar y de un modo atractivo. Que la gente pueda ver, tocar, llevarse recuerdos…”, explicó el obispo de la Diócesis, monseñor Amadeo Rodríguez Magro, durante la presentación de la cita.
Se trata de acercarse a las personas, y qué mejor que salir de los lugares sagrados para llevar el mensaje diocesano a pie de calle, a la cotidianidad: "Queremos estar donde está la gente, en la calle. Queremos mostrarnos en un espacio público. Está abierto a los de casa, a los que están más cerca, pero, también, a todos aquellos que tenga algún tipo de curiosidad”, apostilló el prelado.
Con esta intención, el programa de la Feria de la Fe promete no dejar indiferente a nadie. Comenzará a partir de las diez de la mañana, cuando la gran basílica popular que es la Institución Ferial jiennense reciba a dos de los símbolos de la devoción de los habitantes del Santo Reino, el Santo Rostro y la Virgen de la Cabeza peregrina; a su llegada, una oración comunitaria entre todos los presentes será el mejor de los desayunos para iniciar un día grande, repleto, con vocación de plenitud. A partir de ahí, y como si de un colosal parque temático se tratase, la agenda del día tiene para todos los gustos, repartida en las diferentes zonas establecidas por la organización, a saber:
El Palacio de la Historia (con el legado de dos mil años de misión como protagonista), la Montaña de la Bienaventuranza (dedicada a la proclamación del Evangelio), el Parque del Sosiego (acerca de la celebración litúrgica), el Puente del Consuelo, donde la caridad capitalizará la atención de los visitantes; la Barriada de la Comunión o, lo que es lo mismo, un territorio de acercamiento, de proximidad, donde sentir el calor que emana de la hermandad entre los cristianos y, por ende, entre todos los hombres del mundo; la Fuente de la Vida (una isla para la oración), el Jardín del Ruiseñor y su continua oferta musical, una de las formas históricas de alabanza por parte de la Iglesia y que mantiene su vigencia al día de hoy, adaptada a los tiempos.
Además cuenta con la Casa del Patio Grande, una suerte de ludoteca infantil para los peques que acompañen a sus familias a la Feria de la Fe, con un montón de propuestas especialmente preparadas para ellos; el Mercadillo de la Maduración (con variedad de objetos, oferta bigliográfica y un sinfín de cosas que llevarse como recuerdo del acontecimiento); la Explanada de la Fiesta, foro de la feria; la Plaza del Compromiso, que como toda plaza que se precie posibilita la puesta en común de ideas y donde tendrá lugar el Congreso de Laicos, otro de los puntos fuertes de la convocatoria; la Plazoleta de los Corrillos (lugar de diálogo), el Pasaje del Perdón, una suerte de humilladero donde encontrarse a solas con Cristo, y por último La Manzana de los Cuatro Meseros: puntos hosteleros para reponer fuerzas y afrontar el día con el estómago amueblado.
La entrada al recinto es gratuita, y se ha habilitado servicio de autobús para trasladarse hasta la Ifeja desde diferentes puntos de la ciudad; estos y otros detalles pueden conocerse con profundidad en www.feriadelafe.es, una convocatoria que cerrará sus puertas a eso de las ocho de la tarde después de todo un día de actividad en cuerpo y alma.
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