Juan Ferrando, ante la batalla final

El entrenador del Linares se muestra confiado en las posibilidades de salvación de su equipo, aunque advierte de que habrá que sufrir hasta el último minuto

Juan Ferrando sabía cuando llego a Linares que la encomienda era como un caramelo envenenado. Por un lado, llegaba a un club en vías de la profesionalización, con un proyecto de futuro interesante y una impresionante masa social. Un traje a medida para un entrenador joven, ambicioso y clásico en la concepción emocional del fútbol, en la que prima la pasión y el amor a los colores. Sin embargo, por el otro, debía recuperar un vestuario sin motivación, frágil anímicamente y con cierta falta de madurez a la hora de encajar los golpes. La implicación del joven técnico barcelonés impresiona, más, incluso, de la muchas de las 'vacas sagradas' del equipo, más pendientes de cerrar el contrato de la próxima temporada que de sacar adelante una institución que mueve el corazón de miles de hinchas en la ciudad.

La comparecencia de Juan Ferrando en la previa del último entrenamiento fue algo diferente a las anteriores. Se mostró menos vehemente y más reflexivo. El desgaste de estas seis intensas semanas se le nota en la cara. Es como si llevara desde julio en la plantilla. En la sala de prensa del Municipal de Linarejos se mostró confiado en las polibilidades de su equipo, pero, al mismo tiempo, comedido en sus declaraciones. No se ve favorito. "Nos vamos a enfrentar a un buen equipo. Cuenta con una plantilla que, sobre el papel, debía luchar por las posiciones de play off, aunque por circunstancias se han visto en esta situación. Nosotros tenemos que aprovechar los factores que tenemos a favor como son que jugamos en casa y que la afición estarán de nuestra parte", dijo a los periodistas.

Ferrando sabe que el aspecto anímico es clave en este tipo de partidos. El entrenador del Linares no ha parado de hablar con sus futbolistas para serenarlos y rebajar la tensión porque los nervios son el peor enemigo para el colectivo, como sucedió hace dos semanas en San Fernando. Es consciente de que el equipo que sepa manejar mejor la ansiedad tendrá parte del camino recorrido hacia la permanencia. Sobre el once, el preparador catalán no dio pista alguna. Tiene a toda la plantilla su disposición, salvo Rueda que sigue sin entrenarse al mismo ritmo que el resto de sus compañeros y cuyo concurso mañana es toda una incógnita. Lo que sí tiene claro Ferrando es que en este tipo de duelos no hay lugar para la especulación. "Nosotros debemos ir a por el partido, solo vale solamente la victoria. Desde el primer minuto se tiene que ver que vamos a por todas, que queremos marcar un gol lo antes posible e intentar no encajar, en caso de hacerlo, tenemos que hacer un gol más que ellos. El calor nos afectará a nosotros igual que a ellos. Habrá altas temperaturas, pero no creo que sea algo determinante", declaró.

FIN DE SEMANA INTENSO

La final contra el Burgos ya ha comenzado a jugarse en la ciudad minera. El último entrenamiento será de puertas abiertas para que la afición pueda animar al equipo y las peñas entreguen sus respectivos trofeos de final de temporada. Así, Valgas Fresa premiará la regularidad de Joselu, quien tambén será reconocido por la Peña Los Azulillos. Por su parte, el colectivo El Azote entregará su galardón al mediocentro iliturgitano Rodri, por cuyas botas pasará mañana el juego del Linares.